W¨¦stern sobre el maquis
Se ha ahondado en unos elementos iconogr¨¢ficos de cine del Oeste que en el c¨®mic original apenas resaltaban
Desde un punto de vista est¨¦tico y narrativo, la lucha del maquis, la guerrilla antifranquista que lanzaba operaciones desde los montes en busca de la recuperaci¨®n de territorio tras la victoria nacional en la Guerra Civil, siempre tuvo un aire de w¨¦stern. De vana cruzada contra el poder por parte de unos h¨¦roes cansados y fracasados, a los que la vida arrincon¨® en un lugar en el que la renuncia iba irremediablemente unida a la muerte.
SORDO
Direcci¨®n: Alfonso Cort¨¦s-Cavanillas.
Int¨¦rpretes: Asier Etxeandia, Marian ?lvarez, Aitor Luna, Imanol Arias, Hugo Silva.
G¨¦nero: w¨¦stern. Espa?a, 2019.
Duraci¨®n: 121 minutos.
Bien se supo ver desde la ¨®rbita franquista con pel¨ªculas como Torrepartida (Pedro Lazaga, 1956), en la que los civiles armados que resist¨ªan en la ilegalidad eran retratados como simples bandoleros, como cuatreros de cl¨¢sico del Oeste desprovistos de cualquier connotaci¨®n e ideal pol¨ªticos. Y ya en democracia por Julio S¨¢nchez Vald¨¦s, director de Luna de lobos (1987), basada en la novela de Julio Llamazares, y en la que el tratamiento del espacio f¨ªsico era muy semejante al del w¨¦stern.
Una particularidad que ahora recoge Alfonso Cort¨¦s-Cavanillas en Sordo, su segundo largometraje, para llevarla a una dimensi¨®n mucho m¨¢s expl¨ªcita y convirtiendo el c¨®mic original de David Mu?oz y Rayco Pulido, publicado en 2008, en un spaguetti western de corte crepuscular, con personajes agotados por el tiempo y por la p¨¦rdida, ambientado en el a?o 1944, cuando el inminente final de la Segunda Guerra Mundial a¨²n auguraba una posible ayuda aliada y desde el maquis se lanz¨® la llamada Operaci¨®n Reconquista, una importante incursi¨®n desde el valle de Ar¨¢n que deb¨ªa ir acompa?ada posteriormente de un levantamiento popular.
En Sordo, Cort¨¦s-Cavanillas y sus compa?eros de La Ca?a Brothers, la productora que ocupa el ins¨®lito ¨²ltimo t¨ªtulo de cr¨¦dito (¡°una pel¨ªcula de La Ca?a Brothers¡±, a la manera de las producciones de David O. Selznick o, en cierto modo, ahora con Netflix), han ahondado en unos elementos iconogr¨¢ficos de cine del Oeste que en el c¨®mic original apenas resaltaban, y aunque han sido relativamente fieles a la trama y a una parte de las acciones del relato, se han alejado tanto del tipo de encuadre como del blanco y negro, y sobre todo de la esencialidad del trabajo de Mu?oz y Pulido: el silencio, pues en la novela gr¨¢fica la inmensa mayor¨ªa de las vi?etas estaban vac¨ªas de di¨¢logo. As¨ª, han inventado un nuevo vestuario y aditamentos para su h¨¦roe (abrigo muy especial, sombrero, caballo), y acompa?an cada secuencia con una banda sonora de gran vehemencia, creada por Carlos M. Jara, con efectos de sonido e instrumentos deudores de las m¨²sicas de Ennio Morricone, con mucha percusi¨®n y trompetas.
Con una formidable producci¨®n y perfecta en escenarios, vestuario, localizaciones, decorados y factura t¨¦cnica en general, Sordo se ve con pasi¨®n durante la primera hora de metraje, entrando de lleno en un tipo de cine de g¨¦nero donde los aspectos pol¨ªticos solo est¨¢n en un segundo plano. Algo que tampoco es nuevo porque Guillermo del Toro ya hizo algo semejante uniendo fantas¨ªa y terror en El espinazo del diablo y El laberinto del fauno.
Sin embargo, a pesar del excelente trabajo interpretativo de Asier Etxeandia, Marian ?lvarez, Aitor Luna, Imanol Arias y Ruth D¨ªaz, y en general de todos, en la segunda mitad del relato, sobre todo tras la aparici¨®n de la mercenaria rusa, todo es mucho m¨¢s discutible, y van surgiendo secuencias con un punto inconcebible (la violaci¨®n, sobre todo), incluso dentro de los par¨¢metros de g¨¦nero entre los que se mueve la producci¨®n. Una ca¨ªda que, de todos modos, no arrastra el exquisito cuidado de la imagen y, lo mejor, tampoco acaba con la met¨¢fora final, con un pa¨ªs sordo y ciego ante lo que ten¨ªa delante de sus ojos.
Babelia
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