Muere Diego Gal¨¢n, un sabio hombre de cine

Fue un verdadero y completo hombre de cine. Diego Gal¨¢n, periodista, cr¨ªtico, realizador y exdirector del Festival de Cine de San Sebasti¨¢n, falleci¨® este lunes en su domicilio, en Madrid, a los 72 a?os. Colaborador del diario EL PA?S, Gal¨¢n fue un entusiasta defensor del cine espa?ol, conocedor profundo de la industria audiovisual y hombre muy querido dentro del sector.

El a?o pasado, recibi¨® la Medalla de Oro de la Academia de Cine por su ¡°admirable trayectoria y su apoyo constante al cine espa?ol¡±. En esa ceremonia, uno de los ¨²ltimos actos a los que acudi¨® Diego Gal¨¢n, acuciado por problemas card¨ªacos desde hace un tiempo, hizo gala de algo ins¨®lito, al menos en p¨²blico, emocionarse. Rodeado de muchos amigos, Gal¨¢n recibi¨® el galard¨®n de manos de la productora Esther Garc¨ªa, en un acto que fue presentado por uno de sus grandes incondicionales, Paco Le¨®n. ¡°A m¨ª no me emociona nadie y lo hab¨¦is conseguido. Ahora con un vino se me pasar¨¢¡±, admiti¨®. ¡°Mi ilusi¨®n por el cine espa?ol, que naci¨® de ni?o en el Teatro Cervantes de T¨¢nger, no ha muerto. Ve¨ªa las pel¨ªculas varias veces, as¨ª me hice especialista en grandes figuras de nuestra cinematograf¨ªa¡±, confes¨® el cineasta nacido en T¨¢nger en 1946.

Este ¡°gal¨¢n de galanes¡±, como se refer¨ªa a ¨¦l su amigo el cr¨ªtico Jaume Figueras, fue un nombre imprescindible en el Festival Internacional de Cine de San Sebasti¨¢n. Estuvo al frente del certamen en dos ocasiones (1986-1989 y 1995-2000) y sigui¨® vinculado a ¨¦l como consejero muchos a?os despu¨¦s. ¡°Hasta siempre Diego. Convertiste el Festival de San Sebasti¨¢n en un festival de todos y nunca te olvidaremos. Encuentra tu pel¨ªcula all¨¢ donde est¨¦s...¡±, ha escrito la direcci¨®n del festival en su cuenta de Twitter. Su amor por el Zinemaldia lo dej¨® bien retratado en dos libros, Jack Lemmon nunca cen¨® aqu¨ª (Plaza & Jan¨¦s, 2001), en el que recorr¨ªa la trastienda del certamen a lo largo de 13 a?os, y 50 a?os de rodaje (2002), un inventario gr¨¢fico de la historia del festival.

Gal¨¢n comenz¨® su carrera como cr¨ªtico en la revista Triunfo, tarea que pas¨® a ejercer despu¨¦s en EL PA?S, diario al que ha estado vinculado de forma intermitente desde 1980. Ayudante de direcci¨®n en algunos programas de Televisi¨®n Espa?ola dirigidos por Pedro Olea o Josefina Molina, en los setenta comenz¨® a escribir y dirigir sus primeros cortos, como Apunte sobre Ana o Una tarde con Dorita Amor, protagonizado por Amparo Soler Leal. Autor de varios libros sobre cine, destacan los dedicados a Pilar Mir¨® y el que recoge la memoria de dos de sus maestros, Eduardo Haro Tecglen y Fernando Fern¨¢n G¨®mez.

Aunque afirm¨®: ¡°Al cuarto cortometraje decid¨ª que aquello no era para m¨ª¡±, Gal¨¢n se meti¨® de lleno en la direcci¨®n, primero con las series Memorias del cine espa?ol y Queridos c¨®micos y luego con el documental Pablo G. del Amo, un montador de ilusiones, que se present¨® en la secci¨®n Zabaltegi de San Sebasti¨¢n. Sus ¨²ltimos trabajos como realizador reflejan el gran amor y pasi¨®n que sent¨ªa por el cine. Su documental Con la pata quebrada, una impactante radiograf¨ªa de la historia de Espa?a a trav¨¦s de la mujer, se proyect¨® a lo grande en el festival de Cannes de 2013. Con la pata quebrada, que naci¨® tras la realizaci¨®n de ?Qui¨¦n fue Pilar Mir¨®?, es un recorrido sentimental y divertido, pero tambi¨¦n terrible y pat¨¦tico sobre los retrocesos y avances de las mujeres desde la II Rep¨²blica Espa?ola hasta la actualidad.

Tres a?os m¨¢s tarde, en 2016, fue el mundo del machismo el que sirvi¨® de acicate para que de nuevo Diego Gal¨¢n se pusiera detr¨¢s de las c¨¢maras. El documental Manda huevos es un repaso a la figura del macho hisp¨¢nico en el cine desde los a?os treinta hasta ahora, para el que tuvo que revisar m¨¢s de 1.000 pel¨ªculas. Gran estudioso, era Gal¨¢n un hombre que lo sab¨ªa todo del cine espa?ol. Su memoria, adem¨¢s, era prodigiosa. Elegante, ir¨®nico, mordaz y poco amigo de los halagos, hace ahora un a?o los tuvo que o¨ªr en voz alta y en p¨²blico de tantos y tantos amigos que acudieron a la sede de la Academia de Cine. All¨ª estaban Ana Bel¨¦n, Aitana S¨¢nchez-Gij¨®n, Fernando Colomo, Fernando M¨¦ndez-Leite, Imanol Uribe, Pedro Olea o Mariano Barroso, entre otros. Ese d¨ªa, volvi¨® a su casa con un regalo muy especial: un sombrero que hab¨ªa pertenecido a Marcello Mastroianni y que le regal¨® su querido Pedro Moreno. El sombrero le quedaba de cine.