Los secretos por desvelar de Fern¨¢n G¨®mez y Emma Cohen
El legado documental de ambos actores incluye una gran cantidad de in¨¦ditos que, en parte, ver¨¢n la luz en oto?o
Como buena anarquista, Emma Cohen le dijo un buen d¨ªa a Helena de Llanos que dispusiera como le diera la gana de todos aquellos papeles. ¡°Pero, aun as¨ª, yo estoy haciendo lo que puedo¡±, confiesa. Lo dice tres a?os despu¨¦s de haberse encerrado con las carpetas, los cuadernos, los originales, los dibujos y la correspondencia en la casa que tanto Cohen como Fernando Fern¨¢n G¨®mez, su abuelo, le dejaron en herencia. Tan asombrada por los secretos que ha ido desempolvado como a¨²n sobrepasada por ellos.
Del s¨®tano al despacho, donde relucen algunos de los seis premios Goya que el artista gan¨®. De la claqueta de El viaje a ninguna parte a los pinitos en forma de manuscritos que hac¨ªa de ni?o como dramaturgo... De los poemas in¨¦ditos de Emma Cohen a primeras ediciones de sus novelas, de esas fotos en que la actriz mostraba su lado de misteriosa joven a las puertas del derribo de todo lo que escondiera un prejuicio, a im¨¢genes en compa?¨ªa como testimonio de lo que es la historia del cine y el teatro en Espa?a, el pajar de celulosa con copias de obras conocidas, proyectos apartados, in¨¦ditos y documentos, abruma apilado en cajas, distribuido por las estanter¨ªas y desperdigado sobre la mesa del estudio.
En el carnet de identidad de Fern¨¢n G¨®mez probablemente constara como profesi¨®n actor. ¡°Eso es lo que se consideraba, ante todo¡±, confirma Helena de Llanos. Pero bien podr¨ªa haber puesto director de cine, guionista, escritor¡ Y dentro de esa generalizaci¨®n: novelista, ensayista o dramaturgo. Precisamente esta ¨²ltima faceta es la que va a sorprendernos el pr¨®ximo oto?o con la publicaci¨®n de algunas obras in¨¦ditas en la editorial Galaxia Gutenberg.
Obras que, seg¨²n Manuel Barrera Ben¨ªtez, estudioso de Fern¨¢n G¨®mez y coautor con De Llanos de la nueva edici¨®n, ayudaran a redefinir su figura: ¡°Los nuevos descubrimientos son una alegr¨ªa por s¨ª mismos ya que confirman y refuerzan nuestra consideraci¨®n de ¨¦l como uno de los m¨¢s grandes intelectuales espa?oles de la segunda mitad del siglo XX. Un creador total¡±, asegura Barrera.
Un artista en t¨¢ndem, como reconoce ¨¦l en muchos momentos de su vida desde que empieza a compartirla con Emma Cohen. Junto a ella dice vivir la primavera en pleno oto?o. Es algo de lo que Helena de Llanos se da cuenta, no ¨²nicamente al compartir experiencias con ellos. M¨¢s a¨²n cuando se queda a solas con su legado, decidida a completar una pel¨ªcula documental sobre ambos de la que ya le hab¨ªa dado cuenta a Emma. ¡°Cuando en 2015 comienzo a sumergirme en la ingente obra de Fernando y a escribir el guion para un filme sobre ¨¦l, ella me documenta, me gu¨ªa en las b¨²squedas de materiales por la casa y es implacable a la hora de opinar sobre el proyecto¡ Pero no quiere aparecer ante la c¨¢mara¡±, comenta la nieta de Fern¨¢n-G¨®mez.
Tras la muerte de Cohen en 2016, todo da un giro: ¡°Ella pasa a ser tan central como Fernando¡±. De Llanos se instala en la casa de Algete y comienza a clasificar y organizar su archivo personal. ¡°Materiales que hasta entonces yo solo conoc¨ªa de manera muy parcial. Afortunadamente ellos eran muy organizados con sus trabajos. En muchos de los mismos indican la fecha y estaban separados en carpetas. Creo que cuando Emma me dijo 'haz lo que quieras' estaba diciendo lo que sent¨ªa, ni m¨¢s ni menos. Era honesta, clara y directa por encima de cualquier otra cosa¡±.
Aun as¨ª, enfrentarse en soledad a toda la herencia art¨ªstica de una pareja que fue ic¨®nica ha representado para Helena de Llanos una carga ingente de responsabilidad. Le gustar¨ªa que el legado quedara en un lugar accesible a todos, donde se cuide y sea puesto en valor. Consciente de que el aporte de creatividad de uno no ser¨ªa tal sin el espoleo, el mimo, la cr¨ªtica o el juicio de la otra parte. Y viceversa. Juntos fueron dos autores que se retroalimentaron hasta conquistar cotas que ellos mismos no supieron imaginar en solitario.
Representaban dos generaciones fundidas del siglo XX. Fern¨¢n G¨®mez la que ven¨ªa del hambre; Emma Cohen la que quiso refrescar con libertad y color en la segunda mitad de la centuria un pa¨ªs que abandonaba el blanco y negro. ¡°Ella fue excepcional, demasiado libre para la moral dominante. Como pareja formaban un equipo muy poderoso hecho de dos individualidades igualmente poderosas. Un d¨ªa se encontraron y se amaron libremente durante 36 a?os. Trabajo y amor, eso es lo que representan Fernando y Emma para m¨ª¡±.
Y aprendizaje constante, como demuestra la vuelta a la ra¨ªz permanente de los cl¨¢sicos en Fern¨¢n G¨®mez. Un regreso para encontrar en g¨¦neros como la picaresca esa forma de arte que define la manera de ser espa?ol. En ello demuestra esa mezcla de curiosidad y humildad propia de los grandes. ¡°La gran intuici¨®n de Fern¨¢n G¨®mez le lleva a darse cuenta de que somos lo que somos porque fuimos como fuimos. Tambi¨¦n de que la esencia humana es siempre, con sus pertinentes variaciones, exacta. Todos somos, en una u otra medida, p¨ªcaros y p¨¢paros. Todos podemos contener en nuestro interior a un idealista so?ador como don Quijote o a un hip¨®crita como Tartufo. Creo que ¨¦l, m¨¢s que aprender de los cl¨¢sicos, lo que hac¨ªa era reconocerse en ellos¡±, comenta Barrera Ben¨ªtez.
El autor, no obstante, no se conform¨® con este reconocimiento o esta gran intuici¨®n, sino que, como dice el experto en su obra, aplicadamente, volvi¨® la mirada al pasado: ¡°A los grandes cl¨¢sicos, para estudiarlos con detenimiento y dedicaci¨®n vocacional, convencido como estaba de la dificultad de expresar un pensamiento totalmente nuevo u original, admirado por c¨®mo, con frecuencia, lo que pensamos ya ha sido expresado con anterioridad de un modo m¨¢s profundo y mejor¡±.
Aun as¨ª, son facetas que marcan en ¨¦l todo lo que acomete: de obras de teatro con fama como Las bicicletas son para el verano a novelas que fueron pel¨ªcula, caso de El viaje a ninguna parte o sus memorias, que titul¨® El tiempo amarillo. ¡°Lo hacen reforzando su humildad y su honestidad, dos valores indiscutibles que creo subyacen en su obra total y su vida. Finalmente, cuando lee, analiza, estudia, admira, imita y recrea, todo eso termina constituyendo no s¨®lo una u otra creaci¨®n sino una manera de vivir y un modo de estar en el mundo¡±.
Y eso se nota desde el primer manuscrito que va a ver ahora la luz, El gui?ol de Papa Dick. Algo que cre¨® de adolescente siguiendo las artima?as para enga?ar al hambre que aplicaban en la familia. Les cambiaba marionetas por bocados. Lo disfrutaban, pero el agujero en el est¨®mago no dejaba que lo otro pasara desapercibido: ¡°El gui?ol de Pap¨¢ Dick, por ejemplo, uno de esos nuevos descubrimientos a los que te refer¨ªas en tu primera pregunta, confirma rotundamente lo que digo. Esta obrita, absolutamente deliciosa y metateatral, la escribi¨® con apenas diecisiete a?os¡±, asegura Barrera.
¡°Demuestra, a mi parecer, por un lado, la idea de que Fern¨¢n-G¨®mez es dramaturgo no s¨®lo por vocaci¨®n, sino por destino y, por otro, lo que siempre he sospechado desde el momento en que decid¨ª hacer mi tesis doctoral sobre su literatura dram¨¢tica y luego defendido: que el teatro ocup¨® siempre la cima en la jerarqu¨ªa art¨ªstica dentro de la prol¨ªfica y variada carrera del creador. Fue lo primero en que volc¨® sus dotes creativas y mantuvo su amor por ello hasta el final¡±, sostiene rotundamente Barrera Ben¨ªtez.
De ah¨ª hasta el que considera su ¨²ltimo gran trabajo, Morir cuerdo y vivir loco. Pero m¨¢s a¨²n, si cabe, cuando sabemos que incluso en sus ¨²ltimos momentos, ya enfermo, continu¨® escribiendo teatro y proyectando sus ficciones dram¨¢ticas. Ah¨ª est¨¢, por ejemplo, El mundo de Arniches, fechado en 2007, tambi¨¦n recogido en el volumen que ser¨¢ publicado en oto?o. O como Rel¨¢mpagos, Amor por metros cuadrados, El lenguaje, Las grandes batallas navales, adem¨¢s de una serie dedicada a la obra de Cervantes con piezas como Variaciones sobre el Quijote, La edad dorada, Altisidora o Don Quijote no est¨¢ entre nosotros.
Piezas que bien ver¨¢n la luz por primera vez o se publicar¨¢n impresas despu¨¦s de que tras ser representadas quedaran las palabras en el aire. Unas palabras que su nieta y Manuel Barrera Ben¨ªtez han apresado en papel para engrandecer a¨²n m¨¢s la memoria de ambos.
Tres generaciones le contemplan
Fernando Fern¨¢n G¨®mez se labr¨® algo as¨ª como una leyenda que pervive tras su muerte en 2007, con 86 a?os. Pas¨® de bregar con el teatro a probar fortuna en el cine entre miles de aspirantes que llegaban al nuevo medio tras una curtida carrera como c¨®micos de la legua. Se puso tras las c¨¢maras y compagin¨® la interpretaci¨®n con la escritura de guiones o la direcci¨®n, escribi¨® sin descanso y entr¨® en la Real Academia Espa?ola (RAE) como una de esas rarezas entre sus sillones que atend¨ªan casi todos los jueves los plenos y las sesiones. Con toda esa carrera, en vida lleg¨® a ser un indiscutible, un seguro de reparto para muchos productores y cineastas. Su palmar¨¦s como ganador de seis Goya en categor¨ªa de actor, guionista y director demuestra toda una versatilidad a la que han llegado muy pocos elegidos. Contaba con un p¨²blico fiel que supo conservar durante dos generaciones en vida y ampliar a una m¨¢s joven tras su participaci¨®n en el documental La silla de Fernando, un homenaje que le rindieron David Trueba y Luis Alegre o un ¨¦xito de p¨²blico como fue En la ciudad sin l¨ªmites. Pero toca ahora que su obra llegue a las siguientes generaciones. M¨¢s all¨¢ de su literatura, dej¨® sobre la mesa y en los archivos multitud de proyectos para poner en pie. Es otra de las razones por las que Helena de Llanos, su heredera, desea poner a disposici¨®n p¨²blica todo lo que va descubriendo.
Babelia
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