La mejora de lo original
Esta comedia pone sobre la mesa un discutible y reciente ejercicio en el cine europeo: el de los r¨¢pidos aprovechamientos de los ¨¦xitos de los pa¨ªses vecinos
Con Lo dejo cuando quiera, cuarto largometraje de Carlos Ther¨®n, las certezas y las dudas se van combinando en la cabeza del cr¨ªtico a partir de una serie de sensaciones emocionales y mentales que, en principio, pretenden ser tan honestas como racionales.
LO DEJO CUANDO QUIERA
Direcci¨®n: Carlos Ther¨®n.
Int¨¦rpretes: David Verdaguer, Ernesto Sevilla, Carlos Santos, Amaia Salamanca.
G¨¦nero: comedia. Espa?a, 2019.
Duraci¨®n: 95 minutos.
Vamos en orden cronol¨®gico. Mientras se disfruta de la pel¨ªcula, la cabeza y la mand¨ªbula dicen esto: por fin una producci¨®n espa?ola que, sin dejar de hablar de la realidad m¨¢s sangrante, la crisis social, econ¨®mica y de valores, el hundimiento laboral de ¡°la generaci¨®n m¨¢s preparada de la historia¡±, consigue una comicidad sin freno escapando del imperio de la verosimilitud, a partir de unos meridianos referentes del cine estadounidense m¨¢s cafre, con incorrecci¨®n pol¨ªtica, ciertas dosis de escatolog¨ªa y sin tener que recular a ¨²ltima hora en el orden moral.
Pero, con el cuerpo satisfecho por el buen n¨²mero de carcajadas, empiezan los t¨ªtulos de cr¨¦dito finales: ¡°Basada en Smetto quando voglio¡±, producci¨®n dirigida por Sydney Sibilia en 2014. Lo que cre¨ªamos ins¨®lito, original y atrevido, es un remake de un gran ¨¦xito italiano de hace apenas unos a?os, que adem¨¢s ha originado en este tiempo dos secuelas m¨¢s. Hay poco o nulo riesgo. Los m¨¦ritos se reducen a velocidad de v¨¦rtigo en nuestra cabeza.
Y, sin embargo, pasados unos d¨ªas, ya en casa, y tras visionar la pel¨ªcula italiana original, las acciones de Ther¨®n y sus guionistas, Crist¨®bal Garrido y Adolfo Valor, comienzan de nuevo a revalorizarse: por supuesto que la base del argumento es la misma, pero los caracteres de los personajes, las implicaciones sociales, el tono, los di¨¢logos, la producci¨®n, la puesta en escena y las esencias c¨®micas son bastante distintas. Y mejores. Aqu¨ª ha habido trabajo, y del bueno. De modo que, en un caso parecido al de Perfectos desconocidos, de ?lex de la Iglesia, notable pel¨ªcula en la que solo fastidia que sea un remake de otra producci¨®n italiana de un a?o antes, lo que hace Lo dejo cuando quiera es poner sobre la mesa un discutible y reciente ejercicio en el cine europeo: el de los r¨¢pidos aprovechamientos de los ¨¦xitos de los pa¨ªses vecinos en forma de nuevas versiones, un monopolio del que hasta ahora hab¨ªa sido due?o el cine estadounidense, y que siempre hab¨ªa sido criticado.
Con la vista puesta en Resac¨®n en Las Vegas y en el estilo de Todd Phillips, Ther¨®n y sus compinches han compuesto una farsa de elementos par¨®dicos muy bien interpretada (?Ernesto Alterio!), eficaz en el siempre complicad¨ªsimo humor f¨ªsico y con grandes chistes de cola, esos que cuando no se subrayan con la puesta en escena son siempre son los mejores. Si sirve para abrir caminos y empezar a huir del costumbrismo m¨¢s rancio, fenomenal. Eso s¨ª, abierta la veda, la pr¨®xima en esta l¨ªnea rogamos que sea verdaderamente original.
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