R¨¦quiem colorista por una joven enferma terminal
La australiana Shannon Murphy, una de las dos directoras que compiten en la Mostra de Venecia, debuta con 'Babyteeth', imperfecto pero delicado retrato de una adolescente afectada por un c¨¢ncer
Puede que el melodrama ya no sea un g¨¦nero en boga, pero su variante m¨¢s lacrim¨®gena ¡ªel llamado tearjerker, dise?ado para hacer sollozar hasta al espectador m¨¢s insensible¡ª no ha desaparecido del cine contempor¨¢neo. Incluso tiene cabida en los mayores festivales del mundo, como volvi¨® a demostrar ayer la australiana Shannon Murphy, segunda (y ¨²ltima) directora que compite en la Mostra de Venecia, donde present¨® un debut titulado Babyteeth que desencaden¨® un torrente de llantos en el patio de butacas.
La pel¨ªcula est¨¢ protagonizada por Milla, una adolescente enferma de c¨¢ncer que se enamora de un joven drogadicto llamado Moses, para disgusto de sus preocupados padres. Pese a ese trillado arranque, la directora se esfuerza en esquivar los lugares comunes de este subg¨¦nero a trav¨¦s de una estudiada mezcla de tragedia y humor. ¡°Prestamos mucha atenci¨®n a esa dualidad. Quer¨ªamos que en cada plano hubiera un detalle de humor si la secuencia era dura. Y un elemento dram¨¢tico cuando el momento era m¨¢s bien divertido¡±, se?al¨® Murphy, directora teatral de 32 a?os que ha estrenado obras en prestigiosos escenarios como el Belvoir de Sidney o la Schaub¨¹hne de Berl¨ªn, adem¨¢s de reciente fichaje de la serie Killing Eve, de la que dirigir¨¢ varios cap¨ªtulos de la tercera temporada.
En Babyteeth, la previsible observaci¨®n de la familia disfuncional tambi¨¦n cobra un nuevo sesgo a trav¨¦s de una reflexi¨®n sobre la automedicaci¨®n compulsiva de sus personajes. Todos est¨¢n drogados con sustancias legales o ilegales, desde el padre psiquiatra, que se inyecta morfina a escondidas, hasta la madre atiborrada de ansiol¨ªticos. La propia pel¨ªcula tambi¨¦n parece estar narcotizada: Murphy camufla el sufrimiento y el deterioro f¨ªsico de su carism¨¢tica protagonista, escondida bajo un sinf¨ªn de pelucas coloristas. Tampoco ayuda el registro impreciso de la pel¨ªcula, ni una estructura epis¨®dica que la lleva a sobreimprimir t¨ªtulos en pantalla cada cinco minutos, ni una sensibilidad estrafalaria ¡ªesa intraducible cualidad a la que los anglosajones llaman quirky¡ª que, por suerte, se aten¨²a en la segunda mitad de metraje. Pese a sus defectos, los destellos de emoci¨®n en el tramo final y el buen trabajo actoral salvan a la pel¨ªcula del naufragio.
Babyteeth recuerda a aquel cine australiano que triunf¨® a mediados de los noventa, una serie de comedias exc¨¦ntricas y marcadas por un costumbrismo algo camp, que revelaron a directores como Baz Luhrmann o P. J. Hogan. ¡°El guion de la pel¨ªcula es un compendio de las mejores virtudes de Australia, donde uno puede ser un desastre total y, aun as¨ª, ser acogido y aceptado como persona¡±, brome¨® el actor Ben Mendelsohn, que interpreta al padre de la protagonista. Su hija en pantalla cobra los rasgos de la pujante Eliza Scanlen, vista en la serie Heridas abiertas y futura protagonista de la adaptaci¨®n de Mujercitas que ha dirigido Greta Gerwig.
Sobre la escasa presencia de mujeres en la secci¨®n competitiva de Venecia, ampliamente comentada desde el inicio del festival, la directora australiana respondi¨® a rega?adientes. ¡°Me cuesta tener que responder siempre a esta pregunta, porque perpet¨²a la mitolog¨ªa del gran director masculino y su proceso de creaci¨®n po¨¦tica, mientras que nosotras nos limitamos a hablar solo de la parte dif¨ªcil¡±, respondi¨® Murphy en rueda de prensa. Aun as¨ª, despu¨¦s asegur¨® que en Australia no detecta problemas de desigualdad de g¨¦nero gracias a un programa p¨²blico que promueve¡ªy financia¡ª la paridad a todos los niveles del sector audiovisual.
Juego de espejos
La otra pel¨ªcula del d¨ªa en la competici¨®n veneciana fue Saturday Fiction, un elegante y laber¨ªntico film noir ambientado en el Shangh¨¢i de 1941. Lo dirige el venerado cineasta Lou Ye, miembro de esa generaci¨®n de rebeldes de la que surgieron Zhang Yuan o Jia Zhangke, partidaria de enmarcar sus relatos en la vida urbana y contempor¨¢nea. Esta vez, el director se salta esa regla para retroceder hasta los tiempos de la ocupaci¨®n japonesa de China, lo que puede explicar que, por una vez, Lou Ye no haya tenido problemas con la censura (la pel¨ªcula se estrenar¨¢ en diciembre en su pa¨ªs).
La protagonista es Jean Yu, una gran actriz que ejerce de esp¨ªa en sus horas libres, a la que interpreta, con su habitual maestr¨ªa y porte majestuoso, toda una estrella como Gong Li. Alrededor de ese misterioso personaje, la pel¨ªcula propone un juego de espejos entre la vida y el teatro que remite a uno de los temas estrella de esta edici¨®n de la Mostra: la delgada l¨ªnea que separa la realidad de la ficci¨®n, si es que esas categor¨ªas existen.
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