El ¡®diablo¡¯ muri¨® en Halloween
La muerte del joven Luis Andr¨¦s Colmenares tras una fiesta de disfraces mantuvo en vilo al pa¨ªs durante siete a?os
![Francesco Manetto](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F1104d403-9924-449c-ac78-e197da0054b6.jpg?auth=5459e653078a272e984ffc3ee56465bdb353f43673aebbe6bc1fbaae23fd49d8&width=100&height=100&smart=true)
Esa noche todos quer¨ªan aparentar ser otro. Hab¨ªa un ¨¢ngel negro, un soldadito de plomo, una princesa azul y un fantasma. Estaban Minnie y un improbable diablo con frac. La velada, que empez¨® con una fiesta de Halloween, acab¨® en el canal de un parque de Bogot¨¢. Esa madrugada, la del 31 de octubre de 2010, qued¨® grabada en la memoria de una generaci¨®n de colombianos. Porque se consum¨® un crimen en un barrio acomodado de la ciudad. O no.
La muerte de Luis Andr¨¦s Colmenares, un estudiante de Ingenier¨ªa Industrial y Econ¨®micas de 20 a?os, logr¨® conmocionar a un pa¨ªs acostumbrado a convivir con la violencia. Los protagonistas de esta historia son un grupo de amigos de un prestigioso centro privado, la Universidad de los Andes. Hay un enamoramiento, un fiscal con modos justicieros y tres acusados. Falsos testigos, un periplo judicial que parece infinito y la desesperaci¨®n de una familia que rechaza la sentencia absolutoria de la justicia.
Colmenares falleci¨® pasadas las tres de la ma?ana despu¨¦s salir corriendo de la Penthouse, una discoteca del norte de la capital. Esa es la zona rosa de la ciudad, epicentro de la vida nocturna, un laberinto de salas de baile donde hoy la salsa ha cedido espacio al reguet¨®n. Busc¨® un perrito caliente en un puesto callejero y sigui¨® caminando, aceler¨® el paso y, con su disfraz de diablo, reanud¨® la carrera. Tras ¨¦l, vestida de Minnie, Laura Moreno, compa?era de estudios.
Se hab¨ªan conocido un mes antes en la casa rural de un amigo durante una escapada de fin de semana. Ella acababa de romper con su novio. El joven, carism¨¢tico y con un expediente acad¨¦mico brillante, la invit¨® a salir. Esa noche pas¨® algo que le perturb¨®. Por eso, aparentemente, ech¨® a correr. Los dos llegaron a un parque, llamado El Virrey, una amplia zona verde atravesada por una quebrada con un hilo de agua. Laura, seg¨²n su relato, intent¨® retenerle. No pudo. As¨ª desapareci¨® en medio de la oscuridad.
Luis Andr¨¦s Colmenares ten¨ªa ra¨ªces en La Guajira, una de las regiones m¨¢s castigadas de Colombia, y dos apodos: sus amigos le llamaban Negro, mientras que en familia le dec¨ªan Luigi. ¡°El ¨²ltimo recuerdo que tengo de ¨¦l es ver su silueta en el aire. Es lo ¨²ltimo que yo veo de ¨¦l. Lo que s¨ª s¨¦ es que no se lanz¨®. ?l no vio el ca?o y dijo: ¡®Me voy a tirar¡¯. Sencillamente ¨¦l sali¨® a correr y lo ¨²ltimo que veo de ¨¦l es como¡ vuela en el aire¡±. Este es el testimonio que Moreno dio dos a?os m¨¢s tarde a la revista Semana y que coincide con la versi¨®n inicialmente ofrecida ante los investigadores.
Sin embargo, el cuerpo no apareci¨®. Al menos no esa noche, a pesar de que los bomberos, que fueron alertados a las cuatro de la ma?ana, rastrearon enseguida las ¨¢reas ajardinadas y el canal. Lo encontraron 16 horas despu¨¦s, en una segunda inspecci¨®n, unos 120 metros m¨¢s abajo, dentro de un t¨²nel. La autopsia despej¨® las dudas al certificar que en el momento de la muerte Colmenares se encontraba en plena intoxicaci¨®n et¨ªlica. Caso cerrado: fue un tr¨¢gico accidente.
![Laura Moreno y Luis Andr¨¦s Colmenares, en una foto de Facebook.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/ZT3GCCY5HPLI3CBOK3V2YJPVZY.jpg?auth=9caf37b278a4adf1ff146d4850dc1e7f8ddde12653c1ef531013b026588d59bb&width=414)
No tan pronto. Pas¨® casi un a?o y la justicia reabri¨® el expediente. El fiscal, Antonio Luis Gonz¨¢lez, orden¨® la exhumaci¨®n del cad¨¢ver y dispuso una segunda autopsia. El informe del forense describe ocho fracturas en el cr¨¢neo, heridas y escoriaciones. Laura Moreno no pudo explicar por qu¨¦ ten¨ªa el tel¨¦fono m¨®vil de Colmenares y plane¨® salir del pa¨ªs rumbo a Canad¨¢. Fue detenida. Junto a ella, Jessy Quintero, amiga de ambos, acusada de encubrimiento. En junio de 2012 las fuerzas de seguridad capturaron al exnovio de Moreno, Carlos C¨¢rdenas, imputado por el cargo de homicidio agravado. La acusaci¨®n convirti¨® la investigaci¨®n en un asunto de ¨¦lites frente a clases medias y populares. En el imaginario colectivo la muerte de Colmenares adquiri¨® incluso la terrible forma de delito racial. En 2010 hubo en Colombia m¨¢s de 17.000 homicidios, aunque todos los focos estaban puestos sobre esta muerte.
Pero, como sucede a menudo, hay un periodista que rema contra corriente. Jos¨¦ Monsalve, reportero de Semana, se sumergi¨® en el caso obsesivamente. Ahora lo recuerda, m¨¢s en fr¨ªo, sentado en un caf¨¦ cercano a la redacci¨®n de la revista, explicando que busc¨® apegarse a las evidencias m¨¢s all¨¢ de ese clima social y medi¨¢tico y a las presiones recibidas. Public¨® un libro, Nadie mat¨® a Colmenares (Grijalbo), en el que Netflix se bas¨® para producir una serie estrenada en mayo. Monsalve trat¨® con los protagonistas del caso y reconstruy¨® lo sucedido. Poco a poco, afirma, comenzaron a aflorar las inconsistencias de la instrucci¨®n. ¡°Supuse tambi¨¦n que, si yo pod¨ªa descubrir las costuras de la tramoya, estas terminar¨ªan por ser evidentes. La historia me interes¨® a¨²n m¨¢s al darme cuenta de que a medio plazo los roles de protagonistas y antagonistas se invertir¨ªan¡±, escribi¨®.
La justicia acab¨® por darle la raz¨®n. Carlos C¨¢rdenas fue absuelto por falta de pruebas, igual que Laura Moreno y Jessy Quintero. Hubo falsos testigos contra los acusados, que fueron encarcelados, ocultamiento de pruebas y durante la segunda necropsia la manipulaci¨®n del cuerpo desvirtu¨® el resultado del informe.
La ¨²ltima sentencia, de 2017, se?ala que ¡°el ente acusador en verdad nunca tuvo prueba alguna¡± de homicidio. Adem¨¢s, el fallo, que fue recurrido, a?ade una consideraci¨®n de car¨¢cter social: ¡°Est¨¢ probado que recibi¨® un proceso por fuera de la sala de audiencia, esto es, en los noticieros, los peri¨®dicos, redes sociales, que hizo ver algo que nunca se demostr¨® en el juicio¡±.
Sin embargo, la familia de Luis Andr¨¦s, a la espera de la apelaci¨®n, no se ha dado por vencida. El padre, Luis Colmenares, public¨® hace varios d¨ªas en Twitter un v¨ªdeo in¨¦dito del hijo acompa?ado de este mensaje: ¡°Vivir¨¢s por siempre, Luis Andr¨¦s, porque te llevo dentro de mi vida. Y mi vida es la tuya, para seguir luchando junto conmigo, hasta que haya justicia. Y que los responsables de tu crimen, ya sea por acci¨®n o por omisi¨®n, respondan por lo que hicieron. QEPD¡±.
Sobre la firma
![Francesco Manetto](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F1104d403-9924-449c-ac78-e197da0054b6.jpg?auth=5459e653078a272e984ffc3ee56465bdb353f43673aebbe6bc1fbaae23fd49d8&width=100&height=100&smart=true)