¡®Master and Commander¡¯ en la Costa Brava
La musealizaci¨®n del Castell de la Trinitat de Roses rinde homenaje al capit¨¢n de la marina de Nelson Thomas Cochrane, inspiraci¨®n de las novelas de Patrick O'Brian
Una fragata de 38 ca?ones, ataques anfibios, la defensa in extremis de una fortificaci¨®n costera contra la ofensiva de una columna francesa, disparos de fusiler¨ªa, explosiones, el olor de la p¨®lvora, gritos, y en medio de todo un heroico y resuelto capit¨¢n de la marina inglesa, capaz de mucho valor y gran ingenio. No, no estamos en una novela de Patrick O'Brian de la serie del capit¨¢n Jack Aubrey y el naturalista y esp¨ªa Stephen Maturin, las aventuras que inspiraron la pel¨ªcula Master and Commander,sino en un episodio hist¨®rico sucedido aqu¨ª mismo, en el Castell de la Trinitat de Roses (Girona).
En noviembre de 1808, el escoc¨¦s Thomas Cochrane, a la saz¨®n uno de los m¨¢s audaces capitanes de la marina inglesa anclaba su veloz y poderosa fragata Imperieuse, de 1.064 toneladas, en la bah¨ªa de Roses y se sumaba decididamente a la defensa del Castell de la Trinitat, que estaba siendo atacado por la artiller¨ªa francesa en el marco de la guerra de independencia espa?ola. El episodio y Lord Cochrane ¡ªv¨¦ase la vibrante biograf¨ªa Thomas Cochrane (1775-1860), de Robert Harvey (Edhasa, 2002)¡ª , uno de los personajes m¨¢s sensacionales de la historia de las guerras napole¨®nicas ¡ªy no solo: sus incre¨ªbles aventuras se prorrogan como almirante de la flota chilena, en la independencia de Brasil y en la lucha por la de los griegos como un Byron del mar¡ª, se recuerdan ahora en la musealizaci¨®n del Castell de la Trinitat, que se inaugura el s¨¢bado con una jornada de puertas abiertas.
La musealizaci¨®n de la fortaleza y creaci¨®n de un centro de interpretaci¨®n de la misma, con el objetivo de poner en valor esta construcci¨®n fundamental del patrimonio militar catal¨¢n, es un proyecto desarrollado por el grupo Didpatri (Did¨¢ctica del patrimonio, museograf¨ªa comprensiva y nuevas tecnolog¨ªas) de la Universidad de Barcelona, con direcci¨®n del catedr¨¢tico de historia Xavier Hern¨¤ndez. La intervenci¨®n ha consistido en instalar una serie de m¨®dulos, cubos de metal que permiten asomarse a la historia del castillo durante el recorrido por el mismo a trav¨¦s de objetos, mapas, fotos, audiovisuales y dioramas, algunos muy impactantes, que reproducen espacios, escenas y personajes del pasado de la fortaleza.
Destaca por su significado la realista escultura de bronce a tama?o natural del propio Cochrane, realizada a partir de retratos y grabados de la ¨¦poca y que es obra de la escultora Mar Hern¨¢ndez Pongiluppi. En la escultura, ubicada en la entrada del patio del revell¨ªn, como retando a avanzar a los invasores, Cochrane aparece como era: alto, definitivamente guapo, con nariz aguile?a, algo torcida por la astilla desprendida por un ca?onazo y que le rompi¨® el tabique nasal durante el asedio del castillo. Tiene una mirada depredadora perdida en el horizonte. No en balde le llamaba el mism¨ªsimo Napole¨®n "le loup de mer", el lobo del mar.
El Castell de la Trinitat , con espl¨¦ndidas vistas sobre la bah¨ªa de Roses, conocido popularmente como el de la Poncella o el Bot¨® de Roses, lo proyect¨® el ingeniero militar de Carlos V y capit¨¢n general de artiller¨ªa Luis Piza?o y se acab¨® de construir en 1551. ¡°La fortaleza¡±, explica Xavier Hern¨¢ndez, atraves¨® infinidad de vicisitudes, guerras y asedios que hemos intentado rememorar en la musealizaci¨®n". Entre las escenograf¨ªas destaca un polvor¨ªn del siglo XVII con figuras a tama?o natural de soldados.
Los t¨¦cnicos de Didpatri han echado el resto en el ¨²ltimo episodio militar del castillo, precisamente en el que particip¨® decisivamente Cochrane. Tan decisivamente como que fue ¨¦l el que vol¨® la fortaleza, min¨¢ndola para que no pudieran usarla los franceses. "El principal audiovisual, en una pantalla de 11 metros, est¨¢ dedicado a ese ¨²ltima batalla, que devast¨® el castillo; en las escenas filmadas participan grupos de reconstrucci¨®n hist¨®rica que hasta llevan ca?ones".
Cochrane afirmaba que los catalanes eran excelentes tropas de guerrilla ¡°por su car¨¢cter turbulento, su predisposici¨®n al descontento y la sedici¨®n y su capacidad de aguante¡±.
En realidad, la ¨²ltima batalla del castillo no fue militar sino arquitect¨®nica, en 2002, y la perdi¨® la fortaleza al realizarse una discutida restauraci¨®n en la que se descartaron elementos originales y se utiliz¨® masivamente el hormig¨®n armado, cambiando en buena parte la fisonom¨ªa del edificio. "El monumento real estaba muy derruido y la rehabilitaci¨®n sigui¨® criterios modernos poco acordes con la historia as¨ª que la museograf¨ªa del lugar presentaba retos muy importantes", se?ala Hern¨¢ndez. "Lo solucionamos con esos cubos de metal, de cuatro metros c¨²bicos cada uno, distribuidos por todo el recinto y que contienen escenograf¨ªas y audiovisuales, y a?adiendo la instalaci¨®n de otros artefactos evocadores al aire libre, como la peque?a pieza de artiller¨ªa, el falconete".
Hern¨¢ndez reconoce que Cochrane era adem¨¢s de un h¨¦roe, alabado por Walter Scott, un hombre contradictorio, de una rebeld¨ªa casi patol¨®gica ante la autoridad, que se las tuvo con el establishment naval de su pa¨ªs, y hasta fue a la c¨¢rcel (por el esc¨¢ndalo financiero de la Bolsa de Londres). De familia aristocr¨¢tica con militares y marinos en sus filas, Cochrane tom¨® la alternativa como joven teniente de la mano del mism¨ªsimo Nelson, con el que se le ha comparado. Su primer mando fue el del Speedy, un peque?o bergant¨ªn de 14 ca?ones con el que hizo maravillas. Las aventuras de Cochrane se parecen tanto a las de Jack Aubrey ¡ªigual que el Speedy a la Sophie¡ª, que a uno casi le parece escuchar acompa?¨¢ndolas la m¨²sica de Locatelli y Boccherini.
Las t¨¢cticas, maniobras y combates de Cochrane inspiraron las del Aubrey de O'Brian: atacar siempre, camuflar el barco bajo identidad y bandera falsa, largar una linterna sobre un barril por la popa para evadir las persecuciones...
En 1801 Cochrane protagoniz¨® una de su grandes haza?as, la captura del Gamo, una poderosa fragata espa?ola que cuadriplicaba en tama?o al Speedy. En 1808, ya con la Imperieuse, burl¨® las bater¨ªas francesas de Barcelona, desembarc¨® en Matar¨® para volar parte de la los caminos y destruir ca?ones enemigos, y rindi¨® atac¨¢ndola desde el mar la fortaleza de Montgat. Con su fragata trajo de cabeza a los franceses por toda la costa, realizando verdaderas acciones de comandos avant la lettre, y alabando de paso a los catalanes, que formaban, consider¨®, excelentes tropas de guerrilla ¡°por su car¨¢cter turbulento, su predisposici¨®n al descontento y la sedici¨®n y su capacidad de aguante¡±.
En Roses, junto a sus marinos desembarcados, mercenarios irlandeses y tropas espa?olas entre las que se contaban miquelets catalanes, defendi¨® el Castell de la Trinitat, haciendo algunos alardes de valor casi suicida, hasta que hubo que retirarse al barco, no sin antes volar la fortaleza mientras entraban los franceses.
Cochrane, que vivir¨ªa otros episodios sensacionales como la captura de la fragata espa?ola Esmeralda durante la guerra de independencia de Chile (fue herido dos veces y acab¨® dirigiendo el asalto sentado en un ca?¨®n), es el modelo de los grandes h¨¦roes populares de la novela de aventuras navales: en ¨¦l se inspiraron C. S. Forester y Patrick O'Brian para crear respectivamente a Horatio Hornblower (al que dio vida en el cine Gregory Peck) y Jack Aubrey (Russell Crowe). No hay que olvidar tampoco la influencia que tuvo Cochrane en otro de los m¨¢s famosos escritores de novelas de aventuras y marineras, el capit¨¢n Frederick Marryat, que sirvi¨® de joven con el h¨¦roe en el Imperieuse, luch¨® junto a ¨¦l en el Castell de la Trinitat. Marryat evocaba a?os despu¨¦s "la hermosa precisi¨®n de nuestros disparos y el coraje de nuestro capit¨¢n, que contagiaba a todos los hombres a bordo", y dec¨ªa que al recordarlo, el pulso se le aceleraba. Lo mismo que se siente hoy al asomarse, sobre la bah¨ªa de Roses, a la mirada de bronce de Cochrane. Como lo cant¨® Neruda (Cochrane de Chile, 1970), gran fan del marino: "?Almirante, tus ojos se abren saliendo del mar cada d¨ªa!/ ?Con tu invulnerable esplendor se ilumina el delgado hemisferio!"
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