Una obra de dos siglos
Notre Dame es mucho m¨¢s que los turistas que recibe anualmente o la admiraci¨®n que despierta: es Europa entera
Mientras escribo esto, se quema Notre Dame de Par¨ªs, la Catedral por excelencia. Una vez m¨¢s la Historia reducida a cenizas. Las televisiones est¨¢n hablando de los turistas que recibe anualmente ¡ªcifras vertiginosas¡ª, de la admiraci¨®n que despierta, del icono de Par¨ªs, pero Notre Dame es mucho m¨¢s que eso: es Europa entera. Empezada a construir en 1163, cuando la plena Edad Media estaba configurando el concepto de lo europeo, oficialmente se supone que se termin¨® de construir a mediados del XIV, doscientos a?os de intensos trabajos que dieron lugar a uno de los edificios m¨¢s hermosos del mundo. Pero Notre Dame no se qued¨® ah¨ª: fue una compleja obra de ingenier¨ªa que posibilit¨® la incre¨ªble estilizaci¨®n de la arquitectura, fue alarde de maestros vidrieros que, especialmente a trav¨¦s de sus grandes rosetones, los m¨¢s grandes que se conocen, supieron trasladar la imaginada luz celestial a la tierra, fue espacio para el rezo personal y para la glorificaci¨®n de Dios y de algunos hombres, como Napole¨®n Bonaparte, que fue coronado aqu¨ª emperador en 1804.
Notre Dame ha sido tambi¨¦n escenario de las convulsiones de Europa y de la evoluci¨®n de las sociedades. Sobe ella se cebaron los revolucionarios franceses que, queriendo borrar un pasado feudal, destruyeron buena parte de sus esculturas, pero fue tambi¨¦n la joya que, a mediados del XIX, quiso proyectar la historia y la imagen poderosa de una gran Francia que se miraba en su pasado. Fue entonces cuando el prestigioso arquitecto Viollet-le-Duc asumi¨® la restauraci¨®n ¡ªhay quien dice que excesiva¡ª del conjunto, desarrollando una tarea tan cuidadosa y h¨¢bil que cre¨® escuela en todo el mundo.
Viollet, gran conocedor de la Edad Media, reconstruy¨® la escultura perdida, a?adiendo nuevos grupos que en el fondo son un gui?o a su tiempo y, por tanto, parte tambi¨¦n esencial de la larga historia de la catedral. En la flecha del crucero, donde se ha iniciado el incendio, este sabio arquitecto coloc¨® estatuas de los 12 ap¨®stoles, todos mirando hacia la ciudad, salvo uno, Tom¨¢s, patr¨®n del gremio de la arquitectura, que en realidad es un retrato de Viollet y que ajeno a las cosas del mundo, mira hacia arriba, observando su obra.
Notre Dame se reconstruir¨¢, no cabe duda, y comenzar¨¢ una vez m¨¢s otra etapa de su historia, pero la vieja, la de tantos siglos, ser¨¢ cenizas, como los huesos de todos sus creadores.
Jaime Nu?o Gonz¨¢lez es historiador y director del Centro de Estudios del Rom¨¢nico de la Fundaci¨®n Santa Mar¨ªa la Real.
Babelia
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