M¨¦xico ensancha el Siglo de Oro
El Festival de Teatro Cl¨¢sico de Almagro dedica su nueva edici¨®n al pa¨ªs norteamericano con veinte montajes y una especial atenci¨®n a Sor Juana In¨¦s de la Cruz y Juan Ruiz de Alarc¨®n


En las cr¨®nicas de Bernal D¨ªaz del Castillo aparecen por primera vez unas curiosas representaciones mestizas en el Estado mexicano de Tlaxcala, una mezcla de teatro de calle, gui?ol, fallas y danza con los mismos temas de fondo que los autos sacramentales: episodios religiosos, alegor¨ªas, fiestas agr¨ªcolas. El militar espa?ol recoge que aquellas piezas sincr¨¦ticas eran llamadas mitotes. Una apalabra que llega hasta el M¨¦xico actual con el significado de algarab¨ªa o tumulto; pero que los acad¨¦micos calculan etimol¨®gicamente m¨¢s cerca del mito, es decir, el principio y la materia prima del drama desde Arist¨®teles.
¡°El teatro mexicano comienza en el siglo XVI, en el mismo momento en que Lope de Vega inventa Espa?a. Sus piezas son una gran catarsis nacional donde integra a todos: la corte, los artesanos, el clero. El teatro fue el arte por excelencia para producir la identidad de la naci¨®n y en M¨¦xico es parte de ese proceso¡±, apunta Luis de Tavira, director durante m¨¢s de una d¨¦cada de la Compa?¨ªa Nacional de Teatro mexicana (CNT), autor y maestro de muchas generaciones de dramaturgos en su pa¨ªs.
El final del Renacimiento y el Siglo de Oro estall¨® en las dos orillas del Atl¨¢ntico, hasta el punto de que M¨¦xico asume como propia la tradici¨®n barroca espa?ola. ¡°El barroco es una visi¨®n del mundo que solo se entiende desde el encuentro de los nuevos territorios. El esplendor del teatro cl¨¢sico es sin¨®nimo del esplendor de la hispanidad¡±, a?ade Tavira. Una tradici¨®n con figuras propias, como sor Juana de la Cruz o Juan Ruiz de Alarc¨®n, a quienes est¨¢ dedicada la edici¨®n de este a?o del Festival de Teatro Cl¨¢sico de Almagro, que se inaugura el pr¨®ximo jueves y que tiene como pa¨ªs invitado a M¨¦xico. Veinte compa?¨ªas, entre ellas la CNT y la de la Universidad Aut¨®noma (UNAM), representar¨¢n tanto obras de los dos grandes autores novohispanos como de Lope o Cervantes. Una muestra que consolida y engrandece el canon del Siglo de Oro espa?ol en las dos orillas.
M¨¦xico fue un espol¨®n de la renovaci¨®n vanguardista de los cl¨¢sicos en los a?os sesenta, pero hoy el g¨¦nero ha perdido algo de tir¨®n en el mercado y se refugia sobre todo en el teatro p¨²blico. En lo que va de a?o solo se ha estrenado un texto de autor¨ªa espa?ola en la capital, una adaptaci¨®n de La vida es sue?o de Calder¨®n. En el mismo periodo de tiempo se han montado uno de Moli¨¨re y dos de Shakespeare.

¡°Es innegable que Shakespeare ha envejecido muy bien. Adem¨¢s, al ser traducido es m¨¢s f¨¢cil adecurlo a la sintaxis del habla local. Traducir a Calder¨®n, por ejemplo, es mucho m¨¢s dif¨ªcil. No s¨®lo por el verso, la sintaxis latinoamericana, nuestras conjugaciones son muy distintas a las de Espa?a. Y tambi¨¦n hay que tener en cuenta que los ingleses son maravillosos para difundir su patrimonio, mientras que el barroco espa?ol no ha tenido esa difusi¨®n. Mientras en Inglaterra hasta el Parlamento celebra el hallazgo de un palillo con el que un sirviente limpiaba en la casa de sus padres, en Espa?a no se sabe con certeza ni donde est¨¢n los huesos de Cervantes¡±, opina la directora Aurora Cano, que presentar¨¢ en Almagro su espect¨¢culo Cervantes Versos Shakespeare, una intervenci¨®n de varios textos de ambos autores (El rey Lear, La tempestad, el Quijote) que presenta a un gobernador corrupto mexicano al cargo de una ¨ªnsula, y que en su peripecia moral se encuentra con los dos virtuosos autores cl¨¢sicos. El montaje, de la compa?¨ªa Babel-DramaFest, fue estrenado hace dos a?os en el Festival Cervantino, otro de los refugios de los cl¨¢sicos en M¨¦xico.
La UNAM, la universidad m¨¢s grande de Latinoam¨¦rica, ha tenido casi desde su fundaci¨®n (1910) un papel crucial en la producci¨®n y la difusi¨®n de la cultura mexicana, dif¨ªcilmente comparable con otro proyecto universitario en el mundo. Estandarte de los principios ilustrados de la revoluci¨®n, con dos escuelas y una compa?¨ªa de dramaturgia, dos compa?¨ªas de danza, una orquesta sinf¨®nica y tres teatros, fue el lugar desde donde con m¨¢s impulso se renov¨® el teatro barroco en los 60. ¡°La modernidad mexicana se reapropi¨® de la tradici¨®n desde la vanguardia antes incluso de que en Espa?a se diera este paso. Dejaron de ver aquellos textos como una reliquia para tratarlos como un material contempor¨¢neo¡±, dice Mario Espinosa, director del centro universitario de teatro de la UNAM. Con el apoyo de dramaturgos exiliados tras el golpe franquista como ?lvaro Custodio, durante los cuarenta comienza una profunda reformulaci¨®n que descorcha definitivamente con el montaje en 1963 de Don Gil de las Calzas Verdes. H¨¦ctor Mendoza puso a los caballeros vallisoletanos de Tirso de Molina a declamar versos en patines.
La marca actual de la UNAM estar¨¢ presente en Almagro con dos puestas en escena de filtro vanguardista. En Algo de Fuenteovejuna, el director Fernando Bonilla suplanta a los habitantes del pueblo cordob¨¦s por las autodefensas de Michoac¨¢n ¡ªgrupos campesinos que decidieron en 2014 levantarse en armas contra el narco¡ª y a los Reyes Cat¨®licos los convierte en gobernantes mexicanos. ¡°Combina elementos muy crudos de los acontecimientos pol¨ªticos con la obra de Lope, con partes absolutamente fieles al texto e intervenciones en verso y prosa, salpicadas con la jerga del narco¡±, cuenta Bonilla.
Dos de las obras capitales del barroco mexicano, Los empe?os de una casa, de Sor Juana, y La verdad sospechosa, de Alarc¨®n, tambi¨¦n se ver¨¢n en Almagro y, esta vez, ¡°respetando el texto pero no el contexto¡±, explica el director ?lvaro Cervi?o. Se refiere, por ejemplo, a que el ch¨®fer de los carruajes se llame Waze, como la aplicaci¨®n telef¨®nica de los mapas, o a que los armazones de los vestidos femeninos sean transparentes y con tiras y ligueros de cuero por fuera y argollas de metal. ¡°Es una puesta en escena para j¨®venes ¡ªa?ade Cervi?o¡ª en la que al final la comedia de enredos se convierte casi en una chick flick¡±. Los dos montajes son producto de Carro de Comedias, una de las patas de la Unam dedicada a revitalizar cl¨¢sicos.
La CNT es el otro guardi¨¢n de la tradici¨®n, con un programa enteramente dedicado al cl¨¢sico. El a?o pasado retom¨® La Celestina y este a?o cerrar¨¢ con el Critic¨®n de Baltasar Graci¨¢n. En Almagro estrena La lengua en pedazos, una obra de Juan Mayorga inspirada en textos de Santa Teresa de Jes¨²s. Y una versi¨®n de El perro del hortelano que juega con la est¨¦tica del cine de oro mexicano de los 50. ¡°En realidad es una especie de homenaje ¡ªexplica su director art¨ªstico, Enrique Singer¡ª porque aquel cine estaba a su vez muy influenciado por el teatro espa?ol, por sus estructuras dram¨¢ticas y sus enredos¡±.
La 42? edici¨®n del Festival de Teatro Cl¨¢sico de Almagro se desarrollar¨¢ en la ciudad manchega del 4 al 28 de julio y exhibir¨¢ 49 espect¨¢culos. Adem¨¢s de tener como pa¨ªs invitado a M¨¦xico, otra l¨ªnea destacada de la programaci¨®n dise?ada por el director Ignacio Garc¨ªa es la mirada especial a la escritura femenina del Siglo de Oro, empezando por la mexicana sor Juana In¨¦s de la Cruz y siguiendo por Ana Caro o Mar¨ªa de Zayas. La cita se inaugura el pr¨®ximo jueves con la entrega del Premio Corral de Comedias a la actriz Adriana Ozores, muy vinculada a la Compa?¨ªa Nacional de Teatro Cl¨¢sico en los a?os ochenta y noventa, en la etapa de Adolfo Marsillach. Interesante tambi¨¦n ser¨¢ ver c¨®mo una agrupaci¨®n de Costa de Marfil ha trasladado a la realidad de su pa¨ªs la rebeli¨®n que narra Lope en Fuenteovejuna. O c¨®mo se combinan las tragedias de La hija del aire de Calder¨®n y la Balladyna del polaco Juliusz Slowacki en un ¨²nico montaje dirigido por Ignacio Garc¨ªa.
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