La vida nueva de Chicho S¨¢nchez Ferlosio
El rescate de un disco in¨¦dito y el estreno de un documental de David Trueba mantienen vivo el legado del inclasificable cantautor
Parece una de sus bromas: Chicho S¨¢nchez Ferlosio (1940-2003), el m¨¢s refractario de los cantautores y el que menos se preocup¨® por dejar un registro perdurable de su obra, es hoy probablemente el m¨¢s apreciado de su quinta por parte de los amantes de la canci¨®n con mensaje. Muerto en el olvido hace 16 a?os, se acaba de publicar su cuarto disco, en vinilo y en CD, titulado justamente Yo no vivo por vivir. Nueve canciones, tres de ellas in¨¦ditas, interpretadas con guitarra ¡ª¡°al natural¡±, como dir¨ªa ¨¦l¡ª y grabadas por su amigo Agust¨ªn Garc¨ªa Calvo en un magnet¨®fono, entre 1967 y 1969, en aquella academia de lenguas cl¨¢sicas que el zamorano antinacionalista abri¨® en la madrile?a calle del Desenga?o.
M¨¢s vivo que nunca o tan vivo como siempre, el hijo de Rafael S¨¢nchez Mazas atesora una legi¨®n de fieles seguidores que no para de crecer y se desvive por conocer y compartir su escurridiza obra y las an¨¦cdotas de una existencia imprevisible, a contramano de toda convenci¨®n. En este caso, la recuperaci¨®n corre a cargo de Madmua Records, exquisita discogr¨¢fica de rarezas que hace a?o y medio reedit¨® con ¨¦xito el primer disco de Chicho, el legendario Canciones de la resistencia espa?ola, grabado tambi¨¦n al natural en un magnet¨®fono y publicado en 1963 en Suecia por una organizaci¨®n socialista de j¨®venes que hicieron posible que temas como ¡®Gallo negro, gallo rojo¡¯ se popularizaran como himnos revolucionarios en Latinoam¨¦rica, en los pa¨ªses n¨®rdicos o en gran parte de Europa, incluida la Alemania del Este.
La prodigiosa historia de este disco sueco se cuenta en Si me borrara el viento lo que yo canto, documental estrenado en el Festival de San Sebasti¨¢n y que podr¨¢ verse a finales de este mes en Madrid y en Barcelona en el festival In-Edit. Dirigido por David Trueba, el filme pone en contexto aquel cancionero m¨ªtico que acredita a Chicho, junto a Paco Ib¨¢?ez y Raimon, como uno de los padres fundadores de la canci¨®n protesta en Espa?a, y como la voz que hizo que millones de personas sintieran que un mundo igualitario y sin explotaci¨®n estaba a la vuelta de la esquina. Un hito ins¨®lito, teniendo en cuenta la precariedad del registro. Para David Trueba, resulta asombroso comprobar c¨®mo aquellas canciones de urgencia ¡°pueden ser eternas, pese a que su autor se situara al margen, se evadiera de los rigores industriales y mantuviera una actitud libre y heterodoxa¡±; una ense?anza valiosa hoy d¨ªa, cuando ¡°muchos jo?venes creen que el e?xito es algo inmediato y que deben conseguir por el camino que sea, incluido todo tipo de prostitucio?n profesional¡±.
Narradas por sus amigos y su mujer de entonces, Ana Guardione, las aventuras del cantante terminan conformando un sentido relato del antifranquismo m¨¢s imaginativo que desborda ese cuento lleno de siglas y en blanco y negro que tantas veces hemos escuchado sobre la larga agon¨ªa del r¨¦gimen. Al hilo de un cancionero que se hizo famoso sin citar, por motivos de seguridad, el nombre de su autor, se hace un repaso de la huelga de Asturias, la ejecuci¨®n de Juli¨¢n Grimau, la revuelta estudiantil en Madrid, el Partido Comunista, la contestaci¨®n generacional iniciada por los hijos de los que hab¨ªan ganado la guerra, la c¨¢rcel y la represi¨®n, el viaje al Este y el viaje a Oriente, la experimentaci¨®n con drogas, la casa como espacio comunal, el feminismo de mujeres que se niegan al servilismo del punto y el ganchillo, o esas bromas ocurrentes ¡ª¡°chichadas¡±, las llaman¡ª que interrumpen los automatismos mentales y las programaciones sociales.
S¨¢nchez Ferlosio, el ¨²ltimo juglar, fue un adelantado que hizo de su manera libre de estar en el mundo un alegato art¨ªstico contra cualquier forma de sumisi¨®n. Incluso en su canci¨®n m¨¢s conocida, la que exalta el valor del incansable gallo rojo, ya avanzaba en el estribillo el desencanto que no tardar¨ªa en llegar a los que creyeron con fervor en la revoluci¨®n. As¨ª, tempranamente, a finales de los sesenta, Chicho renuncia al compromiso y se recrea en el anarquismo anarquizante de su amigo Garc¨ªa Calvo, convirtiendo algunos de sus poemas en inspirados cantes y alumbrando un nuevo repertorio que, sin apelar ya a un sujeto colectivo, pone en crisis la realidad, la que nos rodea y la que nos vive por dentro. Con todas las imperfecciones de una grabaci¨®n casera, Yo no vivo por vivir es una buena muestra de ese Chicho que antes de cumplir los 30 abandona el manique¨ªsmo de los grandes himnos y se adentra en un estilo parad¨®jico de canci¨®n popular.
Yo no vivo por vivir. Chicho S¨¢nchez Ferlosio. Madmua Records.
Si me borrara el viento lo que yo canto, de David Trueba, se proyecta dentro del festival In-Edit. Barcelona: lunes 28 de octubre (21.45), en Aribau Multicines. Madrid: mi¨¦rcoles 30 de octubre (21.30) en Cinesa Proyecciones.
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