¡°En la ¨®pera, para m¨ª, prima la palabra sobre la m¨²sica¡±
El compositor h¨²ngaro P¨¦ter E?tv?s dirige a los alumnos de la Escuela Reina Sof¨ªa en el final de curso
?Primero la m¨²sica o la palabra¡? Hasta la pasada semana se represent¨® en el?Teatro Real Capriccio, de Richard Strauss, basada en una idea del escritor Stefan Zweig. El t¨ªtulo plantea ese eterno dilema sin aparente soluci¨®n que convive con la ¨®pera. Si se lo preguntan al compositor h¨²ngaro?P¨¦ter E?tv?s, (Odorheiu Secuiesc, 75 a?os), ¨¦l tiene su respuesta: la palabra. Quiz¨¢s eso le aleje un tanto de la rama nacional que le toca, esa genealog¨ªa que va de Liszt a Bart¨®k o de Ligeti a Kurt¨¢g y le aproxime m¨¢s al checo Leos Janacek, a quien considera un modelo para el g¨¦nero: ¡°Para m¨ª, la palabra, desde luego¡±, coment¨® ayer E?tv?s en la?Escuela Reina Sof¨ªa, de Madrid.
All¨ª prepara esta semana el concierto de fin de curso que interpretar¨¢ hoy con los alumnos que conforman la Orquesta Freixenet en el Teatro Real y el s¨¢bado, en el Monumental de Madrid. Despu¨¦s viajar¨¢ a Santander, donde es compositor residente de los?Encuentros de M¨²sica y Academia, en los que maestros y estudiantes interpretar¨¢n parte de su obra.
E?tv?s milit¨® en la ruptura en el siglo XX. Fue alumno aventajado de Pierre Boulez y colabor¨® con Karlheinz Stockhausen. Pero aquellos incendios vanguardistas quedaron en experiencias v¨¢lidas para sus conclusiones presentes: ¡°Estoy a favor de la s¨ªntesis entre los radicalismos y la tradici¨®n¡±, asegura. De hecho sue?a con que le encarguen m¨²sica para cine. Justo lo que muchos de sus colegas desprecian y consideran pura materia alimenticia. ¡°Me gustar¨ªa eso y que me propusieran m¨¢s m¨²sica para teatro. No tanto ¨®peras. Las ¨®peras son una clase de teatro, pero el teatro no tiene por qu¨¦ ser ¨®pera¡±, asegura.
¡°Estoy a favor de la s¨ªntesis entre los radicalismos y la tradici¨®n¡±
Lo cuenta quien se convirti¨® en m¨²sico al sentir el deseo de componer para los dramas y comedias que ve¨ªa de adolescente. La fuerza de la palabra es tan fundamental para E?tv?s que no compone antes de haber conocido a los int¨¦rpretes que dar¨¢n vida a sus personajes. ¡°Primero pido hablar con ellos; para m¨ª es fundamental comprobar que se entender¨¢ lo que transmitan. Despu¨¦s viene la m¨²sica. Pero eso no quiere decir que la ¨²ltima parte sea la m¨¢s f¨¢cil, al contrario. Tienes que ligarlo todo bien en ese gulash¡±.
E?tv?s presume de haber compuesto ¨®peras para varios idiomas. De ser un creador pol¨ªglota: ¡°En alem¨¢n, en japon¨¦s, en ruso, en ingl¨¦s, en italiano, en franc¨¦s y ahora, por fin, en h¨²ngaro¡±, asegura. No solo para autores en esos registros, como cuando hizo las Tres hermanas, de Ch¨¦jov. Tambi¨¦n para escritores como Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, de quien escogi¨® El amor en los tiempos de c¨®lera para trasladarla al g¨¦nero en el Festival de Glyndebourne: ¡°Es pura ¨®pera. Transpira conflicto y sensualidad¡±, asegura.
Pero tampoco E?tv?s olvida a sus paisanos. Colabor¨® con P¨¦ter Esterh¨¢zy justo antes de que este muriera en 2016. Fue en el oratorio Balbulus, tambi¨¦n con el lenguaje como eje fundamental. En este caso para crear una especie de ceremonia de la confusi¨®n con Europa como faro. ¡°En estas piezas de m¨²sica sacra se suelen cantar aleluyas para glorificar. En nuestra pieza, el coro dec¨ªa bien alto: no estamos aqu¨ª para alabar a nadie¡±, cuenta el autor. Todo se mezclaba adem¨¢s con las peripecias de Notker Balbulus, un monje m¨²sico benedictino suizo, que compuso alg¨²n himno para las cruzadas. ¡°Para nosotros representaba una buena forma de dejar claro que no contamos ahora con l¨ªderes a la altura¡±.
Para la ¨®pera, tienes que ligarlo todo bien en ese goulash¡±.
Una afirmaci¨®n que en boca de un h¨²ngaro cobra m¨¢s importancia ante el acoso a las libertades del Gobierno de Viktor Orb¨¢n, una especie de terminator populista que la tiene tomada con la libertad de c¨¢tedra en las universidades y el mundo de las artes. E?tv?s no desea se?alarlo directamente. Pero no deja de atizar lo que Orb¨¢n representa en obras como Balbulus o la ¨®pera V¨ªctimas sin nombre, de 2016: ¡°Ah¨ª toc¨¢bamos la tragedia de quienes se hunden en el Mediterr¨¢neo tratando de llegar a este continente¡±, asegura.
No solo desea tender puentes de entendimiento cultural, pol¨ªtico y social. Tambi¨¦n los cree necesarios en la m¨²sica. ¡°Con el pasado¡±, dice. Por eso, entre las piezas escogidas para los conciertos de esta semana se ha decantado por sus Di¨¢logos con Mozart. O por una obra como Pulcinella, de Igor Stravinski, un autor al que su maestro Boulez despreciaba: ¡°La prueba de que vivimos en una ¨¦poca en la que ahora caben ambos es que, desde sus puntos de partida enfrentados, hoy entran los dos como compositores fundamentales del pasado siglo¡±.
Babelia
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