¡°La cr¨ªtica francesa es una manada de lobos¡±
El escritor franc¨¦s Pierre Lemaitre publica 'Los colores del incendio', un libro donde sigue abrazando el g¨¦nero de aventuras
En la apacible y modestamente tur¨ªstica Arl¨¦s, donde Van Gogh pas¨® sus ¨²ltimos a?os de vida, vive, desde hace un tiempo, un Premio Goncourt que no estaba destinado a serlo. Pierre Lemaitre (Par¨ªs, 1951), que fue, en buena parte, responsable del auge del noir franc¨¦s que sigui¨® a la ca¨ªda del n¨®rdico, public¨® en 2013 una novela que, contra todo pron¨®stico, abrazaba el g¨¦nero de aventuras. Llevaba por t¨ªtulo Nos vemos all¨¢ arriba (Salamandra) y tambi¨¦n contra todo pron¨®stico se hizo con el Goncourt.
Desde que a los 12 a?os ley¨® Sin familia, de Hector Malot, y descubri¨® que ciertos libros pueden hacerte olvidar que hay un mundo ah¨ª fuera, tiene claro que esa es la clase de literatura que importa. ¡°Hoy s¨¦ que era una novela horrible, que rebosa de sentimentalismo, pero durante los d¨ªas en que la le¨ª, sent¨ª que era yo quien pertenec¨ªa a la novela, y no ella a m¨ª. Estaba totalmente sumergido. Fue una revelaci¨®n descubrir el efecto que una historia pod¨ªa tener en el lector. Y me dije: ¡®Esto es lo que quiero hacer de mayor¡¯¡±, dice. Viste de azul ¡ªhasta los zapatos son de un azul oscuro casi negro ¡ª, y est¨¢ c¨®moda y distra¨ªdamente sentado en una butaca verde. Hay un ejemplar de Los colores del incendio (Salamandra), su ¨²ltima novela, la segunda entrega de la trilog¨ªa que inaugur¨® Nos vemos all¨¢ arriba, sobre la mesa, junto a tres tazas de caf¨¦ vac¨ªas. ¡°La misi¨®n de la literatura no es la de mostrar el mundo sino la de hacerlo comprensible, ?y hay algo mejor para hacerlo que una novela de aventuras?¡±.
Prefiere no hablar de los hechos hist¨®ricos, del tel¨®n de fondo de Los colores del incendio, por m¨¢s que ¨¦ste tenga mucho que ver con el tormentoso presente ¡ªestamos en la d¨¦cada de los 30, tiempo del auge del nazismo en Alemania, del fascismo italiano, de los art¨ªculos que en Francia se preguntaban si el pa¨ªs no necesitar¨ªa un dictador, de un momento convulso en el que las libertades menguaban¡ª, y centrarse en los personajes. La hero¨ªna, Madeleine P¨¦ricourt, hermana de uno de los protagonistas de Nos vemos all¨¢ arriba, el malogrado ?douard P¨¦ricourt, acaba de heredar la fortuna de su padre, Marcel, y su posici¨®n en el banco. La acompa?an una variada colecci¨®n de caracteres ¡°arquet¨ªpicos¡±, en palabras del autor, que en muchos casos est¨¢n basados en personajes claves de la ¨¦poca, como el industrial Ernest Mercier, que trat¨® de liderar lo que ¨¦l mismo llam¨® el Renacimiento Franc¨¦s.
Si hay un escritor al que rinde homenaje Los colores del incendio es Alejandro Dumas. ¡°La m¨ªa es una cruzada. Me propongo no s¨®lo reivindicar la novela de aventuras, sino reconciliarla de una vez por todas con la cr¨ªtica. ?Ahora es muy f¨¢cil para la cr¨ªtica decir que Dumas fue un gran escritor! Pero ?se hubieran atrevido a decirlo en su momento? Eso es lo que pretendo que ocurra. A la cr¨ªtica francesa le gustan los escritores rumanos, checos o muertos. Espero que, en el futuro, cuando se piense en mi obra, se diga que dio legitimidad a la literatura popular. Que la cr¨ªtica reconociera que la literatura popular es buena ser¨ªa una forma de respetar al pueblo, dejar de considerar que consume mierda. ?Hoy a todos les encanta Simenon! ?Y nunca gan¨® el Goncourt cuando en muchas ocasiones una novela suya fue la mejor del a?o!¡±, insiste.
Y lanza un dardo al escritor Michel Houellebecq: ¡°Me llamaron oportunista cuando publiqu¨¦ Nos vemos all¨¢ arriba coincidiendo con el centenario de la Primera Guerra Mundial, ?y no lo es Houellebecq? ?No! ?A ¨¦l lo llaman visionario! ?Visionario! La cr¨ªtica francesa es una manada de lobos. El primer lobo a¨²lla y el resto le siguen. Por eso cuando me preguntan qu¨¦ opino de Houellebecq les digo que les contestar¨¦ cuando le pregunten a ¨¦l por m¨ª¡±.
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