Lopetegui: ¡°Arrepentirse es un ejercicio in¨²til¡±
El exentrenador del Real Madrid, ahora en el Sevilla, habla sobre f¨²tbol, felicidad y expectativas
El exportero y entrenador Julen Lopetegui (Asteasu, Gip¨²zkoa, 52 a?os) acarici¨® el sue?o de ir a un Mundial con una de las selecciones favoritas, y cumpli¨® el de entrenar al Real Madrid, pero se despert¨® a 48 horas del debut de La Roja en Mosc¨² destituido, y Florentino P¨¦rez lo ces¨® a los 14 partidos. Ahora hace borr¨®n y cuenta nueva con el Sevilla. ¡°Es un t¨¦cnico que necesita triunfar¡±, explic¨® el director deportivo del club, Monchi, al comunicar su fichaje.
Pregunta. Su padre, su t¨ªo y su abuelo eran levantadores de piedra. El suyo deb¨ªa de ser uno de los pocos padres que no sue?a con un hijo futbolista.
Respuesta. Fui un poco la oveja negra de la familia. Practiqu¨¦ mucho la pelota vasca y ten¨ªa posibilidades de ser profesional como mi hermano, pero desde el principio cog¨ª el camino del f¨²tbol. En ese momento el levantamiento de piedra ten¨ªa mucho tir¨®n en los pueblos y viv¨ªan de eso.
P. ?Y qui¨¦n tiene m¨¢s trofeos en casa? ?Su padre o usted?
R. Mi padre tiene 88 a?os y una historia muy bonita. He crecido rodeado de copas de mi padre. Mi madre hizo una zona de recuerdos del deporte de mi padre, mi hermano y alguno m¨ªo.
P. Tiene ocho apellidos vascos.
R. Lopetegui, Agote, Aranguren, Arteaga, Eizmendi, Kalparsoro, Usabiaga y Ugartemendia.
P. Y ha terminado en Sevilla, como en la pel¨ªcula. ?Qu¨¦ tal la adaptaci¨®n?
R. Pues como en la pel¨ªcula, todo termina bien. Nos han acogido con much¨ªsimo cari?o. Ahora tenemos que tratar de devolv¨¦rselo con buen juego y resultados.
P. ?Ya le ha buscado Monchi cuadrilla en Sevilla? Ha hecho una apuesta muy fuerte por usted.
R. Es el responsable de que estemos aqu¨ª. No me ha dado tiempo a tener cuadrilla, pero somos de buen comer y ya conozco dos o tres restaurantes majos de Sevilla. Alguna cuchipanda haremos.
P. ?Existe el portero vocacional o es que de peque?o se olvidaba siempre de llevar el bal¨®n?
R. Nunca fui portero vocacional. De peque?os todos quieren ser delanteros. En mi pueblo no hab¨ªa equipo federado y cuando empec¨¦ a estudiar en San Sebasti¨¢n, con 12 a?os, tuve la oportunidad de que me hicieran una ficha. ?De portero? Pues de portero. Y fui aprendiendo el oficio. La inquietud de entrenar s¨ª la tuve antes de dejar de jugar.
P. Como jugador, fich¨® por el Madrid y por el Bar?a. Gan¨® una liga con el Real jugando 90 minutos en dos temporadas y una copa con los azulgrana sin haber jugado. En el Rayo, 10 partidos. Como entrenador, gan¨® dos europeos con la sub-19 y la sub-21, estuvo temporada y media en Oporto; 20 partidos al frente de La Roja y 14 como m¨ªster del campe¨®n de Europa. ?Ha tenido usted muy mala suerte o muy buena?
R. Tener la posibilidad de ser 18 a?os futbolista profesional es algo que jam¨¢s hubiera imaginado. Como entrenador, he tenido la suerte de entrenar a equipos importantes. Ahora tengo un reto fant¨¢stico con un equipo hist¨®rico como el Sevilla, en una gran ciudad con una gran afici¨®n. Hay momentos de m¨¢s alegr¨ªa, de menos; de m¨¢s frustraci¨®n, y de menos, pero todo lo ocurrido en mi carrera es positivo. Y lo mejor est¨¢ por llegar.
P. ?Es supersticioso? ?Tiene alg¨²n ritual antes del partido?
R. Te dir¨ªa que no y mi mujer se reir¨ªa. Seguramente tengo man¨ªas de las que no soy consciente.
P. ?Se considera usted gafe?
R. Soy muy afortunado en mi profesi¨®n y en mi vida personal. Es cierto que nunca me ha tocado la loter¨ªa...
P. ?Se arrepiente de algo?
R. Es un ejercicio in¨²til. Siempre he intentado dar cada paso de forma honesta y valiente. Si tiramos de hemeroteca, cada uno tiene su historia, yo la asumo con todas las consecuencias.
P. ?Se lleva bien con su hemeroteca?
R. S¨ª. Porque mis decisiones siempre han sido bien intencionadas. Estoy muy tranquilo.
P. ?Los exfutbolistas son mejores entrenadores o pasa como los m¨¦dicos, que dicen que son los peores pacientes?
R. Nada te asegura nada. Al haber sido jugador sabes lo que pasa en un vestuario, lo que un futbolista puede sentir, de euforia, frustraci¨®n o ansiedad, pero como todas las profesiones depende del d¨ªa a d¨ªa, del trabajo y de los resultados.
P. La felicidad, como las carreras deportivas, ?tambi¨¦n es m¨¢s corta en el f¨²tbol?
R. La felicidad en el f¨²tbol es muy ef¨ªmera, es cenar a gusto despu¨¦s de un partido antes de empezar a preocuparte por el siguiente.
P. ?Qu¨¦ es m¨¢s dif¨ªcil de gestionar: lesiones o expectativas?
R. Las lesiones no las controlas t¨². Las expectativas ¡ªlas de la afici¨®n, las del jugador, las del entrenador, las del presidente¡ª hacen que el f¨²tbol sea tan grande. Forman parte de la ilusi¨®n. Otra cosa es que sean ilusorias.
P. A veces se han llevado por delante a jugadores, como Bojan al que llamaban el nuevo Messi.
R. Hay comparaciones que hacen mucho da?o y son una losa para el jugador. Parece que hay que poner etiquetas r¨¢pidamente y hay muy poca paciencia. Est¨¢n los agentes, el poder econ¨®mico, los equipos... Y hay que tener cuidado, dejar que los jugadores terminen su ciclo de formaci¨®n.
P. En el f¨²tbol, al contrario que otros deportes de ¨¦lite, no hay apenas psic¨®logos. ?Por qu¨¦?
R. Cada vez hay m¨¢s. Los propios jugadores lo demandan. Lo que pasa es que se demandan en momentos malos y quiz¨¢ habr¨ªa que implementarlos desde el principio.
P. ?Tiene sensaci¨®n de ¨²ltima oportunidad ahora en Sevilla? ?Quiere demostrar algo?
R. Los entrenadores siempre tenemos que sacar el m¨¢ximo rendimiento al equipo.