Pablo Pineda: ¡°Tengo un alto concepto de m¨ª mismo¡±

Llega a la redacci¨®n de EL PA?S de camino a la estaci¨®n del AVE con su trolley y su bolso ¡ª¡°antes se llamaba mariconera, pero ahora es pol¨ªticamente incorrecto¡±¡ª y me quita la palabra de la boca. ¡°Sol Alameda me hizo la mejor entrevista de mi vida para este peri¨®dico¡±, me dice, justo antes de que le ense?e el ejemplar de El Pa¨ªs Semanal de 2003 donde aparece en portada tomando el t¨¦ en el balc¨®n de su casa de M¨¢laga. ¡°El maestro Pineda¡±, reza el titular, aludiendo al t¨ªtulo del entonces flamante primer licenciado universitario con s¨ªndrome de Down en Espa?a, y en Europa. Ha llovido desde entonces. Pineda es una estrella. Soledad Alameda, maestra de periodistas y autora de aquella entrevista, otra: en paz descanse. Pero hay cosas que no cambian nunca.

?Qu¨¦ queda de aqu¨¦l chico de portada de hace 15 a?os?

He hecho muchas cosas: una pel¨ªcula, dos libros, un programa de televisi¨®n. Entonces quedaba todo por hacer en visibilidad de la diversidad, pero yo no he cambiado tanto. Ah¨ª estaba poco hervido, era un chavea, un pipiolo, un ni?o grande, y sigo si¨¦ndolo. Ten¨ªa y tengo el mismo sentido del disfrute, pero ahora tengo m¨¢s mundo.

?Ha pasado la crisis de los 40?

Soy poco de crisis. Soy inasequible al desaliento. La palabra rendici¨®n no entra en mi vocabilario. Puedo tener alg¨²n baj¨®n, pero enseguida saco pecho y tiro para adelante. Para eso soy leo.

No hace falta que lo jure.

S¨ª. Soy mucho de aqu¨ª estoy yo, y si no estoy, me busco y me encuentro. Tengo mucho amor propio y siempre he tenido un gran concepto de m¨ª mismo. He vivido siempre luchando, nadando contracorriente, como los salmones.

Hoy a nadie le extra?a ver a una persona 'Down' en una oficina. ?Qu¨¦ parte de culpa es suya?

Mi parte no es peque?a, Y m¨¢s que la m¨ªa, la de mis padres. Cuando nac¨ª, dijeron que iba a ser como mis hermanos. Los h¨¦roes son ellos, porque en aquella ¨¦poca hablar de integraci¨®n era ciencia ficci¨®n. Apostaron por educarme, formarme y hacer de su hijo una persona. Y podr¨ªan haberme dejado en casa, esconderme y sobreprotegerme como un jarr¨®n. En aquella ¨¦poca se permit¨ªa.

Ahora podr¨ªan ser denunciados por abandono.

S¨ª, y eso es muy grande.

En su programa con 'El Langui', ambos bromean sobre su discapacidad. ?No se molestan?

Nos re¨ªmos de nosotros mismos. La hipercorrecci¨®n pol¨ªtica no es buena, hay que darle naturalidad a las cosas. Se puede llamar a las cosas por su nombre con respeto y no esconderse en eufemismos que sobreprotegen a¨²n m¨¢s.?Por qu¨¦ vamos a decir invidentes si se puede decir ciegos?

?Y usted qu¨¦ es?

Una persona.

Me dec¨ªa Gloria Ramos, la actriz de 'Campeones', que a su madre le preocupaban sus novios.

Porque a las madres no les gusta que sus hijos sufran. Sean como sean y tengan la edad que tengan. Yo soy muy enamoradizo, y mi madre me dice, cuidado con las chicas, no te embales.

?Ha tenido muchas novias?

No, ese es el problema. Que yo me enamoro y ellas menos.

?Le han roto el coraz¨®n?

Ese es el tema. Y ah¨ª es donde mi madre sufre. Porque yo soy un magdaleno. Soy muy sensible y muy rom¨¢ntico, muy chapado a la antigua y lloro enseguida.

?Llora o r¨ªe m¨¢s en la vida?

R¨ªo. He llorado sobre todo por amor. Por las palabras. Te pueden decir: 'no te correspondo'. Pero es que adm¨¢s te dicen: 'no quiero herir tus sentimientos', y eso duele a¨²n m¨¢s. Las chicas normales, entre comillas, no saben tratar a una persona con discapacidad.

?Por miedo a herirla?

Porque para entender estos temas, tienes que ser una mujer hecha, haber pasado avatares en la vida. Las chicas j¨®venes, que tienen una corte de chicos detr¨¢s, no ven al distinto. Ven al discapacitado, no a la persona.

Y a usted le gustan esas.

Claro, el problema es que subo el list¨®n. Me enamoro de las de arriba, ellas no suelen bajar, y me quedo ah¨ª, en tierra de nadie.

Bueno, para las separadas de 50 a?os ligar tambi¨¦n es dif¨ªcil.

Los separados de 50 a?os y los s¨ªndrome de Down estamos en la median¨ªa y al m¨¢rgen. Nos sacan del mercado. Y no nos comemos un col¨ªn. Estamos fuera del club.

Alg¨²n col¨ªn se habr¨¢ comido

Hombre, le he ca¨ªdo bien a alguna chica. Tampoco hay que dramatizar. Cuando venga, vendr¨¢.

Mientras tanto, se pone ciego en su programa de tele. ?Es m¨¢s de espumas o de chuletones?

Donde se ponga una morcilla, que se quite una espuma. Eso para una fiesta. O un c¨®ctel. Un c¨®ctel es horroroso y aburrid¨ªsimo. Esas bandejitas pasando siempre con lo mismo, la piruleta de kikos. Tr¨¢eme un entrecot, hombre.

?Qu¨¦ ve en los ojos de la gente en los c¨®cteles? ?Pena? ?Apuro?

Depende. Antes, me hablaban raro, como si fuera un ni?o. Ahora no, desde que hice la pel¨ªcula, soy el actor. Pero yo soy muy psic¨®logo, me fijo mucho en la mirada y s¨¦ perfectamente lo que est¨¢s pensando.

Pues d¨ªgamelo a la cara.

Por las preguntas que me has hecho y por c¨®mo me est¨¢s mirando, creo que me ves como una persona, como un igual. Me preguntas lo mismo que le preguntar¨ªas a otra persona. Como me mir¨® Sol alameda.