Las autoras de literatura fant¨¢stica quieren contar su historia

Antes de que Zeus pariera a Atenea, con un crujido de su cr¨¢neo, su esposa Metis la llev¨® en su vientre. Pero, cuando un or¨¢culo profetiz¨® que el segundo de sus hijos, var¨®n, destronar¨ªa a Zeus, este devor¨® a Metis. El d¨ªa en que ella hubiera salido de cuentas, un terrible dolor de cabeza aquej¨® al dios. Y surgi¨® Atenea, jabalina en mano. De este mito cl¨¢sico se sirve Teresa L¨®pez-Pellisa en el pr¨®logo de Ins¨®litas. Narradoras de lo fant¨¢stico en Latinoam¨¦rica y Espa?a (P¨¢ginas de Espuma, 2019) para trazar una met¨¢fora entre el poco conocido crimen de g¨¦nero de Zeus y esta colecci¨®n de relatos, que se acaba de publicar.

El dios vendr¨ªa a ser la expresi¨®n del patriarcado que, en temor de perder su mando, devora a la mujer y silencia su recuerdo. Y la ant¨®loga argumenta que las 28 autoras de Espa?a y Latinoam¨¦rica que firman cuentos en este volumen (y las docenas y docenas que no est¨¢n) han sido silenciadas por la literatura. El pr¨®logo, que redact¨® junto al otro ant¨®logo, Ricard Ruiz Garz¨®n, se titula Las hijas de Metis. Est¨¢ escrito en femenino y plural.

¡°La idea me lleg¨® a trav¨¦s de la poeta Mar¨ªa Merc¨¨ Mar?al, que reivindicaba que Atenea era hija de Metis, a la que no conocemos. Es m¨¢s, nace con atributos guerreros que solo proyectan la imagen de su padre¡±, explica L¨®pez-Pellisa, profesora de literatura de la Universidad de las Islas Baleares y miembro del grupo de Estudios sobre lo Fant¨¢stico de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona. ¡°Si tecleas Metis en Google apenas encuentras nada. Merc¨¨ Mar?al argumenta que la cultura grecorromana, cuna de nuestra cultura occidental, nace de un matricidio¡±. En efecto, la entrada en Wikipedia de Metis es escueta al extremo. Como lo es la presencia de autoras de lo fant¨¢stico en la literatura en castellano, con excepciones tan relevantes como Rosa Montero, Ana Mar¨ªa Matute y Emilia Pardo Baz¨¢n.

En realidad, el conflicto escala. Ins¨®litas tambi¨¦n escenifica la beligerancia entre realismo y fant¨¢stico en la literatura. Mariana Enr¨ªquez (Las cosas que perdimos en el fuego), una de las autoras de la antolog¨ªa (entre las que tambi¨¦n est¨¢n Cristina Fern¨¢ndez Cubas o Laura Gallego), elige un recuerdo de una maestra del fant¨¢stico, capaz de vencer la resistencia hasta de Harold Bloom, que la incluy¨® en su El canon occidental. ¡°Cuando Ursula K. Le Guin recoge el National Book Award[2014], dice: ¡®Quiero dedicar este premio a mis compa?eros del fant¨¢stico, de la ciencia ficci¨®n, escritores del imaginario, que por medio siglo han visto pasar estas bellas recompensas a manos de los llamados realistas. Para los tiempos que vienen, necesitaremos realistas de otra realidad, creadores que puedan pensar en nuevos futuros¡¯. Creo que tiene raz¨®n¡±.

Aunque Enr¨ªquez opina, e Ins¨®litas ser¨ªa prueba de ello, que el futuro es luminoso para lo imaginario en castellano: ¡°Soy optimista, todo lo que se puede ser hablando de literatura. Y lo soy principalmente por los autores. Tenemos una generaci¨®n que no solo ha le¨ªdo a sus cl¨¢sicos, sino que crecimos con el cine fant¨¢stico de los ochenta, con Stephen King, con los c¨®mics de Alan Moore y Neil Gaiman. Ninguno creemos que la novela gr¨¢fica es menos que nada. Hay una generaci¨®n que est¨¢ algo m¨¢s libre de las ataduras¡±. Apunta tambi¨¦n que ha percibido una explosi¨®n de autoras en lo que mejor conoce, el fant¨¢stico rioplatense, de la que Samanta Schweblin es punta de lanza.

Es una cuesti¨®n de autores, pero tambi¨¦n de p¨²blico. Ruiz Garz¨®n ¡ªPremio Edeb¨¦ de Literatura Infantil 2017 por La inmortal¡ª cree que, en un futuro cercano, este debate va a desaparecer: ¡°?Qu¨¦ le vamos a contar a un p¨²blico generalista despu¨¦s de Netflix, las series y los videojuegos? ?Qu¨¦ no hay que hacerle caso al fant¨¢stico? Se van a re¨ªr. Se dan varias reivindicaciones a la vez en este libro: las mujeres, la literatura de lo ins¨®lito y las nuevas generaciones¡±.

?Y si el olvido que dicen sufrir las hijas de Metis reunidas en Ins¨®litas se debe a que su literatura no da la talla? Pelliza responde con un desaf¨ªo: ¡°Que se lean los cuentos¡±.