Tamara Rojo trae a Espa?a su revolucionaria ¡®Giselle¡¯
La bailarina interpreta una versi¨®n renovada del cl¨¢sico que Akram Khan hizo para ella y el English National Ballet
Una de las grandes apuestas que ha hecho Tamara Rojo desde que fue nombrada directora art¨ªstica del English National Ballet fue encargarle una revisi¨®n libre de Giselle?al bailar¨ªn y core¨®grafo Akram Khan, que por entonces no conoc¨ªa la pieza original. El resultado es?una cima del romanticismo actualizada por un artista contempor¨¢neo de origen banglades¨ª con un estilo m¨¢s cercano al kathak (baile tradicional indio) que a la danza cl¨¢sica occidental. La jugada era arriesgada ("el kathak mira hacia abajo, el ballet hacia arriba¡±, admite la propia Rojo), pero sali¨® mejor que bien: la obra resultante, estrenada en 2016, es una de las producciones m¨¢s exitosas de la compa?¨ªa brit¨¢nica en los ¨²ltimos a?os.
Despu¨¦s de tres a?os de representaciones en Reino Unido y giras por varios pa¨ªses del mundo, Tamara Rojo bailar¨¢ esta semana su revolucionaria Giselle en Madrid, la ciudad donde empez¨® su fulgurante carrera como bailarina, antes de convertirse en estrella del Royal Ballet y despu¨¦s directora del English. ¡°Con este trabajo hemos conseguido atraer a nuevos p¨²blicos en todo el mundo, romper prejuicios sobre el ballet, acercarlo a los j¨®venes. Era uno de mis objetivos cuando le hice la propuesta a Akram Khan y lo hemos logrado¡±, ha asegurado esta ma?ana Rojo en el Teatro Real, donde la compa?¨ªa ofrecer¨¢ cuatro ¨²nicas funciones (jueves, viernes y dos el s¨¢bado). Rojo participar¨¢ en la primera y la ¨²ltima. La pieza se ver¨¢ tambi¨¦n en abril en el Liceo de Barcelona.
Esta renovada Giselle recoge los hechos principales del argumento de Gautier y Vernoy (un noble corteja a una campesina y luego la abandona, ella muere y se convierte en espectro, aunque perdona a su amante traidor) pero los traslada a una f¨¢brica con trabajadores inmigrantes. Y su protagonista no es una ni?a ingenua, sino una mujer l¨ªder en su comunidad que decide perdonar de forma madura y consciente. ¡°En apariencia son dos Giselles distintas, pero en el fondo el personaje es el mismo. Una mujer generosa, con una gran capacidad para amar y perdonar. Lo dem¨¢s es decoraci¨®n¡±, ha explicado Rojo. ¡°Digamos que lo que hemos hecho es una destilaci¨®n de la cl¨¢sica, un trabajo que, adem¨¢s, me abri¨® una nueva perspectiva de la Giselle tradicional. La bail¨¦ poco despu¨¦s de estrenar esta y de repente me sent¨ª m¨¢s liberada, me di permiso para tomar decisiones distintas sobre ella¡±, ha a?adido.
Ese mismo proceso de destilaci¨®n llevaron a cabo Khan y Rojo con todos los personajes de la obra. En palabras de la bailarina, que firma la direcci¨®n art¨ªstica de este ballet, lo que hicieron fue ¡°subir el volumen de las caracter¨ªsticas b¨¢sicas de cada uno para extraer su esencia y traerla al mundo contempor¨¢neo con otras formas y una narrativa actualizada¡±. No es la primera colaboraci¨®n entre el core¨®grafo y la bailarina (Khan creo Dust para el English en 2014) y, visto el ¨¦xito, tampoco la ¨²ltima. La directora ha avanzado esta ma?ana que est¨¢n preparando un Frankenstein?que se estrenar¨¢ en primavera en Londres.
La partitura de esta Giselle?tambi¨¦n es nueva. El compositor Vincenzo Lamagna ha mantenido algunos temas de la original de Adolphe Adam, pero orquestados de diferente manera, con la colaboraci¨®n del maestro Gavin Sutherland. Alan Bennett se hace cargo de la iluminaci¨®n y Tim Ying (ganador de un Oscar por Tigre y Drag¨®n), del vestuario y la escenograf¨ªa: un gran muro que en la primera parte sirve de separaci¨®n entre trabajadores y propietarios, opresores y oprimidos; en la segunda, entre lo terrenal y lo espiritual, el mundo y el inframundo.
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