La carne es triste

Fundada en 1981 por el sacerdote Patrick Giros, la asociaci¨®n Aux captifs la lib¨¦ration pone en pr¨¢ctica su particular antropolog¨ªa humanista cristiana abriendo v¨ªas de di¨¢logo entre su equipo de trabajadores sociales y las personas ancladas en una situaci¨®n de pobreza y exclusi¨®n social, con particular atenci¨®n a los sin hogar y a quienes ejercen la prostituci¨®n callejera. Tres a?os de trabajo de campo como voluntario en el seno de la asociaci¨®n han permitido al director Camille Vidal-Naquet matizar su mirada sobre el material humano que nutre su primer largometraje: Sauvage, visceral, dur¨ªsimo, expl¨ªcito y finalmente conmovedor paseo al lado de un chapero del Bois de Boulogne durante los d¨ªas que podr¨ªan preceder a su posible salvaci¨®n social.

Sudoroso, tatuado, presa de una perpetua urgencia, herido, marcado por las huellas del consumo t¨®xico, el cuerpo de F¨¦lix Maritaud atraviesa su particular v¨ªa crucis, sin que Vidal-Naquet quiera contar una historia de redenci¨®n, a trav¨¦s de una serie de expl¨ªcitos encuentros sexuales en los que afloran la inesperada ternura, la tristeza de la carne y la crueldad infligida sobre el cuerpo reducido a mercanc¨ªa. El actor, descubierto en la tan sobresaliente como pulcra 120 pulsaciones por minutos (2017) de Robin Campillo, contagia la febrilidad de sus movimientos a cada imagen, dejando claro que lo suyo, m¨¢s que una lucha por la supervivencia en los m¨¢rgenes, es una b¨²squeda desesperada, contradictoria, de los m¨¢s ef¨ªmeros brotes de afecto en territorio hostil.

Sauvage es un complejo retrato de personaje que quiz¨¢ podr¨ªan haber aplaudido Genet o Pasolini. Tambi¨¦n es la descripci¨®n, sin atisbo de moralina o condescendencia, de un microcosmos marginal donde no todo es, necesariamente, oscuridad. Y, finalmente, es una lecci¨®n magistral sobre c¨®mo tratar un tema conflictivo ¨Clos estratos m¨¢s desamparados de la prostituci¨®n masculina- evitando caer en mitificaciones, manique¨ªsmos y paternalismos.