¡°Espa?a no se ha librado del esp¨ªritu de conquista¡±
Pau Riba, hereje de la Nova can?¨®, cumple medio siglo de carrera
Se avecinan fastos en la agenda de Pau Riba. Dioptria (1969), primer ¨¢lbum del gran hereje de la Nova Can?¨®, cumple medio siglo. Con 19 a?os, el precoz cantautor se inspiraba en Bob Dylan, electrificaba su discurso y sincronizaba el incipiente rock espa?ol con la palpitaci¨®n contracultural. Considerada la primera muestra del g¨¦nero cantada en catal¨¢n, conquistaba autom¨¢ticamente la categor¨ªa de cl¨¢sico y, en opini¨®n casi un¨¢nime, se convert¨ªa en una obra maestra todav¨ªa insuperada.
?Qu¨¦ ha fallado entonces en el rock catal¨¢n posterior? ¡°La categor¨ªa musical de los int¨¦rpretes de Dioptria es muy elevada, su factura no deja resquicios¡±, explica Riba (Palma, 70 a?os). ¡°Se trataba de demostrar que en Catalu?a, en Espa?a, se pod¨ªa alcanzar un nivel musical internacional. Nos encontr¨¢bamos en un momento hist¨®rico relevante¡±, prosigue. ¡°El choque entre cultura y contracultura, las nuevas drogas, el empoderamiento de una juventud hasta entonces sumisa, gracias, entre otras cosas, al rock and roll y al LSD, nos hac¨ªan vivir en estado de gracia y colmaban nuestras motivaciones. Las nuevas generaciones inciden en un momento bastante m¨¢s gris e intrascendente, al menos por lo que a inspiraci¨®n hist¨®rica se refiere, y, pese a que han aprendido y t¨¦cnicamente han mejorado un mont¨®n sobre nosotros, parece que algunos no consiguen ir mucho m¨¢s all¨¢ de lo que son los intereses meramente comerciales. Quiz¨¢ el momento no es propicio¡±.
Dioptria, que se reedita en abril por primera vez en versi¨®n facs¨ªmil ¡ªtambi¨¦n se publica un libro que desentra?a su gestaci¨®n y el recorrido vital del autor hasta 1972¡ª, se pens¨® en principio como doble elep¨¦ y vio finalmente la luz en dos vol¨²menes, publicados con 12 meses de diferencia. En el primero, Riba ajustaba cuentas con la familia mes¨®crata; en el segundo, creaba la suya, huyendo de la civilizaci¨®n a la Arcadia de la utop¨ªa. ¡°Para m¨ª, la utop¨ªa hippy sigue siendo v¨¢lida y absolutamente recomendable desde el punto de vista ¨¦tico. Lo execrable de la familia no era la familia en s¨ª misma, sino los valores con los que la envolv¨ªan. El paternalismo, el machismo, el autoritarismo, sobre todo, el padecido, aceptado y adoptado por las mujeres¡±, opina.
Dos giras
El LSD y otros expansores mentales marcaban la diferencia entre el primer y segundo volumen del ¨¢lbum. Riba no hace hoy ascos a esa ebriedad: ¡°Sigo usando las drogas sin fronteras, lo mismo que uso sandalias o gel de ba?o¡±.
Lo lis¨¦rgico no evit¨® el naufragio de la utop¨ªa, ni que a finales de los setenta su carrera entrara en progresiva recesi¨®n. De hecho, lleva seis a?os sin producto nuevo. ¡°Me parece absurdo obligarse a crear cuando el cuerpo ya no lo pide, solo para cumplir con unos dudosos c¨¢nones comerciales o con las expectativas de los que esperan determinados comportamientos de uno sin tener en cuenta m¨¢s que su propio deseo. Con todo, no he parado de escribir a lo largo de estos a?os¡±, dice.
Ah, los a?os. Entre los 70 que ya gasta y el medio siglo cumplido por Dioptria, son muchos. M¨¢xime cuando la salud se ve amenazada, como le ha ocurrido recientemente. ¡°Siento que mi cuerpo sabr¨¢ aguantar y mi cabeza chorrea curiosidad por saber c¨®mo acabar¨¢n los actuales retos cient¨ªficos y filos¨®ficos. En el ¨¢mbito pr¨¢ctico estoy ocupad¨ªsimo con los preparativos de la gira de los 50 a?os de Dioptria, que arranca el 12 de abril en L¡¯Hospitalet, con ayuda de un mont¨®n de guapos amigos que se suman a la efem¨¦ride: Kiko Veneno, Albert Pla, Pascal Comelade, Esperit, Vagina Dentata Organ, etc¨¦tera. Por otro lado, estamos ultimando los preparativos de un nuevo disco con la Orchestra Fireluche, del que tambi¨¦n habr¨¢ presentaci¨®n. Ser¨¢n dos giras, por tanto: la que mira hacia atr¨¢s con amor y la que mira al futuro con ilusi¨®n¡±.
Si el disco se public¨® entonces ante el auge del activismo en defensa de una identidad cultural oprimida por el franquismo, su exhumaci¨®n transcurre en medio de proclamas independentistas. ¡°Espa?a no se ha librado del esp¨ªritu de conquista asociado a los siglos XV y XVI¡±, sostiene. Y, hoy, ?d¨®nde se sit¨²a Riba en esta urdimbre? ¡°Siempre he sido independentista en todos los aspectos de mi existencia: siempre he querido independizarme, no depender de todas aquellas cosas que hayan podido coartar mis libertades. Y el franquismo coartaba a saco. Esa ideolog¨ªa sigue viva, y en ascenso; mi independentismo relumbra m¨¢s que nunca¡±.
Experto en herir sensibilidades, con Dioptria lesionaba Riba la de su discogr¨¢fica y varias m¨¢s. Las letras de las canciones se alzaban contra las coerciones de origen burgu¨¦s. En los tiempos presentes, tan hipersensibilizados, en los que decir en voz alta seg¨²n qu¨¦ cosas le puede costar a uno caro ¡ªy Riba ya sabe lo que es estar entre rejas¡ª, ?se lo pensar¨ªa antes de llamar prostituta a la protagonista de Vost¨¨? ¡°?En absoluto! ?No estoy insultando a nadie!... O a nadie m¨¢s que una figura literaria construida por m¨ª como met¨¢fora de una situaci¨®n, un sesgo social, perfectamente criticable¡±, responde.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.