La enemiga dentro de m¨ª
Una pel¨ªcula que no consigue estar a la altura de la precisa capacidad de s¨ªntesis y la considerable fuerza de algunos momentos
Hay personas que llevan a su peor enemigo dentro de s¨ª y pel¨ªculas a las que les pasa exactamente lo mismo. Cuatro manos, segundo largometraje del alem¨¢n Oliver Kienle, podr¨ªa ser un buen instrumento para explicar los dos casos. Sophie, la protagonista de este thriller que se abre con afortunadas notas g¨®ticas para dejarlas de lado hasta sus im¨¢genes finales, es una pianista que sufri¨® un acontecimiento traum¨¢tico en sus a?os de infancia. Un suceso transformador que convirti¨® a su hermana en su protectora a perpetuidad, que evolucion¨® a lastre vital en una existencia regida por el miedo antes de convertirse en algo as¨ª como la sombra interior de la que Sophie ya nunca podr¨¢ desembarazarse. La imagen que abre la pel¨ªcula ¨Cuna pervivencia de caser¨®n g¨®tico en un entorno industrial- y la que casi lo cierra ¨Cun elegante movimiento de c¨¢mara que acaba desvelando una verdad reflejada en un espejo- son las dos fortalezas evidentes de un trabajo que se encarga de emborronarlas y ponerlas en crisis a lo largo de todo el metraje. Cuatro manos es, en definitiva, una pel¨ªcula que no consigue estar a la altura de la precisa capacidad de s¨ªntesis y la considerable fuerza de esos dos momentos.
CUATRO MANOS
Direcci¨®n: Oliver Kienle.
Int¨¦rpretes: Frida-Lovisa Hamann, Friederike Becht, Cristoph Letkowski, Detlef Bothe.
G¨¦nero: thriller. Alemania, 2017.
Duraci¨®n: 94 minutos.
Kienle opta por contar un thriller de personalidad escindida recurriendo a todos los efectismos de la caja de trucos del cineasta que conf¨ªa m¨¢s en la sacudida que en la estrategia. No es un trabajo en absoluto desde?able y la contrastada labor de las actrices Frida-Lovisa Hamann y Friederike Becht logra desviar la atenci¨®n de las debilidades y las incoherencias del cuerpo principal de la pel¨ªcula, pero el arranque de Cuatro manos promete algo m¨¢s intranquilizador y, sobre todo, m¨¢s atmosf¨¦rico y seductor que lo que acaba resultando. Cuando se manifiesta la f¨®rmula, desaparece, irremediablemente, la fuerza.
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