Tanit Plana: ¡°Internet nos convierte en ciegos¡±
Una exposici¨®n re¨²ne la obra de la fot¨®grafa, una invitaci¨®n a explorar las tensiones entre aquello que est¨¢ oculto y lo que permanece visible
La fotograf¨ªa viene siendo para Tanit Plana (Barcelona, 1975) una forma de adentrarse en aquello que no comprende. El veh¨ªculo a trav¨¦s del cual inicia una b¨²squeda que le acerca a aquellas cuestiones que son invisibles y que nunca van a poder ser fotografiadas, al tiempo que sirve de herramienta para agitar y diluir los l¨ªmites establecidos. Es esta constante la que mejor define el trabajo de la fot¨®grafa, que reunido como una retrospectiva y bajo el t¨ªtulo Es lo que es,?puede verse en la Sala Canal de Isabel II hasta el 19 de mayo. ?Qu¨¦ es aquello que no se ve y c¨®mo se relaciona con lo visible?, nos plantea de forma recurrente la artista.
La autora forma parte destacada de una generaci¨®n de fot¨®grafos que inicia su trayectoria cuando a¨²n nadie pod¨ªa sospechar el alcance de la era digital -a la que pertenecen David Jim¨¦nez, Juan Valbuena o Mat¨ªas Costa, a quienes la sala dedicar¨¢ tambi¨¦n muestras monogr¨¢ficas en las pr¨®ximas temporadas-. ¡°Antes de la irrupci¨®n de la tecnolog¨ªa digital la fotograf¨ªa estaba relacionada con ¡®la verdad¡¯¡±, dice la fot¨®grafa. ¡°A partir de ah¨ª todo empez¨® a tener otro valor; un valor de circulaci¨®n r¨¢pida y de intercambio, m¨¢s l¨ªquido y et¨¦reo y la naturaleza del lenguaje con el que trabaj¨¢bamos cambi¨®. Se gener¨® una sacudida que en mi caso me afianz¨® en un trabajo m¨¢s anal¨ªtico y filos¨®fico. De alguna manera me dispar¨® hacia lo opuesto, a la fotograf¨ªa de gran formato, costosa, lenta y pesada que me mantiene en cuerpo y en mente en la tierra¡±.
A trav¨¦s del recorrido por la muestra se aprecia la evoluci¨®n de la artista a lo largo de quince a?os. Parte desde unos planteamientos ¨ªntimos que adquieren el car¨¢cter de diario visual, hac¨ªa una pr¨¢ctica m¨¢s experimental y reflexiva. La autora, ¡°en armon¨ªa con el contexto en el que est¨¢ implantada, se ha vuelto cada vez m¨¢s refinada, m¨¢s autorreferencial y m¨¢s consciente de las posibilidades y limitaciones del medio¡±, escribe Moritz Neum¨¹ller, comisario de la exposici¨®n, quien ha concebido la exhibici¨®n en torno a dos ejes: uno cronol¨®gico que ha permitido una relectura de las primeras series, y otro que invita a una reflexi¨®n profunda sobre el uso que hacemos de la imagen.
En la planta baja y agrupados bajo el t¨ªtulo de Violencia aplicada encontramos varios proyectos realizados entre 2001 y 2008 que tratan de los afectos: el amor, la p¨¦rdida, la muerte, la ruptura, o la necesidad de reparaci¨®n. Cuestiones que no pueden ser fotografiadas. El acercamiento de la autora es intuitivo y visceral y genera un lugar de encuentro que elimina dualidades, la separaci¨®n entre lo animado e inanimado y entre los publico y lo privado para visibilizar lo invisible. ¡°Me interesa fotografiar en el espacio de lo dom¨¦stico aquellas situaciones que normalmente nadie fotograf¨ªa, que nadie mira de frente¡±, apunta la artista. ¡°Me sirven para relacionarme afectivamente de otra forma¡±. As¨ª, espont¨¢neamente, Plana decidi¨® fotografiar el funeral su abuelo para visibilizar los afectos. ¡°Aborda todas las cuestiones que tienen que ver con la existencia humana desde una perspectiva femenina, sin tab¨²es y con una honestidad aplastante¡±, se?ala el comisario. ¡°Una honestidad que roza la na?vit¨¦. Pero es una ingenuidad t¨¢ctica, una manera de eliminar prejuicios para poder recibir la informaci¨®n sin filtros, sin pudor¡±.
En Para Siempre (2010) -un proyecto que la artista considera de transici¨®n- convoc¨® a varias mujeres para fotografiarlas con sus vestidos de novia. Su prop¨®sito era derribar al estereotipo de la figura de la mujer configurado bajo una mirada masculina, aquel que las mujeres hemos hecho nuestro, y poder mostrar otra narrativa. ¡°De las mujeres que vemos vestidas de novia solamente identificamos a una como tal. Esto me resulta muy interesante. La fotograf¨ªa me permite establecer unas complicidades muy profundas que me llevan a obtener im¨¢genes distintas¡±, se?ala la fot¨®grafa.
Destaca su inter¨¦s por las cuestiones que tienen que ver con la virtualidad. A partir de un dato muy concreto, por el que supo que el 95 % de comunicaciones se dan por cable, empez¨® a querer fotografiar el cuerpo de Internet; la arquitectura y el peso de unas estructuras aparentemente invisibles. ?Puede el cuerpo digital dejar rastro sobre el cuerpo fotogr¨¢fico anal¨®gico?, se pregunta. As¨ª, en Infrarrojo cercano trata de encontrar el rasgo visible de la luz l¨¢ser que transporta nuestros datos a trav¨¦s de Internet. El resultado son im¨¢genes en las que la luz dibuja de forma aleatoria sobre el papel.
En la serie Escala y Fragmento (2017), la fot¨®grafa se?plantea seguir la huella de un mensaje de correo electr¨®nico mediante un trabajo de investigaci¨®n y producci¨®n que la lleva a Los ?ngeles. All¨ª contacta con Leonard Kleinrock, quien en 1969 consigui¨® que dos ordenadores se comunicasen a trav¨¦s de la red telef¨®nica por primera vez. ¡°La hip¨®tesis de salida era tratar de ver las estructuras filos¨®ficas que hacen que un correo electr¨®nico pueda viajar a fracciones de segundo tantos kil¨®metros¡±, se?ala la artista. ¡°La complejidad estaba en acceder a esas empresas de telecomunicaciones y observar esas estructuras, no solamente arquitect¨®nicas sino tambi¨¦n de poder asociadas a Internet. ?Sobre qu¨¦ se sustenta Internet? No tengo intenci¨®n de explicar c¨®mo funciona la red sino generar una escenograf¨ªa de los engranajes de poder que se esconden detr¨¢s de esta nada inocente nube. Son estructuras industriales que parece que est¨¢n quietas, que simplemente trasladan luz con c¨®digos dentro. Lo que no se ve es qu¨¦ est¨¢ generando nuestra actividad como bien de consumo y c¨®mo es explotada por el llamado capitalismo de vigilancia¡±.
Durante aquella visita a Kleinrock pudo fotografiar los manuales de programaci¨®n escritos en c¨®digos que permitieron que la comunicaci¨®n entre las m¨¢quinas. Esto dio pie a la serie The Woods of Codes donde establece un di¨¢logo con el algoritmo. ¡°Sin poder entender aquel lenguaje de c¨®digos, empec¨¦ a buscar formas que fotografiadas y aumentadas me recordaban a p¨¢jaros. A trav¨¦s de una aplicaci¨®n de m¨®vil los relacion¨¦ con 22 especies. Entonces utilice Google Image Search para desarrollar la taxonom¨ªa de estas especies. Cuando lanzas tu signo a Internet con el fin de clasificarlo lo relacionas con otras im¨¢genes y genera una serie de verdades morfol¨®gicas y taxon¨®micas. Se trata de recordar que quiz¨¢s debemos de ser cautos ante aquello que Internet nos da como verdades¡±, explica la artista.
¡°Internet ofrece tal cantidad de informaci¨®n fragmentada, de una forma tan espeluznante, que b¨¢sicamente ha cambiado nuestra mirada, ceg¨¢ndonos¡±, se?ala la autora. ¡°Somos adictos al update. Tenemos necesidad, de estar al d¨ªa de las actualizaciones en la red y esto dificulta la mirada. Dificulta poder pensar y articular una mirada propia. Por lo tanto, podemos afirmar que nos convierte en ciegos. Aquello que vemos no tiene ning¨²n sentido finalmente¡±.
La c¨²pula de la sala est¨¢ ocupada por una pieza creada especialmente para la exposici¨®n titulada Aqu¨ª no hay nada que ver, disp¨¦rsense. El espectador es recibido con los trinos de unos p¨¢jaros ficticios que se lanzan al vuelo a trav¨¦s de unas vaporosas banderas. Im¨¢genes est¨¢ticas que parecen tener la capacidad de volar. Esto est¨¢ acompa?ado por tres fuentes de v¨ªdeo que nos hablan de la historia del cable, de las c¨¢maras de internet y de la fabricaci¨®n de los dispositivos tecnol¨®gicos ecol¨®gicos. Im¨¢genes en apariencia inconexas entre s¨ª, conectadas con la realidad personal de la artista y sincronizadas por un flujo de datos que de forma permanente nos envuelve. ¡°El t¨ªtulo es completamente ir¨®nico¡± se?ala la artista. ¡°Estoy pidiendo lo contrario: que esta fragmentaci¨®n a la que estamos expuestos, en lo que todo parece que tiene que ser individual, no nos disperse. Que nos mantengamos receptivo a la comunidad. Esto permite pensar y generar contenidos desde otro punto de vista, algo que parece ha quedado obsoleto fuera de los centros de producci¨®n de contenido¡±.
Tanit Plana. Es lo que es. Sala Canal de Isabel II, Madrid. Hasta el 19 de mayo.
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