¡°Trabajamos para los espectadores, da igual a qui¨¦n tengamos arriba¡±

Entre 2003 y 2011, la periodista Rosa Mar¨ªa Moll¨® (L¨¦rida, 56 a?os) fue una de las caras m¨¢s reconocibles de Televisi¨®n Espa?ola. Despu¨¦s de pasar por diferentes ¨¢reas informativas de la cadena p¨²blica, hil¨® durante esos a?os de forma consecutiva tres de las corresponsal¨ªas m¨¢s importantes de la cadena, en Nueva York, Pek¨ªn y Jerusal¨¦n, cubriendo temas como la guerra de Irak y el debate sobre la misma en la ONU, el inicio de la crisis econ¨®mica desde Wall Street, las consecuencias del hurac¨¢n Katrina o las revueltas ¨¢rabes. Hasta que decidi¨® hacer una pausa tras lo que denomina "un empacho de realidad" para descansar, reflexionar y recuperar las buenas sensaciones perdidas poco a poco tras m¨¢s de 25 a?os en el periodismo. Lo que en un principio iba a ser un a?o sab¨¢tico, se convirti¨® en ocho a?os lejos de las pantallas. Hasta que Informe semanal llam¨® a su puerta.

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El programa de actualidad, que lleva m¨¢s de cuatro d¨¦cadas emiti¨¦ndose, comienza nueva temporada este s¨¢bado (La 1, 21.30) y su principal novedad es Moll¨®, que toma el relevo de Pilar Garc¨ªa Mu?iz (ahora en el programa de radio Herrera en Cope). La periodista habla con EL PA?S en la redacci¨®n de Informe semanal en Torrespa?a. Solo ha pasado una semana desde que le propusieron, y acept¨® sin titubeos, el desaf¨ªo, pero ocho a?os desde que apareci¨® en pantalla por ¨²ltima vez. Quien sintonice el programa la recordar¨¢ en seguida: pelo corto y rubio, sonrisa permanente y una voz segura y cercana a la vez. Esa cercan¨ªa con el espectador fue uno de sus objetivos como corresponsal, algo que quiere aplicar al programa de reportajes."Como corresponsal dije que no podia ser que sigui¨¦ramos haciendo una televisi¨®n tan distante, que ten¨ªamos que encontrar maneras de hacerla m¨¢s pr¨®xima para que el periodismo se acercara m¨¢s a todas las personas. Dejaron que lo hiciera, rompimos moldes y marcamos un camino que despu¨¦s siguieron otros", asegura.

"El reto ahora es seguir aportando reflexi¨®n, que a este pa¨ªs le falta un poco de poner la pausa y pararse a pensar", comenta Moll¨®, que promete que introducir¨¢n cambios de forma gradual para seguir adaptando el espacio a los nuevos tiempos y acercarse a un p¨²blico m¨¢s joven. "Los j¨®venes no est¨¢n mirando la television, est¨¢n con los m¨®viles. Tal vez en este momento de transici¨®n [digital] tengamos que hacer un esfuerzo, ver c¨®mo presentamos este producto de toda la vida para que ese sector de la poblaci¨®n, que a lo mejor no nos conoce o no nos mira, se acerque a nosotros. Igual la pregunta es, ?c¨®mo me puedo acercar yo a ¨¦l?", expone. "El periodismo, sea p¨²blico o privado, es un servicio esencial para el ciudadano. Querr¨ªa volver a ver un periodismo m¨¢s independiente de lo que es la ¨®rbita pol¨ªtica en general. Tenemos esta responsabilidad", dice la periodista.

Moll¨®, que se volvi¨® a instalar en EE UU durante su excedencia, volvi¨® a Espa?a y a RTVE a principios de este a?o. El reto de Informe semanal lo toma despu¨¦s de unos meses en el ¨¢rea de Transformaci¨®n Cultural y Proyectos Estrat¨¦gicos de RTVE, donde ha aplicado sus conocimientos como preparadora de rendimiento, liderazgo y gesti¨®n del cambio organizativo para empresas de gesti¨®n internacional. A esto ¨²ltimo se ha dedicado en su ausencia de la televisi¨®n, pero sin olvidar, de refil¨®n, el periodismo. "Lo he estado viviendo desde otra perspectiva, me he permitido el lujo de convertirme en espectadora, de consumir seg¨²n me apetec¨ªa. Siento que ahora estoy m¨¢s pr¨®xima al espectador", admite.

Su salida del periodismo lleg¨® por un colpaso, emocional y f¨ªsico. ¡°Ir tan deprisa durante 15 a?os... v¨ªv¨ªa m¨¢s r¨¢pido que el tiempo, iba acumulando cansancio, cambiando de pa¨ªs... y la ¨²ltima cobertura fueron las revoluciones ¨¢rabes. All¨ª tuve, consecutivamente, accidentes l¨ªmite, que en su momento no les d¨ª importancia, porque lo interpret¨¦ como gajes del oficio. Los aparqu¨¦ y fui trabajando¡±, explica. ¡°Hab¨ªa cubierto guerras, pero esos conflictos ten¨ªan singularidades diferentes. V¨ª lo mejor y lo peor del ser humano y del periodismo. Colapsaron delante de m¨ª dos de los pilares m¨¢s importantes de mi vida, mi carrera y el ser humano, me qued¨¦ sin patas, me decepcion¨¦ y tuve que hacer una pausa", contin¨²a.

Desde entonces hasta su vuelta, el periodismo ha adoptado nuevas contiendas. "El gran reto que tenemos todos los medios de comunicaci¨®n es hacer las cosas bien en la era digital. Cuando lo dej¨¦, hac¨ªamos periodismo muy duro. Ahora todo es fast food, noticias superr¨¢pidas, pero no porque haya cambiado el periodismo, si no que ha cambiado la situaci¨®n econ¨®mica de las empresas y ha cambiado c¨®mo los espectadores consumen el producto", apunta. "Tenemos que ver que realmente la gente est¨¢ esperando otras cosas y nosotros producir en esa l¨ªnea y a la vez ser conscientes de que los recursos han cambiado y por lo tanto aprender a producir de otra manera", finaliza. Moll¨® admite segura que no le da miedo volver. "Hacer periodismo era mi forma de contribuir a la sociedad. Cuando dej¨¦ de hacerlo, me dediqu¨¦ a mejorar el rendimiento de las personas por la misma raz¨®n, porque me gusta sacar lo mejor de las personas. Me planteo el periodismo como un acto de responsabilidad, y encima desde la cadena p¨²blica no podemos perder vista nuestro papel p¨²blico. Trabajamos para los espectadores, independientemente de quien tengamos arriba", dice.

El retiro llev¨® a la periodista a reflexionar y a formarse. "Me dediqu¨¦ a estudiar la geograf¨ªa de la comunicaci¨®n desde el punto de vista multicultural para entender por qu¨¦ las personas actuamos como actuamos en momentos l¨ªmite de forma diferente. No par¨¦ de estudiar y as¨ª fue como me recuper¨¦ del ser humano", cuenta, para rematar ya en tono de broma con un: "del periodismo espero recuperarme pronto". Y as¨ª lo intentar¨¢ desde este s¨¢bado en Informe semanal.