Ceremonioso rejoneo
Mart¨ªn Burgos, Moura y Telles pasearon una oreja cada uno de una mansa corrida de Los Espartales
Los Espartales / Seis rejoneadores
Toros despuntados para rejoneo de Los Espartales, bien presentados, muy mansos, descastados y deslucidos.
Mart¨ªn Burgos: pinchazo y rej¨®n bajo y contrario (oreja).
Rui Fernandes: pinchazo, rejonazo trasero y dos descabellos (ovaci¨®n).
Joao Moura jr.: bajonazo (oreja).
Joao Telles: pinchazo, rej¨®n y un descabello (oreja).
Roberto Armend¨¢riz (confirmaci¨®n): cinco pinchazos ¡ªaviso¡ª pinchazo ¡ª2? aviso¡ª y dos descabellos (palmas).
P¨¦rez Langa (confirmaci¨®n): rej¨®n traser¨ªsimo ¡ªaviso¡ª (vuelta por su cuenta y algunas protestas).
Plaza de Las Ventas. 26 de mayo. D¨¦cimotercera corrida de feria. Media entrada (12.724 espectadores, seg¨²n la empresa).
Lo m¨¢s emotivo de la tarde de los seis caballeros en plaza fueron las dos ceremonias de confirmaci¨®n. Sale al ruedo el caballero m¨¢s antiguo, Mart¨ªn Burgos; a continuaci¨®n, el confirmante, y detr¨¢s los cuatro rejoneadores restantes. El veterano espera al novato, al que hace entrega de un rej¨®n de castigo, le suelta una parrafada y lo despide con un abrazo. Seguidamente, los dem¨¢s, de uno en uno, protocolariamente, se acercan y dan la bienvenida al compa?ero con abrazo o apret¨®n de manos seg¨²n la confianza de cada cual. Y la gente se parte las manos a aplaudir. Y as¨ª, dos veces. Total, m¨¢s ceremonia que toreo.
La verdad es que la corrida de Los Espartales fue mansa y deslucida en demas¨ªa, lo que unido a la inexperiencia de algunos caballeros, la falta de calidad y la pretendida espectacularidad de otros, provoc¨® que el festejo solo se salvara por la generosidad de un p¨²blico aplaudidor.
La primera oreja la pase¨® el maestro de las ceremonias descritas, Mart¨ªn Burgos, quien deslumbr¨® a la concurrencia con piruetas, carreras y un buen sentido del marketing. Vendi¨® muy bien su producto. Acert¨® con las banderillas, se luci¨® con un par a dos manos y mat¨® mal.
Abri¨® plaza Armend¨¢riz, quien no tuvo suerte con su primer toro en Las Ventas. Le sali¨® el m¨¢s manso de la dehesa, que busc¨® las tablas con desmedido af¨¢n e intent¨® saltar al callej¨®n y se qued¨® a mitad de estas. Muy laboriosa result¨® su infructuosa labor. Clav¨® con soltura, quebr¨® bien en banderillas y pas¨® un aut¨¦ntico quinario a la hora de matar.
Le sigui¨® su compa?ero inici¨¢tico, P¨¦rez Langa, inexperto en exceso y sobrado de picard¨ªa. Ante otro manso y tras una actuaci¨®n deficiente en extremo ¡ªtore¨® muy poco, clav¨® muy despegado y abus¨® de las pasadas en falso¡ª dio una vuelta al ruedo por su cuenta mientras parte de la plaza protest¨® airadamente la decisi¨®n impropia de un rejoneador con futuro. Su falta de respeto a su profesi¨®n y al prestigio de la plaza queda para los anales. La delegaci¨®n portuguesa la encabez¨® el veterano Rui Fernandes, con 20 a?os de alternativa ya. Su labor fue muy aseada, m¨¢s templada y torera que en actuaciones precedentes ante otro toro manso y descastado. Es un caballero sobrio y le cuesta llegar a los tendidos; como no mat¨® con precisi¨®n se conform¨® con unos cari?osos aplausos.
Subi¨® el nivel Joao Moura j¨²nior, m¨¢s placeado y torero que sus compa?eros. Clav¨® a la grupa, como manda el rejoneo moderno, pero templ¨® muy bien a dos bandas y se luci¨® en banderillas a lomos de Hostil. Todo lo emborron¨® con un feo bajonazo, a pesar de lo cual pase¨® un trofeo.
Cerr¨® la tarde-noche (normal, con tanto ceremonial) Joao Telles, sobrio, acertado en rejones de castigo y banderillas y muy por encima de su manso oponente.
La corrida del lunes
Novillos de La Quinta para ?ngel Jim¨¦nez, El Galo y Francisco de Manuel.
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