Elecciones
Siempre flipo con la profesi¨®n de fe, el amor incondicional a una ideolog¨ªa, la comuni¨®n o la histeria entusiasta ante los l¨ªderes pol¨ªticos en esos m¨ªtines o verbenas
Entiendo que se formen multitudes en las calles reivindicando sus derechos, protestando porque el gobierno les niegue lo que ellos creen que es leg¨ªtimo, amenazando con negarle su voto a los que en ese momento dirigen el cotarro y otorg¨¢rselo a esos rivales que juran amarles y que si llegan a gobernar les otorgar¨¢n lo que piden. O sea, te movilizas y gritas consignas en nombre de esa ordinariez tan humana y comprensible del ?qu¨¦ hay de lo m¨ªo? Seguro que tambi¨¦n les preocupa mucho el pr¨®jimo y el bien de la humanidad, pero ante todo la estabilidad de su curro, la subida del pensi¨®n, el IPC permanente en la jubilaci¨®n, esas cositas.
Pero siempre flipo con la profesi¨®n de fe, el amor incondicional a una ideolog¨ªa, la comuni¨®n o la histeria entusiasta ante los l¨ªderes pol¨ªticos en esos m¨ªtines o verbenas que se celebran en polideportivos, plazas de toros y otros lugares. Imagino que ah¨ª no regalan ni el bocadillo. Tampoco sustancias alucin¨®genas o euforizantes. Los l¨ªderes defienden su eterno empleo y el de sus allegados, familia incluida, en esos hilarantes teatros, pero qu¨¦ van a ganar los que les aclaman y funden sus almas con esos incendiarios discursos.
Se empe?an dos de mis amigos, gente inteligente y descre¨ªda, pero convencida de que es imprescindible votar en las pr¨®ximas elecciones, en que me van a obligar a desvirgarme en las urnas, de que por una puta vez debo elegir entre lo malo y lo peor. No lo har¨¦. Bartleby me lo proh¨ªbe. Aunque me conmueve una historia que me contaron sobre uno de los seres m¨¢s admirables que ha dado la cultura espa?ola. Estaba muy enfermo, agonizando. Le pidi¨® a su familia que trajeran a un notario a casa para poder votar en las elecciones generales. Lo hizo. Vot¨® en blanco. Y se muri¨®. Suena a parad¨®jico. Tambi¨¦n a humor negro. Pero imagino que esa actitud se llama responsabilidad c¨ªvica, una creencia irrenunciable en la democracia, a pesar de los pesares.
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