Lo que de verdad arde
¡®Lo que arde¡¯ se asoma a un mundo donde el fuego es tragedia que se lleva lo poco que el abandono ha respetado, y no una forma de protesta adolescente contra no se sabe qu¨¦ enemigo
Qu¨¦ mala suerte que el estreno de Lo que arde haya coincidido con los incendios de barricadas de Barcelona, propiciando el chiste f¨¢cil o la pregunta idiota sobre si es una pel¨ªcula que habla de Catalu?a. A m¨ª me sucede al rev¨¦s: veo las conexiones en directo y las im¨¢genes en bucle de los disturbios y pienso en el fuego forestal de esa pel¨ªcula hermosa y delicada.
Llevo unos d¨ªas en que me acuesto confuso y sin saber qu¨¦ pensar (¡°No s¨¦ d¨®nde estoy¡±, le dijo Ignasi Guardans a Pepa Bueno en la Ser el otro d¨ªa cuando esta le pidi¨® una toma de postura, y mi hijo de siete a?os, que estaba cenando junto al transistor, se carcaje¨® y dijo: ¡°Qu¨¦ tonter¨ªa, dice que no sabe d¨®nde est¨¢: si est¨¢ en la radio¡±. Y ten¨ªa raz¨®n, esa era la ¨²nica certeza que pod¨ªa asistir a Guardans y que pod¨ªa asistirme a m¨ª, que estaba en la cocina de mi casa). Sin embargo, cuando cayeron los cr¨¦ditos de Lo que arde, sent¨ª la conciencia dolorosa de que estamos mirando hacia el lado incorrecto.
Lo que arde, dirigida por Oliver Laxe, gan¨® el premio del jurado en Cannes por su delicadeza al acariciar a unos personajes que viven en la Galicia profunda, junto a un bosque que fue fraga y que ahora solo tiene eucaliptos. ?spera y de pocas palabras, se asoma a un mundo que se extingue, en verdad dejado de la mano de Dios y del Estado. Un mundo donde el fuego es tragedia que se lleva lo poco que el abandono ha respetado, y no una forma de protesta adolescente contra no se sabe qu¨¦ enemigo. Los verdaderos ciudadanos despreciados, de tercera divisi¨®n, machacados y humillados est¨¢n en la pel¨ªcula de Laxe. Frente a su cat¨¢strofe, la que sale estos d¨ªas por televisi¨®n parece solo humo.
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