Ildefonso Falcones: ¡°Enfermo, el futuro es hoy¡±

En el frontis de El pintor de almas, el autor dedica el libro a los enfermos de c¨¢ncer y a quienes tienen que ¡°cuidarlos y aguantarlos¡±. Falcones fue diagnosticado de la enfermedad durante el proceso de escritura, que compagin¨® con los duros tratamientos y sus secuelas. Nos vimos hace un par de semanas en los salones de un lujoso hotel de Madrid. Pese a conocer sus circunstancias, choca de primeras su aspecto, bastante m¨¢s fr¨¢gil que en las fotos; y su voz, bastante m¨¢s reposada que la usualmente entusiasta ch¨¢chara del autor en promoci¨®n tipo. Quiz¨¢ es que la bolsa y la vida adquieren otra dimensi¨®n en su caso.

Ildefonso Falcones: con ese nombre, uno est¨¢ predestinado a algo ¨¦pico. O l¨ªrico.

Estaba predestinado a sufrirlo. Es peor: me llamo Ildefonso Mar¨ªa Falcones de Sierra. El profesor me nombraba y mis compa?eros me miraban mal. A partir de ah¨ª, mi vida ha sido intentar triunfar.

?Desde su tierna infancia?

Bueno, fui deportista, jinete, y ah¨ª quer¨ªa ser el primero. El segundo es el primer perdedor. Despu¨¦s, como abogado, tienes que ganar pleitos, sentencias. Todo eso es tener ¨¦xito, triunfar.

?Lo logr¨®? Triunfar, digo.

Bueno, ahora lo que pretendo es llegar al mayor p¨²blico posible. Eso es el ¨¦xito en la novela.

Eso dicen todos los best-sellers.

Es que sigo queriendo ser un best-seller, aunque a¨²n hay gente que me pregunta si no quiero ser literario antes que comercial.

?Cree que lo literario no puede ser comercial, y viceversa?

Lo hay, pero generalmente reconozcamos que no es as¨ª. Me gustar¨ªa reconocerme en los dos, pero prefiero seguir reconoci¨¦ndome como comercial. Solo pretendo divertir a la gente. Mi novela es puramente de amor, pasi¨®n y emociones. No intento ense?ar nada a nadie, ni dar lecciones, ni trascender. Oyes a autores decir que hay que ense?ar a la gente a leer, y eso me pone los pelos de punta.

Quiz¨¢ sus libros se los pongan a ellos. ?Nota la mirada de los literatos por encima del hombro?

Del hombro, de la cabeza, noto que me pisan la cabeza si pueden. Algunos me miran desde la altura de Dios, pero estoy encantado. Que sigan, no me preocupa.

Barcelona es un personaje m¨¢s de su novela. ?Qu¨¦ tiene de musa para usted?

Barcelona, hasta este momento en que la crisis y el enquistamiento de la sociedad es tan grave, ofrec¨ªa una universalidad fant¨¢stica para una novela. La ¨¦poca del modernismo que retrato en esta, por ejemplo, es fascinante.

Siempre mezcla epopeyas personales y colectivas.

Hay que enlazarlas. El contexto, sobre todo en mis novelas, que son hist¨®ricas, es muy importante, porque consigue trasladar al lector a esa ¨¦poca, y los personajes son los que logran que reconozca pasiones universales. Para eso son fundamentales los editores, que ven la novela desde fuera y te avisan si te pasas o no llegas.

?Les hace caso?

Por supuesto, son profesionales. En tres a?os de escribir una novela, a veces, pierdes un poco el norte. Un personaje no actuaba as¨ª hace 100 p¨¢ginas. O se te va la mano dando m¨¢s informaci¨®n de la necesaria. Entonces, mi editora me rega?a y casi siempre tiene raz¨®n. Nos peleamos much¨ªsimo, pero es muy interesante.

Dej¨® su carrera de abogado para escribir. ?Ten¨ªa colch¨®n?

Nunca he tenido colch¨®n. Mi familia era burguesa pero mi padre falleci¨® cuando ten¨ªa 16 a?os y trabaj¨¦ en un bingo para pagarme la carrera. Siempre he estado en la cuerda floja. Ahora es cuando m¨¢s se cimbrea. Abajo est¨¢ el abismo y uno tiene que estar agarrado de pies y manos. ?C¨®mo se encuentra? Bien, peleando. Lo importante es que haya posibilidad de pelear.

?Por qu¨¦ ha hecho p¨²blica su enfermedad en su propio libro?

Primero, porque es una realidad que te impacta. Escribir la novela en ese estado es complicado y cuando acabas dices, "ostras lo he conseguido". Es un ¨¦xito. Consigues triunfar sobre la enfermedad, sobre la debilidad, sobre la desesperaci¨®n, sobre todo.

?Sobre el miedo?

Sobre un miedo y una exasperaci¨®n tremendos. Entra una variable en tu vida, que es la muerte. Sano sabes que te puedes morir, pero es algo que le pasa a otros. Enfermo, pasas a tenerla presente y, a veces, somos injustos con quienes nos rodean. Incluimos en nuestra pena y sufrimiento a quienes nos quieren ayudar. Por eso les dedico el libro a los enfermos y a quienes les soportan, que son quienes les quieren.

?Duele la l¨¢stima de los otros?

En algunos, s¨ª. Que una persona se compadezca de ti no es humillante. Es comprensible y normal, pero preferir¨ªa otra actitud.

?Qu¨¦ actitud le ayuda?

La normalidad, la de aqu¨ª no pasa nada, el humor. El otro d¨ªa, unos amigos le preguntaban a mi mujer c¨®mo estaba, y ella les contest¨®: tiene met¨¢stasis, pero est¨¢ genial. Esa normalidad y humor.

?Qu¨¦ es el futuro ahora?

El futuro, estando enfermo, es hoy. Y ma?ana. Los plazos se diluyen. Cuando tienes hijos, sobre todo, tienes que pensar a largo plazo: qu¨¦ har¨¢n, d¨®nde llegar¨¢n. Todos esos plazos se te van descomponiendo. El d¨ªa 14 me operan, tengo dos semanas por delante.