¡®El Camino¡¯: un ep¨ªlogo emotivo pero innecesario para Jesse Pinkman

Hoy parece que ninguna serie termina. Miniseries de ¨¦xito que se alargan con m¨¢s entregas. Historias que regresan a?os despu¨¦s. Plataformas que rescatan t¨ªtulos cancelados o finalizados. Y, la tendencia de moda ¨²ltimamente, pel¨ªculas para poner punto final a series o para estirarlas un poco m¨¢s. En cuesti¨®n de pocos meses, Deadwood, Downton Abbey, Transparent y Breaking Bad han visto c¨®mo sus universos han continuado en forma de largometraje.

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Si la pel¨ªcula de Deadwood al menos dio oportunidad de hacer algo de justicia para una serie que no hab¨ªa podido despedirse en condiciones en su momento, la de Downton Abbey ha llevado al cine a miles de personas con una historia que, aunque no fuera necesaria en ning¨²n modo, funcionaba bien como un episodio especial m¨¢s... y en pantalla grande. Una pena que el cierre de Transparent no haya estado a la altura de una serie tan buena en sus inicios y que tan mal adi¨®s ha tenido con el despido de su protagonista tras denuncias de acoso sexual en el rodaje y una pel¨ªcula musical que por momentos perd¨ªa el norte totalmente.

El Camino: Una pel¨ªcula de Breaking Bad, que Netflix ha estrenado este viernes, es un ep¨ªlogo para un ep¨ªlogo. Porque Breaking Bad en realidad termin¨® con Ozymandias, el magn¨ªfico antepen¨²ltimo episodio. Despu¨¦s vinieron dos cap¨ªtulos que, salto temporal mediante, mostraban el final de Walter White. Pero Breaking Bad era un fil¨®n del que a¨²n se pod¨ªa sacar m¨¢s oro. As¨ª surgi¨® la gran Better Call Saul, una precuela/spin off que ha logrado encontrar su propio estilo, cocinado a fuego lento, y reivindicarse temporada tras temporada como una dign¨ªsima sucesora de la historia madre.

El largo de dos horas de duraci¨®n que ha llegado ahora dirige la mirada a Jesse Pinkman, coprotagonista de la historia madre interpretado por Aaron Paul. Con un montaje que salta del presente al pasado continuamente, la historia se retoma en el punto exacto en el que dejamos a Jesse, acelerando un coche en su huida lejos de la vida por la que le llev¨® su antiguo profesor de qu¨ªmica. En los flashbacks vemos algunos de los momentos que vivi¨® mientras estuvo preso del grupo de neonazis.

?Era necesario este ep¨ªlogo? ?Aporta algo a lo ya visto? No, nada. El final de Breaking Bad era claro: Jesse hab¨ªa cumplido su condena y hab¨ªa quedado marcado de por vida. Su cuerpo se hab¨ªa salvado, pero su alma estaba destruida para siempre. No necesit¨¢bamos saber qu¨¦ har¨ªa a continuaci¨®n. No parece que fuera de la misma opini¨®n Vince Gilligan, creador de la serie y director de esta pel¨ªcula.

Sin embargo, los fans agradecer¨¢n el reencuentro con lugares, personajes, expresiones y situaciones de la que, por consenso cr¨ªtico y de p¨²blico, es una de las mejores series de la historia. El estilo de Breaking Bad est¨¢ ah¨ª. Su atenci¨®n a los detalles y su peculiar sentido del humor, aunque con una dosis extra de melancol¨ªa en esa mirada al pasado, especialmente en el tramo final.

Jesse siempre fue el contrapunto moral de Walter. ?l dudaba, tem¨ªa, vio el monstruo en el que se convirti¨® su profesor. Y sufri¨® m¨¢s que nadie las consecuencias de ese descenso al infierno. Ahora es otra persona diferente al que solo escuchamos decir su caracter¨ªstico "bitch" en un flashback. Es un hombre traumatizado y atrapado por su pasado que trata de escapar. El Camino es la historia de ese intento de fuga hacia delante mientras mira por el retrovisor. No hac¨ªa falta contarla, pero ah¨ª est¨¢.