M¨¢s que mujer o cineasta, ella misma
Iciar Bollain recuerda a la directora, "que hac¨ªa pel¨ªculas radicales porque seg¨²n dijo, nunca pens¨® que no tuviera derecho"
Nada me gustar¨ªa m¨¢s que empezar esta breve nota diciendo que Agn¨¨s Varda ha sido un referente para m¨ª, pero lamentablemente no puedo, porque la he conocido ¡°tarde¡±. Y digo lamentablemente porque lo tiene todo para ser una figura inspiradora: Varda era directora, productora, guionista (cinescritora, como se llamaba a s¨ª misma) fot¨®grafa, videoartista...
Hizo cine durante cinco d¨¦cadas, pero ha sido sobre todo a ra¨ªz del Premio Donostia que le otorgaba hace unos a?os el Festival Internacional de Cine de San Sebasti¨¢n, el Oscar Honor¨ªfico y la Palma de Oro tambi¨¦n honor¨ªfica que le entreg¨® no hace tanto el Festival de Cannes cuando conoc¨ª mejor el trabajo de esta creadora, esta mujer libre que ha hecho siempre con su c¨¢mara y su cine lo que le ha dado la santa gana. Y por el camino ha dejado una larga lista de trabajos con una mirada comprometida y humana sobre las personas, los lugares, los recuerdos, la maternidad, o la vejez: ¡°No me atrae filmar a las personas poderosas. Me interesan mucho m¨¢s los rebeldes, la gente que lucha por su propia vida. Hay algo muy emocionante en la gente normal. Tienen verdadera belleza y siento que necesitan luz. Necesitan ser vistos. Necesitan ser escuchados¡±, dec¨ªa en una entrevista con motivo de su Oscar.
Hacer cine a veces est¨¢ lleno de reglas no escritas, de censuras externas y autocensuras. Varda hac¨ªa pel¨ªculas radicales porque seg¨²n dijo, nunca pens¨® que no tuviera derecho. Corr¨ªa el a?o 55 y ella ten¨ªa 27 a?os. La llamaron la abuela de la Nouvelle Vague, aunque solo ten¨ªa dos a?os m¨¢s que su marido Jacques Demy o que Godard, ambos estrellas del famoso movimiento franc¨¦s. En realidad fue la primera, la precursora. Y se movi¨® desde entonces sin problema entre el largometraje de ficci¨®n, el documental, el cortometraje y las instalaciones. Varda iba por delante de su tiempo.
Hac¨ªa cine mezclando la narrativa de ficci¨®n con la realidad. Los directores que tratan de hacer eso citan a menudo a Godard o a Loach entre otros muchos, como maestros y referentes. Menos a Varda. En 1967 algunos de los m¨¢s conocidos directores de esa etapa como Godard, Resnais o Lelouch, participaron en un documental antibelicista titulado Loin du Viet-Nam. Varda particip¨® en ¨¦l, pero los cr¨ªticos rara vez la mencionaban. Jill Forbes, colaborador de la prestigiosa Sight and Sound, comentaba: ¡°El silencio es tan sistem¨¢tico que la exclusi¨®n de Varda solo puede estar relacionada con el hecho de que es una mujer¡±. Pero tampoco la etiqueta de cineasta feminista acab¨® de encajar con ella, a pesar de que a menudo sus temas y protagonistas eran femeninos. Varda era mujer y era cineasta, pero sobre todo, era ella misma.
Ojal¨¢ todos los recientes homenajes y los que vengan sirvan para que las cineastas que est¨¦n tratando de encontrar su propia voz descubran f¨¢cilmente a esta mujer ¨²nica, y que su cine, su libertad, su curiosidad, su radicalidad y su alegr¨ªa de vivir y de crear les sirva de referente y de inspiraci¨®n para ser, como Varda, ellas mismas.
Babelia
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