Eddie Marsan, el sempiterno actor secundario
El brit¨¢nico protagoniza el filme espa?ol de terror, 'Feedback', en el que encarna a un locutor de radio secuestrado en su estudio durante una emisi¨®n en directo
Cuando Eddie Marsan (Londres, 50 a?os) da la mano, uno conecta a trav¨¦s de ¨¦l con Steven Spielberg, Mike Leigh, Martin Scorsese, Michael Mann, Terrence Malick, Isabel Coixet, Woody Allen o Alejandro Gonz¨¢lez I?¨¢rritu. Eso, solo por mencionar a algunos. Ahora mismo en cartelera, adem¨¢s de su presencia en la serie se le puede ver en El vicio del poder, donde encarna a Paul Wolfowitz, secretario de defensa con George W. Bush, en White Boy Rich, y en Feedback, del debutante Pedro C. Alonso, en la que interpreta a un famoso y provocador locutor de radio, que es secuestrado en su estudio de radio y obligado a contar algunas cosas en directo a cambio de que sus colaboradores y su hija no mueran asesinados. Es un thriller con notas gores, pero tambi¨¦n con una h¨¢bil construcci¨®n psicol¨®gica de los personajes, y varios giros a los que estar atentos. "Eso fue lo que me atrajo del guion", cuenta Marsan en su promoci¨®n en Madrid, "Y el rodaje es Galicia fue absolutamente placentero". Aunque sea en ingl¨¦s y con actores mayoritariamente anglosajones, Feedback ha sido producida y rodada en Espa?a: las magias de los cromas y de un libreto que se desarrolla en interiores.
En persona Marsan es t¨ªmido, concreto en sus respuestas y abierto a recordar una vida llena de altibajos. "El barrio en el que yo nac¨ª era de clase obrera blanca. Y dej¨¦ el colegio para trabajar a los 15 a?os. Pero me pudieron las ganas de interpretar y volv¨ª a los estudios, para centrarme en la actuaci¨®n", rememora.
"Necesito entender el personaje para hacerlo m¨ªo. Con los a?os he sido autodidacta, he ido completando mi formaci¨®n, pero no conecto de forma intelectual con los caracteres"
El londinense defiende que ser actor, al menos en su caso, poco tiene que ver con la espiritualidad y s¨ª con el curro del d¨ªa a d¨ªa: "Necesito entender el personaje para hacerlo m¨ªo. Con los a?os he sido autodidacta, he ido completando mi formaci¨®n, pero no conecto de forma intelectual con los caracteres. Cuando entro en una sala y oigo a la gente hablando de forma, digamos, exot¨¦rica, necesito convertir sus palabras en t¨¦rminos pr¨¢cticos. Respeto a quienes entiende de manera espiritual la actuaci¨®n. Yo no puedo". Confiesa que a¨²n se sorprende de su camino: "Desde luego, pero en la esencia de mi vida est¨¢ en que he sabido controlarla. Algunos de los j¨®venes junto a los que crec¨ª han muerto o se han perdido en familias divorciadas, rotas. Otros han triunfado: en negocios, en el arte... Y fue porque supimos que en medio de aquel caos emocional ten¨ªamos que gobernar nosotros mismos nuestras vidas". ?Qu¨¦ les dice un autodidacta a sus cuatro hijos sobre la educaci¨®n? "Ahora mismo vivimos un gran debate en el Reino Unido sobre la educaci¨®n. En mi barrio natal las familias no invert¨ªan en colegios. Y tampoco nos relacion¨¢bamos con inmigrantes. Sin embargo, si te fijas en los inmigrantes, ellos s¨ª dedican dinero a la educaci¨®n, porque saben que as¨ª prosperaran. Y yo les digo eso a mis hijos: sed como inmigrantes, que estudian y trabajan duro. Tal y como est¨¢ cambiando el mundo, todos somos hoy migrantes. Ninguno vivimos en el mundo en que nacimos, porque ha mutado radicalmente. No se puede parar, lo ¨²nico que puedes hacer es ir con la corriente mientras te educas y trabajas".
Por eso, Marsan aparece con una camiseta contra el Brexit. "Es un desastre para nosotros. Y sospecho que tambi¨¦n para el resto de Europa. No tiene sentido, hay que unir, incentivar los puntos comunes y no ahondar en lo que nos separa", defiende. No ve clara la salida. "En los ¨²ltimos a?os he encarnado a bastantes personajes hist¨®ricos -acabo de interpretar a Mart¨ªn Lutero- y he aprendido ese mensaje. En realidad, me han educado, han sido mi universidad. Suelen ser caracteres fascinantes, a los que hay que respetar, pero no tanto a ellos, sino a c¨®mo est¨¢n en el guion. Mi trabajo es llevar a la pantalla lo que pone en el libreto y no en realizar una recreaci¨®n hist¨®rica precisa".
"Es un desastre para nosotros. Y sospecho que tambi¨¦n para el resto de Europa"
Por sus rodajes de cine y su presencia en Ray Donovan, Marsan cruza cada a?o m¨¢s de 25 veces el Atl¨¢ntico. "Cuando eres secundario, trabajas pocas jornadas en muchos sitios. Nadie me contrata para ser yo. Eso le pasa a Tom Cruise. A cambio he logrado mucha experiencia en rodajes estadounidenses y europeos, que me parecen muy distintos. En unos siento que la industria empuja el proyecto. Aqu¨ª en Europa, y en Espa?a donde ya he trabajado varias veces, siento que es el arte quien impulsa el filme. Yo empec¨¦ con Mike Leigh, un director que te coge un a?o antes y te hace ensayar, te va dando pistas de tu papel, y adoro esas colaboraciones. Eso es cine europeo. ?Entiendes ahora por qu¨¦ estoy en contra del Brexit?".
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