¡°Para nuestros personajes es muy liberador ponerse unos tacos¡±
El grupo de actrices argentinas Piel de Lava interpreta a cuatro obreros en ¡®Petr¨®leo¡¯, una pieza teatral que desdibuja las fronteras entre g¨¦neros
Cuando las actrices argentinas Pilar Gamboa, Elisa Carricajo, Valeria Correa y Laura Paredes empezaron a transformarse en hombres para su ¨²ltima pieza teatral, Petr¨®leo, se dieron cuenta de que ganaban espacio y se relajaban. "Ellos ocupan m¨¢s espacio, est¨¢n m¨¢s c¨®modos. El var¨®n tambi¨¦n est¨¢ m¨¢s centrado en ¨¦l, no como el cuerpo femenino, que parece estar todo el rato esperando a ver qu¨¦ piensa el otro", asegura Carricajo en el Teatro San Mart¨ªn de Buenos Aires. Faltan dos horas para que suba al escenario convertida en Palladino, un obrero reci¨¦n llegado a un pozo petrol¨ªfero de la Patagonia en el que convivir¨¢ junto a tres compa?eros. De a poco, el nuevo comienza a bombardear ese b¨²nker de masculinidad, del que las mujeres est¨¢n bien lejos. Gesto a gesto, las fronteras de g¨¦nero comienzan a caer y lo femenino que se hab¨ªa borrado en los camerinos emerge ante el p¨²blico, no para imponerse sino para crear un h¨ªbrido queer liberador.
"El Palla es el nuevo entre un grupo de varones. No debe ser f¨¢cil llegar y decir: 'Hola, ?c¨®mo les va? Voy a dormir en esta camita al lado tuyo'", dice Pilar Gamboa. Interpreta al Carli, el macho alfa que mira con sospecha la libertad con la que se mueve su compa?ero. En su primera noche despu¨¦s de la jornada laboral, con temperaturas bajo cero, Palladino saca de su bolsa un abrigo de piel femenino para salir de la casa-contenedor e ir al ba?o. "Es de mi mujer", argumenta ante la mirada at¨®nita de los dem¨¢s.
Es s¨®lo el principio. "M¨¢s vale que se acostumbren", les advierte poco despu¨¦s, vestido con un jersey de lentejuelas que los otros no pueden creer. De ese bolso saldr¨¢n vestidos, cremas, medias y tacones. "Es alguien muy libre en las elecciones de lo que el g¨¦nero le da. Como si se preguntara ?qu¨¦ hay para tomar? y si le gusta el sushi con asado, ¨¦l come eso. Produce un cierto humor porque son elecciones que en general no se combinan", lo describe Carricajo, la actriz que le da vida.
La apertura que propone Palladino cobra velocidad con el paso de los minutos. El r¨ªtmico sonido del pozo deriva en una escena de pogo con uno de los himnos m¨²sicales de Los redondos y termina con Formosa enfundado en un vestido fucsia de lentejuelas. "Y bueno, me arengu¨¦", responde ante el silencio creado a su alrededor.
"Una vez que te cuestion¨¢s la idea de g¨¦nero establecido, ves que todo g¨¦nero hay que sostenerlo, ya sea siendo mujer, siendo hombre. Para los hombres tambi¨¦n es muy complicado sostener la masculinidad porque el g¨¦nero es una construcci¨®n, no es natural. Para nuestros personajes es muy liberador ponerse los tacos", dice Correa, quien interpreta a Formosa. Describe a su personaje como un hombre "que sostiene la masculinidad desde la amenaza, el t¨ªpico petiso (bajo) que se hace el malo porque si vienen a cagarlo a pi?as se la ponen".
"Cuando empiezan a relajarse y se permiten empezar a probarse cosas de mujeres era importante que la obra no cercara ese sentido, que no se pensara, 'ah, ahora se animan sexualmente a tener este goce del amplio g¨¦nero'. O no ¨²nicamente, sino que tambi¨¦n se visten de mujeres para poder decir que tienen miedo o que est¨¢n cagados de fr¨ªo, en malas condiciones, como si permitirse usar esa ropa tuviese un efecto conmovedor con toda esa masculinidad que tienen que sostener", comenta Paredes. Sobre las tablas es Montoya, un hombre ni?o, asexuado. "Su liberaci¨®n pasa por estar en piyama. No le gustan los juegos masculinos, su mayor deseo es estar calentito en su cama", dice la actriz.
Al igual que en Campo minado, de Lola Arias, Petr¨®leo aborda un mundo exclusivamente varonil en lo cotidiano, en ese espacio en el que se termin¨® el trabajo. "Un amigo trans que nos ayud¨® en el drageo nos dijo que si el mundo masculino es lo exterior y lo dom¨¦stico lo femenino, esta obra ten¨ªa la sensibilidad de contar lo masculino desde lo dom¨¦stico", admite Carricajo.??
"Conozco a muchos Carlis", le dice un espectador a otro al salir de la funci¨®n. "El Formo es mi hermano", comenta otro. La autenticidad que transmiten los personajes fue el resultado de un trabajo de observaci¨®n y construcci¨®n de todo el grupo, Piel de Lava. "Sasha, el amigo trans del que hablaba Elisa, en una instancia de ensayo nos dijo: 'Bueno, hay algo que tiene que pasar y es que ustedes tienen que salir y se tienen que sentir lo m¨¢s. No importa si uno est¨¢ destruido, si no tiene novia, si tiene miedo, se tiene que sentir un capo'. Y nos contaba que cuando empez¨® a salir a la calle como hombre todo el mundo le dec¨ªa 'capo, maestro, genio, jefe, c¨®mo te va', como la manera de comunicarse con los varones. Para las mujeres es 'linda, mami, mu?eca, mamita'. Yo tampoco s¨¦ si es lo que quiero, nos dec¨ªa. Nos ayud¨® mucho", subraya Gamboa. "Nos dec¨ªa: 'Saltan con el fr¨ªo y un hombre se cierra la campera y se la banca'. Eran cosas muy puntuales de alguien que hab¨ªa hecho el camino para autopercibirse con el otro g¨¦nero", recuerda Paredes.
El cuestionamiento de los estereotipos provoca carcajadas en el p¨²blico, pero tambi¨¦n moviliza e invita a reflexionar. "Un amigo que nos dijo fui al ba?o despu¨¦s de la funci¨®n y no volaba ni una mosca", dice entre risas Carricajo. "Son obreros que deciden dejar de producir absolutamente todo. Dejar de producir petr¨®leo, dejar de producir masculinidad. ?Qu¨¦ sucede si uno deja de producir, si uno deja de sostener?", se cuestiona Gamboa. "El nuevo paradigma del g¨¦nero fluido es menos de sostener y m¨¢s de ser. Ojal¨¢ hombres y mujeres pudi¨¦ramos estar m¨¢s c¨®modos cada uno con lo que quiere", desea Correa.
En unos minutos las cuatro habr¨¢n reemplazado los vestidos, blusas y faldas con los que han llegado al teatro por gruesos monos de trabajo, botas, gorros y jerseys. Lucir¨¢n barbas y bigotes y bajo el pantal¨®n se intuir¨¢n sus penes de quita y pon. Salta a la vista que se divierten y contagian ese esp¨ªritu l¨²dico a todo el que est¨¦ dispuesto a re¨ªrse de si mismo.
Cinco obras en 15 a?os de trabajo y amistad
Petr¨®leo es la quinta obra de Piel de Lava. Gamboa, Carricajo, Correa y Paredes fundaron este colectivo art¨ªstico hace 15 a?os y se mantienen juntas. Siete pisos m¨¢s arriba de la sala en la que interpretan al Carli, al Palla, a Formo y Monto, se las puede ver tambi¨¦n en La flor, el banquete cin¨¦filo de 14 horas de Mariano Llin¨¢s con el que reinaron en el ¨²ltimo Bafici. "Somos muy amigas, medio familia ya. Siempre fue un grupo flexible, en el que si una tiene que ir a filmar una pel¨ªcula, el grupo espera. Cuando el grupo tuvo la fantas¨ªa de disolverse lo convertimos en una obra que hablaba sobre la disoluci¨®n de un grupo de trabajo", dice Gamboa. "Tambi¨¦n, siempre lo decimos, Piel de Lava se sostiene derribando el mito de que las mujeres no se pueden sostener en el tiempo. Bueno, aqu¨ª tienen".
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.