Adi¨®s al macho
Mejor director que actor, Carlos Reygadas plantea con su tri¨¢ngulo un t¨®xico duelo entre masculinidades en torno a la figura femenina
Lo so?ado, lo vivido, lo deseado, lo anticipado, lo recordado y lo temido conviv¨ªan en r¨¦gimen de igualdad en la estructura fragmentaria y laber¨ªntica de Post Tenebras Lux (2012), anterior pel¨ªcula del mexicano Carlos Reygadas, un trabajo radical y sin ganas de hacer amigos que no dudaba en lucir con orgullo sus propias paradojas. Aunque el cineasta nunca lo reconociera claramente, la pel¨ªcula parec¨ªa abrirse a una cierta permeabilidad autobiogr¨¢fica que dibujaba un potencial autorretrato del artista bajo una luz bastante conflictiva e inclemente, que apuntaba a problem¨¢ticas cuestiones de g¨¦nero, clase y especie. Una secuencia ambientada en un club de intercambio lograba transportar una grimosa fantas¨ªa cuckold de lo carnal a lo espiritual, de una palpable sordidez a una suerte de inasible trascendencia. Ese momento podr¨ªa haber sido el germen de Nuestro tiempo, una pel¨ªcula que, por sus imponderables de rodaje, invita a seguir pensando en un exorcismo personal.
NUESTRO TIEMPO
Direcci¨®n: Carlos Reygadas.
Int¨¦rpretes: Carlos Reygadas, Natalia L¨®pez, Phil Burgers, Mar¨ªa Hagerman.
G¨¦nero: drama. M¨¦xico, 2018
Duraci¨®n: 173 minutos.
El propio Reygadas asume el papel principal, inicialmente confiado al escritor Xavier Velasco, despedido por el director a los diez d¨ªas de iniciado el rodaje. En Nuestro tiempo, el autor de Batalla en el cielo (2005) da vida a Juan, poeta casado, en relaci¨®n abierta, con la propietaria de un negocio ganadero que se propondr¨¢ que ¨¦sta consume una infidelidad con un amigo com¨²n, bajo el prop¨®sito de someter su amor a una prueba acusadamente autodestructiva.
De metraje tan imponente como los panor¨¢micos parajes naturales que nutren su imaginario, esta suerte de respuesta charra al Relato so?ado de Arthur Schnitzler (o a su relectura kubrickiana) dota a sus im¨¢genes m¨¢s perdurables de una sensorialidad cercana al poder sobrecogedor de una velada al raso en noche de tormenta: el plano a¨¦reo que culmina en el aterrizaje de un avi¨®n, el incidente del toro desbocado... Mejor director que actor -Reygadas est¨¢ especialmente desentonado en una secuencia de borrachera-, el cineasta plantea bajo su tri¨¢ngulo un t¨®xico duelo (pulso o retorcido cortejo) entre masculinidades en torno a esa figura femenina, interpretada por la compa?era del cineasta Natalia L¨®pez, cuya fortaleza sentimental impulsar¨¢ el aleg¨®rico adi¨®s al macho (brav¨ªo) de las contundentes im¨¢genes finales.
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