Muere el m¨²sico Scott Walker a los 76 a?os
Fue vocalista de los estadounidenses Walker Brothers, que triunfaron en el Reino Unido en los sesenta
Scott Walker, de verdadero nombre Noel Scott Engel, muri¨® el domingo a los 76 a?os en Londres, sin que se hayan comunicado las causas. Nacido en Estados Unidos, en Hamilton (Ohio) en 1943, Scott desarroll¨® lo esencial de su carrera musical en el Reino Unido. Triunf¨® como ¨ªdolo juvenil con los Walker Brothers, se reinvent¨® como cantante de club nocturno e introdujo el repertorio de Jacques Brel en su pa¨ªs de adopci¨®n. Anim¨® una reuni¨®n de los Walker Brothers a mediados de los setenta pero, a continuaci¨®n, se convirti¨® en un recluso que editaba irregularmente discos de gran densidad intelectual.
It is with great sadness that we announce the death of Scott Walker. Scott was 76 years old and is survived by his daughter, Lee, his granddaughter, Emmi-Lee, and his partner Beverly: https://t.co/awaFXWOkja pic.twitter.com/nd6MYVmWaO
— 4AD (@4AD_Official) March 25, 2019
Tras el triunfo de los Beatles, el crecimiento de la industria discogr¨¢fica en el Reino Unido anim¨® a importar talento desde el otro lado del Atl¨¢ntico, apto para ser empaquetado en Londres con destino al mercado global: los ojeadores buscaban artistas llamativos, acostumbrados a actuar pero moldeables en el estudio. As¨ª se lanz¨® a P. J. Proby, Jimi Hendrix o los Walker Brothers. Estos ¨²ltimos, ya se sabe, no eran hermanos, pero ten¨ªan poderosas voces y f¨ªsicos atractivos. No es una cr¨ªtica recordar que estaban destinados al p¨²blico femenino, aunque hablamos de una ¨¦poca donde se mezclaban los targets: por ejemplo, en abril de 1967, los Walker Brothers giraron con la Jimi Hendrix Experience, en un cartel que tambi¨¦n inclu¨ªa solistas como Cat Stevens o Engelbert Humperdinck.
Para los Walker, el sello Philips recurri¨® a una f¨®rmula ya probada: calcularon que el pop apote¨®sico de Phil Spector superar¨ªa su fecha de caducidad si chicos guapos esculp¨ªan canciones atormentadas. Encontraron melodramas, de origen estadounidense, que hablaban de amores imposibles y masoquismo emocional, como Make It Easy On Yourself o The Sun Ain¡¯t Gonna Shine Anymore. Con producci¨®n de Johnny Franz y arreglos de Ivor Raymonde, surgieron grabaciones monumentales (m¨¢s adelante, Scott insistir¨ªa en atribuirse la paternidad del concepto).
Vendieron toneladas de discos pero chocaron con un problema: imposible reproducir en vivo aquellos apabullantes arreglos orquestales; el griter¨ªo del personal tapaba los esfuerzos del grupo, obligado a introducir temas bailables. Adem¨¢s, Scott cre¨ªa llevar una parte desproporcionada del peso del grupo y no se sent¨ªa realizado. Se independiz¨® en el verano de 1967, rompiendo el grupo, pero esquiv¨® los vientos psicod¨¦licos que entonces soplaban sobre Londres: se reinvent¨® como atildado cantante de club nocturno, alternando agudas composiciones propias con ¨¦xitos de Broadway y ¡ªgran audacia¡ª las amargas creaciones de Jacques Brel.
So very sad to hear that Scott Walker has passed away, he was a huge influence on Radiohead and myself, showing me how i could use my voice and words. Met him once at Meltdown, such a kind gentle outsider. He will be very missed. https://t.co/v33Ey91hbn
— Thom Yorke (@thomyorke) March 25, 2019
A pesar del histrionismo de algunas interpretaciones, el nuevo Scott Walker fue un ¨¦xito: lleg¨® a tener su propio programa de televisi¨®n en la BBC. No tard¨® en sentir que estaba cayendo en la rutina y termin¨® rebel¨¢ndose contra las convenciones del show business. Comprendi¨® que el estilo MOR (Middle of the Road) ofrec¨ªa seguridad pero se trataba un callej¨®n sin salida en t¨¦rminos art¨ªsticos. Dado que sus compa?eros apenas hab¨ªan prosperado en solitario, no le cost¨® reflotar a los Walker Brothers: esperaba encontrar un p¨²blico m¨¢s receptivo en el pop. Pero, entre 1975 y 1978, todo andaba revuelto. Los tres ¨¢lbumes que editaron daban cumplida noticia de un Scott Walker musicalmente ambicioso, aunque no arrasaron en listas de ventas. Para los directos, debieron recurrir a los hits de los 60: una canci¨®n como The Electrician, sobre las torturas de la CIA, necesitaba explicaciones enojosas.
A partir de los ochenta, Scott desaparecer¨ªa de los conciertos y de los medios. Su valoraci¨®n, eso s¨ª, fue creciendo por el proselitismo de admiradores eruditos, como Julian Cope, fundador de The Teardrop Explodes, que public¨® un recopilatorio de t¨ªtulo extravagante: Fire Escape In the Sky: The Godlike Genius Of Scott Walker. Otro ferviente propagandista ser¨ªa Jarvis Cocker: Scott fungir¨ªa como productor de un disco de su grupo, Pulp.
La industria viv¨ªa tiempos de vacas gordas y hab¨ªa hueco para artistas de culto. Le financiaron ¨¢lbumes audaces: Climate Of The Hunter (1984), Tilt (1995). Nadie pesta?eaba si Scott explicaba que necesitaba contratar a un percusionista profesional para que golpeara sobre piezas de carne de vacuno. Tuvieron mejores cr¨ªticas que ventas: Scott hab¨ªa asimilado ideas de la m¨²sica contempor¨¢nea y se integraba en la cultura europea con reflexiones sobre Mussolini, Pasolini, Adolf Eichmann o Ceausescu.
Se col¨® en los salones de la vanguardia: m¨²sica para pel¨ªculas de Leo Carax y Braby Corbet (se estrena ahora Vox Lux, donde comparte banda sonora con Sia), colaboraciones para ballet y teatro, alguna aventura con Ute Lemper. Fich¨® como artista del exquisito sello 4AD. All¨ª edit¨® The Drift (2006), Bish Bosch (2012) y, en comandita con el grupo met¨¢lico Sunn O), Soused (2014). Aunque acept¨® participar en un documental hagiogr¨¢fico, Scott Walker: 30 Century Man, mantuvo sus enigmas hasta el final.
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