El Festival de Venecia empieza con pol¨¦mica por la falta de mujeres y la presencia de Polanski
El certamen recibe las cr¨ªticas de varios colectivos feministas que le acusan de ignorar la inclusi¨®n y lamentan que s¨ª compita el director polaco, acusado de violaci¨®n en EE UU
En La Mostra de Venecia hay decenas de pel¨ªculas nuevas, listas para ser descubiertas. Adem¨¢s, la organizaci¨®n ha ampliado una de sus salas y organizado una exposici¨®n fotogr¨¢fica y reivindica que la 76? edici¨®n, que empieza este mi¨¦rcoles, ofrece un men¨² suculento y prometedor. Y, sin embargo, ya reina sobre el Lido la sensaci¨®n de d¨¦j¨¤ vu. La misma que el a?o pasado o el anterior. ¡°Es como si disfrutaran siendo el ¨²nico dinosaurio que queda¡±, afirm¨® Laura Kaehr, copresidenta de la Red Audiovisual de Mujeres de Suiza, a The Hollywood Reporter. Y como ella, varias representantes de colectivos feministas han atacado La Mostra y su reiterada falta de inclusi¨®n. Es cierto que, este a?o, la presencia de directoras en el concurso por el Le¨®n de Oro se ha duplicado. Pero es lo que tiene pasar de una a dos. Sobre 21 pel¨ªculas en competici¨®n.
¡°Otros festivales est¨¢n haciendo esfuerzos y progresos. Venecia parece el ¨²nico que ni lo intenta. Est¨¢n totalmente fuera de los tiempos actuales. O quiz¨¢s sea una estratagema publicitaria¡±, contin¨²a Kaehr. Con el objetivo de alcanzar en el futuro la igualdad en su programaci¨®n, los principales cert¨¢menes de cine del mundo, incluida La Mostra, firmaron el a?o pasado un manifiesto donde se compromet¨ªan a compartir m¨¢s informaci¨®n y a ser transparentes sobre su proceso de selecci¨®n. Despu¨¦s de aquella promesa, Toronto cuenta con un 35% de filmes liderados por mujeres, Cannes seleccion¨® a cuatro directoras en la carrera por la Palma de Oro y siete creadoras compitieron en la Berlinale. Venecia, mientras, sigue a lo suyo. Tras dos ediciones con una sola cineasta en el concurso, ahora se ver¨¢n The Perfect Candidate, de la saud¨ª Haifaa Al-Mansour, y Babyteeth, de la debutante australiana Shannon Murphy.
El director del festival, Alberto Barbera, siempre defiende que no se puede elegir un filme por el g¨¦nero de su responsable. Tanto que, el a?o pasado, amenaz¨® con dimitir si La Mostra introduc¨ªa un sistema de cuotas. Agrega que el problema lo tiene la industria, y un festival selecciona de entre el material que recibe. Este a?o, en todo caso, Barbera ha subrayado que el cine de Venecia cuenta las historias de muchas protagonistas femeninas. Aunque ¨¦l mismo constata que varias est¨¢n filmadas por hombres. ¡°Por desgracia, las directoras todav¨ªa son minor¨ªa. Pero estos retratos demuestran una nueva sensibilidad que raramente se encontraba en el pasado. Puede ser la se?al de que las pol¨¦micas de los ¨²ltimos a?os han tenido un impacto en nuestra cultura¡±, declar¨® a The Guardian.
Sus argumentaciones, sin embargo, no convencen a Melissa Silverstein. ¡°Venecia es completamente sorda a cualquier asunto relacionado con el [movimiento] Me Too o el [fondo para v¨ªctimas de acoso] Time¡¯s Up¡±, defendi¨® a The Hollywood Reporter la fundadora de la web Women and Hollywood, que batalla por la diversidad y la inclusi¨®n, y directora del festival de cine de Atenas. Silverstein subi¨® a Twitter una serie de mensajes muy cr¨ªticos donde abr¨ªa adem¨¢s otro foco de pol¨¦mica: no hay mujeres, pero ah¨ª est¨¢n Roman Polanski y Nate Parker.
El cineasta polaco, a sus 85 a?os, compite por el Le¨®n de Oro con El oficial y el esp¨ªa, que relata el c¨¦lebre juicio antisemita contra Alfred Dreyfus en Francia en 1894. Pero Polanski no visitar¨¢ el Lido: la justicia de Estados Unidos lleva d¨¦cadas persigui¨¦ndole y pisar suelo italiano puede llevarle directo a la extradici¨®n. En 1977, Samantha Geimer le acus¨® de violarla, cuando ella ten¨ªa 13 a?os y ¨¦l 43. El propio director se declar¨® culpable ¡°de corrupci¨®n de menores¡±, pero escap¨® de EE UU ante el espectro de 50 a?os de prisi¨®n y nunca volvi¨®. Pero tampoco se liber¨® de su pasado.
El caso de Parker, en cambio, ya se resolvi¨®, pero no por eso genera menos protestas: el actor y director enamor¨® al festival de Sundance en 2016 con El nacimiento de una naci¨®n. Su oda antirracista, adquirida entonces por Fox por m¨¢s de 15 millones de euros, se coloc¨® como l¨ªder en muchas quinielas para los Oscar, hasta que resurgi¨® un antiguo esc¨¢ndalo. En los noventa, una mujer acus¨® al cineasta y su compa?ero de habitaci¨®n en la universidad, Jean Celestin, de haberla violado. Parker fue declarado no culpable, mientras que su amigo fue condenado. A?os despu¨¦s, la sentencia condenatoria fue revocada, y la mujer acab¨® suicid¨¢ndose en abril de 2012. Cuando todo esto sali¨® a la luz p¨²blica, el mundo dio la espalda a Parker y su pel¨ªcula. Hasta que, ahora, Venecia se ha acordado de ¨¦l. El director regresa con American Skin, otra batalla contra la discriminaci¨®n, que el mism¨ªsimo Spike Lee se encargar¨¢ de presentar. Por m¨¢s que se proyecte en una secci¨®n paralela, es uno de los platos m¨¢s esperados del certamen.
Para Barbera,?su elecci¨®n es obvia: un festival no ejerce de juez sino que programa cine y debe ser capaz de distinguir entre el hombre y el creador. El director de La Mostra hasta ha comparado a Polanski con Caravaggio. Al rev¨¦s, Silverstein considera que ¡°no puedes pretender invitar a gente como Polanski o Parker y que eso no cause una reacci¨®n enorme¡±. Pero al festival no parece importarle. Lleva a?os yendo por su camino: abre las puertas a Netflix cuando Cannes se las cierra; ha pasado de baluarte del cine de autor a segunda casa de Hollywood, tanto que ya es el principal trampol¨ªn hacia los Oscar. De ah¨ª que el jefe de una major [productora de cine] confesara a The Hollywood Reporter: ¡°Quiz¨¢s todos deber¨ªamos ser como Venecia: ignorar lo que digan peri¨®dicos y medios online sobre Netflix o la igualdad y hacer lo que queramos. Y luego sentarnos a escuchar que somos el mejor festival del mundo¡±. O el peor, en t¨¦rminos de inclusi¨®n. El debate ya est¨¢ abierto. Y eso que La Mostra ni ha empezado.
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