?Y que no se jubilan¡!
El Fandi y El Juli, a hombros, y pitos para Morante ante una descastada corrida de Matilla
Morante cumple 22 a?os de alternativa; El Juli, 21, y El Fandi, 19, y ah¨ª siguen los tres m¨¢s frescos que una lechuga, de feria en feria, dispuestos a continuar vestidos de luces hasta el a?o 2050, llegado el caso.
Claro que despu¨¦s de ver los toros que se lidiaron en la feria de Granada y el compromiso de la terna con la fiesta, a nadie puede extra?ar la longevidad taurina de estas tres figuras del momento actual.
No hab¨ªa que ser muy aficionado, y a sabiendas de que esta plaza es de segunda categor¨ªa, para sentir verg¨¹enza ajena ante el espect¨¢culo de los se?ores Morante, Juli, Fandi y los toros birriosos de la casa Matilla.
Sin una presentaci¨®n m¨ªnimamente adecuada a las circunstancias, perdida ya la suerte de varas, los animales fueron un dechado de invalidez y alarmante ausencia de casta, de modo que, por ejemplo, los dos primeros no llegaron, siquiera, a la consideraci¨®n de mu?ecos, pues m¨¢s bien se comportaron como sardinas moribundas, que no ten¨ªan muy claro que hac¨ªan delante de unos caballeros ventajistas. Cierto es que repiti¨® el tercero con suficiente movilidad, y desarroll¨® nobleza el sexto.
G. JIM?NEZ/MORANTE, EL JULI, EL FANDI
Toros de Hnos. Garc¨ªa Jim¨¦nez, muy justos de presentaci¨®n, mansos, blandos, sosos, descastados y manejables. Destac¨® el tercero por su movilidad.
Morante de la Puebla: estocada ca¨ªda (ovaci¨®n); pinchazo y media ca¨ªda (pitos).
El Juli: estocada ca¨ªda (oreja); estocada fulminante (oreja).
El Fandi: estocada tendida y ca¨ªda _aviso_ (dos orejas); estocada (oreja). Sali¨® a hombros en compa?¨ªa de El Juli.
Plaza de Granada. 21 de junio. Segunda corrida de feria. Lleno de 'no hay billetes'.
A Morante le jalearon tres o cuatro derechazos sin fundamento hasta que alguien cuerdo grit¨® ¡®qu¨¦ emoci¨®n¡¯ y la plaza call¨® por si algo raro estaba sucediendo. Claro que s¨ª; suced¨ªa que no hab¨ªa toro y s¨ª un se?or mof¨¢ndose de los tendidos.
El cuarto fue otro muerto en vida, todo un marmolillo desde que sali¨® al ruedo; Morante le quit¨® las moscas y se dirigi¨® a por la espada de verdad. La gente se enfad¨® much¨ªsimo, aunque no ten¨ªa para ello m¨¢s razones que las que se evidenciaron ante el comportamiento del primero. Quiz¨¢, es que la op¨ªpara merienda surti¨® sus efectos. Pero Morante se llev¨® una merecida reprimenda, porque ya va siendo hora de que se enfrente a un toro de verdad.
El Juli, por su parte, se entretuvo con otra birria con un toreo vulgar y superficial en exceso, y nada se sabe sobre las razones por las que pase¨® un trofeo. Pero todo su quehacer dio la impresi¨®n de ser una falta de respeto al p¨²blico.
Brind¨® el quinto al respetable y no estuvo muy claro porqu¨¦. Noble animal era, y colabor¨® como mejor supo a que El Juli dictara una lecci¨®n magistral de destoreo, siempre en l¨ªnea recta, sin apretura alguna, sin compromiso. Mat¨® de una estocada de efectos fulminantes y le concedieron otra oreja que no mereci¨®. ?Y sali¨® a hombros!
Y dos trofeos de su primer ejemplar llev¨® en sus manos El Fandi, querido en su pueblo, y muy comprometido con la diversi¨®n de su gente. Larga de rodillas en el tercio, ver¨®nicas, media tambi¨¦n genuflexo, chicuelinas despu¨¦s, banderillas a toro pasado, brindis a los suyos, y faena de muleta¡
El tercero se movi¨® en el tercio final a buen ritmo, y permiti¨® que el granadino diera pases y m¨¢s pases con las dos manos, y en vista de que la emoci¨®n no florec¨ªa, opt¨® por dos molinetes de rodilla, circulares y manoletinas tambi¨¦n de rodillas. Todo un recital.
El susto gordo sobrevino en el sexto. Hinc¨® las rodillas en tierra El Fandi y cit¨® al toro con el tercer par en las manos con intenci¨®n de ponerlo al quiebro. Acudi¨® el animal con presteza y no tuvo tiempo el torero de recuperar la verticalidad y esquivarlo a un tiempo, de modo que result¨® dram¨¢ticamente volteado. N hubo cornada, pero qued¨® seriamente maltrecho. Tras un chorre¨®n de agua milagrosa por el cuello volvi¨® a las andas y clav¨® las banderillas al viol¨ªn entre el arrebato de los tendidos.
Otra vez, como en el toro anterior, lo dio todo, con el animal venido a menos, y acab¨® con un desplante de rodillas de espaldas a su oponente que levant¨® clamores. Tard¨® el toro en morir, solo le concedieron una oreja, y no pocos acusaron a la presidenta de ¡®taca?a¡¯.
El Fandi y El Juli salieron a hombros. Y se supone que los tres cobraron el dinero acordado. ?C¨®mo se van a jubilar si se enfrentan a toretes amuermados, cortan inmerecidas orejas y, encima, les pagan¡!
La corrida de hoy. Dos toros de Ben¨ªtez Cubero, para el rejoneador Sergio Gal¨¢n, y cuatro de N¨²?ez del Cuvillo, El Pilar, Garcigrande y Domingo Hern¨¢ndez, para Jos¨¦ Tom¨¢s.
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