Claude Lelouch: ¡°Los d¨ªas en los que no est¨¢s enamorado son d¨ªas desperdiciados¡±
El veterano director franc¨¦s se re¨²ne con Jean-Louis Trintignant y Anouk Aim¨¦e en el cierre de la trilog¨ªa 'Un hombre y una mujer'
Hace cinco a?os, Claude Lelouch (Par¨ªs, 81 a?os) asisti¨® a una proyecci¨®n de la restauraci¨®n de su Un hombre y una mujer, el drama sentimental de 1966 que marc¨® a varias generaciones, y al sentarse al lado de sus protagonistas, Jean-Louis Trintignant y Anouk Aim¨¦e, le vino la inspiraci¨®n. ¡°Pens¨¦ que ahora s¨ª merec¨ªa hacer una pel¨ªcula con ellos¡±, cuenta antes de confesar su arrepentimiento por la segunda parte que estren¨® en 1986: ¡°La hice demasiado pronto¡±.
Hoy se estrena en Espa?a Los a?os m¨¢s bellos de una vida, el cierre de la historia de amor entre el piloto de carreras Jean-Louis Duroc y la script Anne Gauthier, es decir, entre los personajes de Trintignant y Aim¨¦e, el mayor ¨¦xito de la carrera de Lelouch (junto a Los unos y los otros) y del compositor Francis Lai, que falleci¨® tras acabar esta partitura en noviembre de 2018, que vuelve al m¨ªtico ¡°dabadabada¡±. Es decir, se re¨²ne de nuevo toda la banda rom¨¢ntica. ¡°Desde luego¡±, r¨ªe Lelouch, sentado en Madrid en un terraza a inicios de septiembre. ¡°No llevamos ensayando desde 1966, pero mi inconsciente est¨¢ trabajando con el guion desde aquel a?o. Mi inteligencia, no. Esa hab¨ªa dejado atr¨¢s todas esas referencias¡±.
Lelouch considera su drama rom¨¢ntico ¡ªque ya es su pen¨²ltimo filme, porque despu¨¦s ha rodado La vertu des impond¨¦rables con un iPhone como c¨¢mara ¡°y eso sacar¨¢ de quicio a mucha gente¡±¡ª una ¡°pel¨ªcula milagro¡±. Y desarrolla la definici¨®n: ¡°Porque el tiempo ha actuado como milagro. Yo no los fabrico, aunque s¨¦ filmarlos cuando llegan. Los milagros me han dado permiso para plasmarles, puedo atrapar lo invisible. Cuando miraba a Jean-Louis y a Anouk me apetec¨ªa seguir rod¨¢ndoles. Jean-Louis ha tenido una vida complicada, le han ocurridocosas terribles que incluyen el asesinato de su hija. Si hay alguien que puede hablarnos de la vida es ¨¦l. En su voz resuena la verdad, no puede mentir. Es incapaz de decir algo que no piense¡±. Por eso Lelouch se enorgullece: ¡°Toda la pel¨ªcula se fundamenta en su voz¡±.
Espontaneidad y verdad
Trintignant y Aim¨¦e mantienen la qu¨ªmica de hace 53 a?os, y el cineasta, incide, no tuvo que reavivar o encender la llama. ¡°Siempre he corrido detr¨¢s de la espontaneidad, luchando para que la c¨¢mara estuviera preparada en cuanto surgiera. Para m¨ª la espontaneidad est¨¢ a mitad de camino entre la verosimilitud y la mentira. Cuando dices algo espont¨¢neo, sueltas peque?os momentos de verdad, al menos?instantes veros¨ªmiles para quienes asistimos a ellos. No quise que Jean-Louis y Anouk se aprendieran los textos, que los recitaran como en el teatro. No dudo que lo hubieran hecho de maravilla. Sin embargo, al descubrir los di¨¢logos y las situaciones seg¨²n las film¨¢bamos viv¨ªan el momento, no lo interpretaban. Los encuentros son aut¨¦nticos, seg¨²n avanzaba cada secuencia yo les soplaba los textos, y que surgiera su voz desde el convencimiento de su sentimiento, de la verdad de su coraz¨®n. Era como filmar ni?os, ya que a partir de una cierta edad los ancianos parecemos ni?os¡±. Efectivamente, el personaje de Trintignant, devorado por el alzh¨¦imer, juega con esa doble permisividad: la de la edad y la de la enfermedad. ¡°Se nos perdona todo¡±, se parte Lelouch. Su rostro se ensombrece cuando confirma que al actor, hoy, lo que le est¨¢ devorando en la vida real es el c¨¢ncer.
Lo que vale para Trintignant sirve igual para Lelouch, y ahora no se corta para hablar en contra de la Nouvelle Vague, movimiento que le atac¨® en sus inicios. ¡°Mira, ?por qu¨¦ van los ni?os al colegio? Porque hay recreo. A los cineastas de la Nouvelle Vague no les gustaba ni el recreo ni jugar. Y a m¨ª me encanta el recreo¡±.
"A los cineastas de la Nouvelle Vague no les gustaba ni el recreo ni jugar"
En el festival de Cannes, donde se estren¨® Los a?os m¨¢s bellos de una vida, Lelouch defendi¨® su pasi¨®n por el cine rom¨¢ntico, que no vive actualmente sus mejores momentos. ¡°?Puedo puntualizar?¡±. Claro. ¡°Depende del romanticismo. Si haces el de Hollywood, es normal que el espectador lo mire mal. El romanticismo es el resultado de un c¨¢lculo tremendo. Siempre he pensado que el amor es mejor que la vida. Los ¨²nicos momentos en que he sido feliz se han dado cuando estaba enamorado de algo o de alguien. Los d¨ªas en que un ser humano no est¨¢ enamorado son d¨ªas desperdiciados. Solo cuando te enamoras abandonas tu ego¨ªsmo, sales de tu yo: amas a alguien m¨¢s que a ti mismo. En ese momento es cuando el ser humano se pone interesante. El resto...¡±. Y para el cineasta ese amor tambi¨¦n se refiere a su profesi¨®n. ¡°El ser humano al que m¨¢s he amado ha sido el cine¡±, comenta entre risas. ¡°He enga?ado a mis esposas con el cine¡±. Y despu¨¦s vuelve a la reflexi¨®n: ¡°El cine es el arte m¨¢s popular del mundo, porque todos somos cineastas, todos tenemos ojos. No hace falta estudiar. La memoria es la mejor m¨¢quina para montar¡±.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.