Los viejos rockeros van al infierno de ¡®La Voz Senior¡¯
La ignorancia del jurado del programa es clamorosa y desconcertante, pero su groser¨ªa va m¨¢s all¨¢ de lo que se ve en la pantalla
Lo contaba esta semana Juan Mari Montes, veterano letrista del pop espa?ol: la ignorancia del jurado de La Voz Senior es clamorosa y desconcertante, pero su groser¨ªa va m¨¢s all¨¢ de lo que se ve en la pantalla (que ya es mucho). Jos¨¦ Luis Campuzano, el Sherpa, cantante de Bar¨®n Rojo cuando llenaban estadios, recibi¨® una invitaci¨®n para presentarse a las audiciones. ?A las audiciones! Su respuesta, que ¨¦l mismo ha publicado, se ha viralizado: ¡°Oh, ?qu¨¦ emoci¨®n! Quer¨¦is que me presente a las audiciones. Solo me ha costado 50 a?os de carrera musical, varios discos de oro y platino, innumerables actuaciones y millones de asistentes a nuestros conciertos llegar hasta aqu¨ª¡±. Sherpa cantaba que los rockeros van al infierno, pero no sab¨ªa que el infierno era un talent show para m¨²sicos pasados de moda.
A una ignorancia inexplicable en tiempos de Google, donde cualquiera puede documentarse en tres segundos desde su m¨®vil antes de abrir la boca, se une un desprecio end¨¦mico y televisivo por el legado cultural. Vivimos en un pa¨ªs donde Fernando Arrabal no es un dramaturgo revolucionario, sino un borrach¨ªn que anunci¨® el milienarismo, donde Paco Umbral no es uno de los grandes escritores del siglo XX, sino un cascarrabias que ven¨ªa a hablar de su libro, y donde Fernando Fern¨¢n-G¨®mez, lejos de recordarse como el actor y escritor excepcional que fue, se evoca como alguien que mand¨® a la mierda a un se?or pesado una vez. La televisi¨®n, que tanto defiendo como expresi¨®n sublime de la cultura pop, es tambi¨¦n una trituradora de talentos y una f¨¢brica de piensos para ganado estabulado.
Ahora se dedican a importunar a leyendas de la m¨²sica espa?ola, sac¨¢ndolas de su jubilaci¨®n, para humillarlas en un plat¨®: venga, abuelete, c¨¢ntanos algo, les dicen. En vez de cantar, deber¨ªan darles unos buenos sopapos, para que aprendan a respetar las canas.
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