La pobre Cersei
El pen¨²ltimo cap¨ªtulo de 'Juego de tronos' subi¨® del todo la regleta de la ¨¦pica y el caos y baj¨® la de la trama, con la reina Lannister perdida en ambos sentidos
Se acab¨® el juego, y el trono a saber d¨®nde ha quedado. En el quinto episodio de la octava temporada de Juego de Tronos, el pen¨²ltimo de la serie que acaba la madrugada del domingo, subi¨® ya del todo la regleta del efecto especial, la ¨¦pica del nosotros o el caos y la belleza angustiosa del horror m¨¢s horroroso... Y baj¨® la de la trama, que huye hacia el final como Arya en el cap¨ªtulo, ¡°you have to keep moving¡±, p'alante, p'alante, y entonces, pum, aparecer¨¢ un caballo blanco.
Ya no hay enredo, solo tinieblas y poes¨ªa. Disfrutaremos del final, sea el que sea, pero echaremos de menos el intr¨ªngulis, que se dice igual en alto valirio.
Solo queda despedirse de los personajes que amaste. El adi¨®s a Daenerys ya ha ocurrido: devenida apresuradamente en genocida chiflada a lomos de una bomba at¨®mica, es solo un monstruo sin grietas humanas. Fue preciosa la despedida de los chicos Lannister, aunque luego Tyrion pas¨® el resto del cap¨ªtulo deambulando un poco joennievizado: o sea, a verlas venir. Ojal¨¢ un destello final ¡ªantes de que desaparezca del todo de mi vida, snif¡ª de aquel cabr¨®n genial (favorito nivel me caso) que sufr¨ªa y plac¨ªa a dentelladas, que ten¨ªa gracia con infinita pena; aunque claro, con tanto drama, no pega.
Qu¨¦ tristeza tener que despedirse de las Stark. El arrojo ciego de Arya que ojal¨¢ salve el mundo de nuevo (en el final menos desesperanzador que cabe), la templanza y fortaleza de Sansa (aunque enerva un poco la boquita apretada esa que pone, como su madre Catelyn, en plan, ¡°?humm!, yo s¨¦ lo que me digo¡±). Pero a Sansa, la ¨²nica capaz de restablecer cierto orden en el mundo, no la ves saliendo del Norte (comprensible dado lo que le ha pasado fuera, tambi¨¦n te digo). De presidenta de Diputaci¨®n, s¨ª. Sansa, La Sansata, con sus pieles de entretiempo por la Calle Grande de Invernalia.
Y luego est¨¢n Bran y Jon... Zzzzz.... Ay, perd¨®n.
De los muchos que ya partieron (el cap¨ªtulo fue una boda roja gris ceniza), El Perro tuvo una despedida a su enorme altura, salv¨® a su ni?a, que es nuestra, y arrastr¨® al bully de su hermano entre risotadas: la burla cruel de su venganza, acabar abrazados. Varys tambi¨¦n tuvo un adi¨®s divino, de vuelta a las andadas con los pajaritos y sabiendo el coste. Y c¨®mo se mereci¨® el Maestre Qyburn ese palmotazo mortal, muriendo como el bicho que siempre fue.
La mejor muerte del cap¨ªtulo fue tambi¨¦n la peor. Despu¨¦s de hacerle un ¡°no eres t¨², soy yo¡± de libro a Brianne, Jaime vuelve al ¨²tero fraterno de Cersei. Y le entiendes, porque es el personaje con el arco mejor dibujado (y encima, mientras crece, pasa de guapo a matamecami¨®n). El tempo cuidad¨ªsimo de la evoluci¨®n de Jaime hace que empatices con ¨¦l aun cuando da lo peor de s¨ª mismo, su crueldad es hermosa porque es la de cualquiera (las cosas que hacemos por amor).
Total, que Jaime y Cersei acaban en la cripta al borde de un beso, a punto de morir. ¡°Nada m¨¢s importa¡±, dice ¨¦l. Y aquello es tan rom¨¢ntico, tan tremendo, tan eros y tan t¨¢natos a lo loco, que casi oyes a Metallica tocar en el estadio de tu cabeza Nothing else matters a todo volumen (So close, no matter how faaaaar). Es un final glorioso para un amor raro y doliente y verdadero. Qu¨¦ bien se nos ha muerto Jaime, qu¨¦ gusto despedir con tanta fidelidad a un personaje.
Pero todo tiene un precio... Ay, Cersei. Sin una ¨²ltima maldad. Sin una trastada de las suyas, que anda que no le habr¨¢ dado tiempo a pensar un plan B, tanto mirar por la ventana y beber vinos. Pues no, la p¨¦rfida y deliciosa reina Lannister, la que se pase¨® en pelotas con la cabeza bien alta de venganza, acaba acongojada en brazos del hombre que amamos. Perdonada, porque en el fondo es buena madre, lleva subrayando Tyrion ya un rato, y porque el amor todo lo cura, supongo. Redimida, qu¨¦ vulgaridad, como una femme fatale del mont¨®n.
Entre sollozos, Cersei le pide al Matarreyes que no la deje morir. ¡°Quiero que nuestro beb¨¦ viva¡±. ¡°No quiero morir¡±. Y luego: ¡°As¨ª no quiero¡±. No me salv¨¦is mat¨¢ndome envuelta de amor, no limpi¨¦is mi nombre traicion¨¢ndolo. ¡°As¨ª no, as¨ª no¡±, repite la pobre Cersei. Acabo de escribir ¡°la pobre Cersei¡±, a eso me refiero.
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