Elvira Lindo lleva al escenario la dura infancia de su padre

Este es un cuento protagonizado por un ni?o llamado Manuel, nacido en Albacete en 1930, que a los nueve a?os es enviado por su familia a Madrid para vivir con su t¨ªa, enfermera, porque sus padres tienen demasiadas bocas que alimentar. Pero la enfermera resulta ser una mujer de mano dura y el peque?o, huyendo de ella, pasa muchas horas solo deambulando por las calles. As¨ª que este, en realidad, es el cuento de un ni?o perdido en una ciudad destruida por una guerra, uno de tantos que siempre quedan desamparados despu¨¦s de cualquier contienda. Empieza as¨ª: ¡°Madrid, 1939. Se respira el aliento de los muertos por la calle. Los que cayeron bajo las bombas, los fusilados que a diario siguen desplom¨¢ndose en las vallas del extrarradio, los muertos de hambre, de tuberculosis, las muertes de malos partos, de miseria, de infecciones, de miedo. Los muertos de miedo¡±. Acababa de terminar la Guerra Civil espa?ola.

El cuento se titula El ni?o y la bestia y es obra de dos descendientes de Manuel: la escritora Elvira Lindo (su hija) y la obo¨ªsta Mar¨ªa Lindo (nieta de otra pariente que lo acogi¨® despu¨¦s de la enfermera). Y las dos juntas se subir¨¢n esta noche al escenario del Auditorio de San Lorenzo del Escorial (y ma?ana en la antigua iglesia de San Juan de los Caballeros de Segovia) para contarlo en directo. Una con palabras y la otra por medio de la m¨²sica, junto con el sexteto instrumental alem¨¢n Linien Ensemble.

El ni?o y la bestia es un espect¨¢culo que no es ni un concierto ni un mon¨®logo teatral, pues fue concebido como las dos cosas a la vez: la letra fue escrita para la m¨²sica y la partitura, al un¨ªsono, para la historia. Se estren¨® el pasado noviembre en Berl¨ªn, como broche de los actos de conmemoraci¨®n del 30? aniversario del hermanamiento entre la capital alemana y la espa?ola, y este verano por fin se estrena en Espa?a.

¡°La historia tiene resonancias en cualquier pa¨ªs. All¨ª donde ha habido una guerra, ha habido ni?os solos, abandonados, perdidos. As¨ª que cuando lo presentamos en Alemania el p¨²blico se identific¨® perfectamente. Pero lo cierto es que nuestro sue?o era tambi¨¦n interpretarlo en Madrid, que es donde suceden los hechos¡±, confiesa la escritora. Del 22 de noviembre al 15 de diciembre se representar¨¢ adem¨¢s en el teatro Fern¨¢n G¨®mez de esta ciudad.

En Berl¨ªn, en todo caso, fue emocionante. ¡°Lo fue tanto para m¨ª como para mi familia. Por supuesto que conoc¨ªamos todos la historia de nuestro padre, pero nunca la hab¨ªamos escuchado completa, sino con recuerdos sueltos. Verla montada, con todo eso hilado, fue como una revelaci¨®n para mis hermanos. Es un episodio muy duro, que marc¨® realmente su vida, por eso lo he hecho cuando ¨¦l ya no est¨¢. Habr¨ªa sido quiz¨¢ demasiado fuerte para ¨¦l¡±, recuerda Lindo.

No es la primera vez que la escritora se sube a un escenario, pues en el pasado ha interpretado varios mon¨®logos y ha participado como actriz en una decena de pel¨ªculas, sin olvidar la interpretaci¨®n radiof¨®nica que hizo de su c¨¦lebre personaje Manolito Gafotas. Pero ?c¨®mo vive el hecho de recrear ahora una historia tan personal? ¡°Me siento muy arropada por el ensemble. Adem¨¢s de ser unos m¨²sicos buen¨ªsimos, son tambi¨¦n artistas inquietos, les gusta experimentar, romper con los formatos convencionales de los conciertos. No se limitan a hacer acompa?amiento, sino que interpretan la historia conmigo. Este es un espect¨¢culo verdaderamente h¨ªbrido y la historia se va contando tanto con las palabras como con la m¨²sica. Es decir, no es que yo hable un rato y despu¨¦s me callo para que se escuche la m¨²sica, sino que esta est¨¢ presente todo el tiempo¡±, responde la autora.

La partitura ha sido desarrollada por el compositor finland¨¦s Jarkko Riihim?ki a partir de la idea original de Mar¨ªa Lindo, ambos miembros del Linien Ensemble. Es muy colorida y evocadora de la ¨¦poca: notas de jazz, cupl¨¦, m¨²sicas de pel¨ªculas de la posguerra se funden para seguir los pasos de Manuel por una ciudad llena de mujeres enlutadas, colas para conseguir comida, mutilados de guerra y personajes diversos.