Alondra de la Parra, la imparable atracci¨®n de las batutas latinas
La mexicana debuta este fin de semana en Madrid con la Orquesta Nacional de Espa?a como una de las figuras emergentes de la m¨²sica cl¨¢sica mundial
La mism¨ªsima condenaci¨®n de Fausto, para ella, result¨® salvadora. Alondra de la Parra (Nueva York, 1980) era una adolescente cuando vio aquel espect¨¢culo montado por la Fura dels Baus en el Festival de Salzburgo, hacia el a?o 1997. Pero entre la tentadora seducci¨®n de unas cuerdas que descend¨ªan al infierno, ella quiso agarrarse a una para so?ar con convertirse en directora de orquesta. Regresar all¨ª alg¨²n d¨ªa, por qu¨¦ no, para trabajar junto a las mentes que concibieron esa versi¨®n de la obra de H¨¦ctor Berlioz. ¡°Aquello cambi¨® mi vida. Era algo parecido a la ¨®pera, tal como yo quer¨ªa hacerla¡±.
Lo recuerda ahora, 22 a?os despu¨¦s, en su primer paso por Madrid. La directora mexicana debuta este viernes con la Orquesta Nacional de Espa?a, junto al pianista dominicano Michel Camilo. Pero viene con ese sue?o cumplido ya que el pasado enero debut¨® junto a la Fura con T.H.A.M.O.S, un espect¨¢culo basado en m¨²sica de Mozart. El tenor Rolando Villaz¨®n la invit¨® a involucrarse en ¨¦l junto a Carlus Padrissa, su creador esc¨¦nico. Ha sido el comienzo de una relaci¨®n que va a traer m¨¢s colaboraciones conjuntas.
Alondra de la Parra es alguien que huye de etiquetas y encasillamientos. Con alergia a los clanes, deseosa de ser reconocida en su propia singularidad
Si la Fura dels Baus representa lo que a finales del siglo XX sacudi¨® desde el teatro de vanguardia un mundo caduco como el de la ¨®pera, Alondra de la Parra viene a aportar frescura ya en el siglo XXI como una de las figuras que refrescan el panorama de la m¨²sica cl¨¢sica: la de los j¨®venes maestros e int¨¦rpretes latinos, con carreras que van consolid¨¢ndolos como generaci¨®n reconocida y pujante, caso de ella y previamente de los venezolanos liderados por Gustavo Dudamel, el colombiano Andr¨¦s Orozco-Estrada, el peruano Hart-Bedoya o el argentino Alejo P¨¦rez, entre otros.
Naci¨® en Nueva York y a los dos a?os regres¨® con sus padres a M¨¦xico. Se form¨® despu¨¦s en la ciudad donde vino al mundo y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en Europa. Pero desde sus comienzos ha tratado de hacer hueco a los compositores latinos para que, seg¨²n ella, ¡°dejen de ser una rara excepci¨®n y pasen con todo derecho a formar parte del repertorio universal¡±. Fue el cometido de la iniciativa que impuls¨® De la Parra en 2004: la Orquesta de las Am¨¦ricas. Con 80 m¨²sicos de todo el mundo, interpretaban s¨®lo a compositores latinoamericanos: Astor Piazzolla, Heitor Villa-Lobos, Carlos Ch¨¢vez, Jos¨¦ Pablo Moncayo, Alberto Ginastera¡
Este fin de semana, para su debut en Madrid, no s¨®lo llega de la mano de Camilo, que interpretar¨¢ al piano Rhapsody in Blue, de George Gershwin y con Leonard Bernstein ¨C¡°mi modelo de director¡±-, en el programa, de qui¨¦n dirigir¨¢ piezas de West Side Story. Ha escogido obras de Arturo M¨¢rquez (Danz¨®n, n¨²mero 2) y Revueltas (La noche de los mayas). ¡°Ha sido de manera inconsciente, pero ahora que caigo. Define perfectamente qui¨¦n soy¡±.
Y Alondra de la Parra es alguien que huye de etiquetas y encasillamientos. Con alergia a los clanes, deseosa de ser reconocida en su propia singularidad, pero que representa con fuerza al fen¨®meno pujante de los latinos como aire refrescante y regenerador en la m¨²sica cl¨¢sica. Adem¨¢s, se ha abierto hueco en el panorama internacional como mujer: ¡°Aunque la desventaja parece evidente, es algo que no he dejado que me afecte. Me he concentrado m¨¢s en la m¨²sica que en la desigualdad. He tratado de hacer mi trabajo lo mejor posible¡±.
Aprovechar las oportunidades, como la que se le present¨® tambi¨¦n esta temporada con La flauta m¨¢gica en la Staatsoper de Berl¨ªn¡ Una cancelaci¨®n le abri¨® el podio y debut¨® as¨ª en la instituci¨®n que dirige Daniel Barenboim. ¡°Para m¨ª, es el m¨²sico vivo m¨¢s grande¡±, afirma Alondra de la Parra. El maestro la ofreci¨® m¨¢s representaciones y va a dirigir a lo largo de la temporada 33 del mismo t¨ªtulo. La intensidad y las posibilidades que se le han abierto la han hecho trasladarse desde M¨¦xico a la capital alemana con sus dos hijos de uno y tres a?os. ¡°Mi padre me lo dej¨® muy claro: los pescadores tienen que vivir en un puerto. Mi pap¨¢ es muy sabio. Pero, ?c¨®mo no me lo hab¨ªa dicho antes?¡±.
En Europa se siente a gusto y entre colegas tambi¨¦n n¨®madas. Como algunos de los amigos que hizo en el Sistema de Orquestas venezolano, hasta hace poco toda una inmensa cantera de talento, hoy en serio declive, arrastrado por el desplome total de su pa¨ªs. Ella dirigi¨® a la Orquesta Sim¨®n Bol¨ªvar antes de que emprendiera un rumbo errante, con gran parte de sus m¨²sicos en el exilio, empezando por su l¨ªder, Gustavo Dudamel. ¡°Es triste ver en lo que ha quedado el legado de Jos¨¦ Antonio Abreu ¨Cmuerto en 2017, creador del Sistema, el entramado que formaba m¨²sicos en barrios marginales de todo el pa¨ªs desde su creaci¨®n en 1975-, pero tuve la suerte de que me abri¨® sus puertas y me ayud¨® en mi formaci¨®n¡±, afirma.
Algo que sin duda aprendi¨® junto a ¨¦l, a Barenboim o a otros maestros reconocidos en su carrera, como Simon Rattle es que la interpretaci¨®n ideal no existe: ¡°S¨®lo nos acercamos a ella cada vez que podemos en una especie de frustraci¨®n gozosa. Mediante un masoquismo del disfrute que es lo que provoca que la m¨²sica se convierta en algo tan grande¡±.
El contagio del ¡®efecto Abreu¡¯
El fen¨®meno del Sistema de Orquestas creado por Jos¨¦ Antonio Abreu no ten¨ªa s¨®lo vocaci¨®n venezolana, sino latinoamericana. Y por tanto universal. El maestro cre¨® escuela. No s¨®lo de int¨¦rpretes y orquestas con una clara misi¨®n social para la m¨²sica, tal como inici¨® en barrios marginales su iniciativa en Caracas. Tambi¨¦n de direcci¨®n. Y muy fecunda. De sus ense?anzas han salido como figuras Gustavo Dudamel, el gran aglutinador, l¨ªder y guardi¨¢n de las esencias de Abreu por todo el mundo. Tambi¨¦n le han seguido otros como Christian V¨¢squez o Diego Matheuz, hoy consagrados y responsables titulares de orquestas en Europa, como la Sinf¨®nica de Stavenger (Noruega), caso de V¨¢squez, o del Teatro La Fenice, donde Matheuz fue nombrado en 2011 y estuvo cuatro temporadas. Hoy tambi¨¦n esa escuela vive su cara y su cruz, con Rodolfo Barr¨¢ez, como figura emergente y Jes¨²s Parra, el que fuera uno de los favoritos del maestro, gan¨¢ndose la vida con su viol¨ªn en las calles de Lima. Per¨² precisamente tambi¨¦n aporta a esta generaci¨®n latina sus nombres, como el de Miguel Hart-Bedoya, actual titular de la Orquesta de la Radio Noruega. Lo mismo que Colombia, donde destacan figuras como la de Andr¨¦s Orozco-Estrada. Desde Medell¨ªn, el maestro paisa ha sabido cuajar una carrera internacional con base en Europa, donde ha triunfado en formaciones como la Filarm¨®nica de Berl¨ªn. O el argentino Alejo P¨¦rez, que fue una de las figuras impulsadas en vida por otro gran descubridor de talento, como Gerard Mortier. P¨¦rez desembarca la pr¨®xima temporada en la ?pera de Vlaanderen (B¨¦lgica), como responsable musical.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.