Muere Ginger Baker, un gigante de la bater¨ªa

El rock pierde a un gigante: Peter Ginger Baker, uno de esos bater¨ªas sobre los que se asienta todo un estilo. Cofundador de Cream a mediados de los sesenta, el baterista fue due?o de un modo sofisticado y exuberante de tocar la bater¨ªa, que se impregn¨® en plena euforia contracultural, definiendo un molde en el que el instrumento ganaba protagonismo y al que acudir¨ªan decenas de ac¨®litos en posteriores a?os, siendo ejemplo incluso para el heavy-metal.

Apodado Ginger por su llamativa cabellera pelirroja, Baker ha fallecido a los 80 a?os en Inglaterra, seg¨²n ha informado su hija Nettie. La familia ya inform¨® el pasado 25 septiembre de que Baker hab¨ªa sido hospitalizado en estado grave y que ¡°estaba luchando¡±, pero su hija confirm¨® hoy en un comunicado que ¡°ha fallecido en paz¡±.

Comenz¨® a darse a conocer en la agitada escena musical de Londres de los sesenta en la que proliferaban bandas en distintos clubs. En plena efervescencia londinense, toc¨® en grupos de jazz como Terry Lightfoot y Acker Bilk y para otras formaciones de gen m¨¢s apegado al R&B como Alexis Korner¡¯s Blues Incorporated y la Graham Bond Organisation. ?l se defin¨ªa como un baterista de jazz, pero se distingu¨ªa por un car¨¢cter m¨¢s agresivo de lo habitual en esos c¨ªrculos. Era como un Max Roach (una de sus m¨¢ximas influencias) con arrojo de bar. Su cabello rojizo parec¨ªa en llamas cuando se lanzaba entusiasmado a las baquetas, concentrado con ese esp¨ªritu de blues-rock que asalt¨® a los adolescentes brit¨¢nicos de primeros de los sesenta.

Una pieza perfecta para encajar en el siguiente proyecto junto a Jack Bruce, con el que hab¨ªa estado en Graham Bond Organisation. Fue el supergrupo Cream, que fund¨® tambi¨¦n con Eric Clapton, reci¨¦n huido de los John Mayall and Bluesbleakers. Desde sus comienzos, Cream exhibi¨® un musculoso poder¨ªo instrumental. Parte del secreto, m¨¢s all¨¢ de la guitarra ardiente de Clapton, resid¨ªa en el modo de tocar la bater¨ªa de Ginger Baker. Su base jazz¨ªstica iba como anillo al dedo para los desarrollos de rock psicod¨¦lico del grupo, que sol¨ªan acabar en celebradas improvisaciones sobre el escenario. Tambi¨¦n para estirar los l¨ªmites del blues-rock, una cualidad que defini¨® a esta superbanda que acab¨® demasiado pronto su andadura por la lucha de egos. Cuatro discos en tres a?os, pero la impronta intachable de que en Cream todo parec¨ªa celestial, como ese sue?o hippie que llegaba tan alto como r¨¢pido se esfumaba.

Al igual que Clapton y toda su generaci¨®n, Baker siempre tuvo problemas con las drogas y el alcohol. Cuenta en su autobiograf¨ªa, Hellraiser, publicada en 2009, que llev¨® la cuenta de las veces que intent¨® dejar la hero¨ªna: 29. No se sabe si m¨¢s que el resto de colegas de fiesta o, simplemente, se limit¨® a contarlas. Tambi¨¦n cuenta c¨®mo se sorprendi¨® el d¨ªa que en 1969 escuch¨® la noticia de su muerte por la radio cuando iba conduciendo.

Superviviente de sus excesos y sus propias malas pulgas, el baterista toc¨® brevemente con Blind Faith, otro proyecto fara¨®nico de Clapton. En 1970, elevar¨ªa la apuesta de estrellas en un grupo y fund¨® Air Force, una superbanda de diez miembros entre los cuales estaban Steve Winwood, Denny Leaine o Rick Greck. All¨ª dio rienda suelta a su inter¨¦s por el jazz y los ritmos africanos.

Su visi¨®n hacia los sonidos africanos marc¨® su estilo desde entonces, lleg¨¢ndose a instalar en los setenta en la capital de Nigeria, Lagos, para trabajar junto al inmenso Fela Kuti en dos discos. Durante las ¨²ltimas d¨¦cadas, Baker se gan¨® una destacada reputaci¨®n el circuito de la world music, sin perder nunca de vista el jazz. De esta forma, en los noventa form¨® el Ginger Baker Trio para seguir con sus exploraciones en el terreno donde empez¨®.

A pesar de los altibajos, las incursiones fallidas en distintos estilos y sus problemas con las drogas, su nombre acab¨® siendo tan importante como el de otros cl¨¢sicos guitarristas y cantantes del siglo XX. Pocos bateristas pueden decir lo mismo.