Me acuerdo de las minifaldas de ¡®Star Trek¡¯

Me acuerdo de que Chicho me toca, me toca cada vez m¨¢s; mamma, Chicho me toca, me toca, me toca, defi¨¦ndeme t¨². Me acuerdo de qu¨¦ ser¨¢ lo que tiene el negro. Me acuerdo de mi amiga I., a la que despidieron estando embarazada (o por estar embarazada, causa y condici¨®n son lo mismo aqu¨ª). Me acuerdo de que siempre que vuelves a casa me pillas en la cocina, embadurnada de harina, con las manos en la masa. Me acuerdo de un t¨ªo m¨ªo grit¨¢ndole a mi t¨ªa, delante de toda la familia, por qu¨¦ cojones no estaban ya planchadas sus putas camisas. Me acuerdo de que siempre me traen la cuenta a m¨ª, aunque la pide mi pareja. Me acuerdo de que, en el primer cap¨ªtulo de Star Trek, una oficial en minifalda llevaba unos papeles al capit¨¢n Pike, que se qued¨® un instante paralizado y se disculp¨® diciendo: ¡°Nunca me acostumbrar¨¦ a ver mujeres en la Flota Estelar¡±. Me acuerdo de la primera vez que mi hijo vino del cole protestando porque se hab¨ªan re¨ªdo de ¨¦l porque el juguete que le gustaba era de chicas. Me acuerdo de Ana Orantes. Me acuerdo de las escritoras j¨®venes que sacaron un libro, tuvieron hijos y ya no volvieron a escribir. Me acuerdo de que Pablo Iglesias ha vuelto de la baja paternal como Mois¨¦s baj¨® de la monta?a. Me acuerdo de que el mundo de Star Wars se encamina a la extinci¨®n porque solo hay un personaje femenino por cada 20 masculinos. Me acuerdo de que lo que necesitas es amor. Me acuerdo de que yo no tuve un permiso de paternidad digno de tal nombre. Me acuerdo de que los hombres son de Marte y las mujeres, de Venus. Me acuerdo de que, cuando dej¨¦ un empleo por cuenta ajena no mal pagado para quedarme en casa y cuidar de mi hijo mientras su madre sigui¨® trabajando, me llamaron mantenido y vago. Me acuerdo de la teta de Sabrina. Me acuerdo de demasiadas cosas que no merecen recuerdos.