Kafka viaja a Jap¨®n
La japonesa Yukiko Motoya narra la descomposici¨®n de un matrimonio con la levedad del maestro Yasunari Kawabata

Una parte de la literatura japonesa moderna sigue manteniendo un aire de levedad que tiene la impronta del maestro Yasunari Kawabata. Yukiko Motoya se mueve en ese tono para narrar una historia de cotidianidad aparentemente insignificante con decidida voluntad realista, pero este minucioso realismo integra tambi¨¦n un plano de irrealidad. Lo primero que se me viene a la memoria como referente es el relato La metamorfosis. El secreto de la nouvelle de Kafka es contar un suceso incomprensible a la luz de la raz¨®n con pr¨ªstino realismo: lo ¨²nico irreal es el insecto en que se despierta convertido Gregorio Samsa; ese contraste es el quid de su genialidad.
Pues bien, Yukiko Motoya, que pretende contar una relaci¨®n matrimonial convencional en fase de descomposici¨®n, decide apelar a una imagen fant¨¢stica: un d¨ªa, la joven Sanchan descubre que su cara y la de su marido se est¨¢n pareciendo cada vez m¨¢s. Lo que empieza siendo una sensaci¨®n va acerc¨¢ndose f¨ªsicamente a la evidencia, lo que le produce una inquietud que se va filtrando poco a poco en su ¨¢nimo primero y en su conciencia despu¨¦s. Su vecina, la se?ora Kitae, que acostumbra a instalarse con su gato en el recinto canino, recibe la confidencia. La se?ora Kitae y su marido, Arai, tienen a su vez un problema: la incontinencia urinaria del gato les viene haciendo la vida cada vez m¨¢s inc¨®moda en su piso. La novela sit¨²a en paralelo ambos matrimonios. El de la se?ora Kitae y Arai se encamina hacia una soluci¨®n racional y deciden prescindir del animal dej¨¢ndolo en libertad para que pueda ejercer sus funciones fisiol¨®gicas a gusto, pero ?podr¨¢ sobrevivir en la naturaleza? Sanshan acompa?a al matrimonio hasta una monta?a a dos horas y media de la ciudad y all¨ª lo sueltan, no sin sentimiento de culpa. A la vuelta, el matrimonio de Sanshan se va descomponiendo. Su marido, cada vez m¨¢s reducido a s¨ª mismo, se apalanca en la casa y all¨ª solo se interesa por los programas de variedades de la televisi¨®n, ante los que pasa las horas que el trabajo le deja libres. El retraimiento hacia el hogar da paso a la asunci¨®n de funciones caseras: cocina continuamente para su mujer. Sanshan recuerda una leyenda en la que dos serpientes se devoran la una a la otra hasta que las cabezas se encuentran, opuestas. La cara del marido se va deformando como si el reflejo de Sanshan lo fuera deglutiendo. ¡°Por la ma?ana, cuando me mir¨¦ en el espejo, parec¨ªa como si mi cara hubiera empezado a olvidarse de m¨ª¡±, dice. La semejanza de ambos es tal que la se?ora Kitae les recomienda poner un objeto en la cama entre ambos para romper esa situaci¨®n, consejo que elige no seguir. Entonces el marido empieza a perder poco a poco la figura humana, a desdibujarse, a seguir atiborrando a su mujer con la comida que ¨¦l cocina hasta que ella siente que lo devora y entonces le grita: ¡°?No hace falta que sigas manteniendo la forma de mi marido! ?Puedes convertirte en lo que quieras!¡±. El po¨¦tico final de este inquietante relato no debe ser revelado aqu¨ª.
Mi marido es de otra especie. Yukiko Motoya. Traducci¨®n de Keiko Takahashi y Jordi Fibla. Alianza, 2019. 146 p¨¢ginas. 14,50 euros.
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