Demasiado insustituible

No hay nada m¨¢s dif¨ªcil que decir adi¨®s a un amigo querid¨ªsimo. Santos Juli¨¢, gran amigo durante d¨¦cadas, es adem¨¢s un historiador insustituible. Yo he tenido la enorme suerte de trabajar con ¨¦l como editora desde hace a?os, y eso s¨ª que ha sido siempre f¨¢cil, siempre estimulante, siempre gratificador. La relaci¨®n con Santos como autor era dif¨ªcilmente separable de nuestra amistad: daba pie a largas conversaciones, llamadas por tel¨¦fono, correos electr¨®nicos, bromas, risas¡­ Trabajador incansable, guardaba una documentaci¨®n ingente que consideraba fundamental para su obra: no se le escapaba una.

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Muere Santos Juli¨¢, el gran historiador del siglo XX espa?ol

Tremendamente perfeccionista, no entregaba el texto de un libro hasta que lo consideraba ¡°casi definitivo¡±, y ese ¡°casi¡± significaba que hasta el ¨²ltimo momento pod¨ªa querer cambiar algo en pruebas o incluso reescribir alguna parte, aunque yo lo considerara innecesario. Siempre generoso y dispuesto a darme su opini¨®n acerca de proyectos editoriales sobre los que le consultaba, ha sido un asesor de lujo que me ha acompa?ado a lo largo de mi andadura profesional. Historias de las dos Espa?as (Taurus, 2004), por el que recibi¨® el Premio Nacional de Historia, Vida y tiempo de Manuel Aza?a (Taurus, 2008), Camarada Javier Pradera (Galaxia Gutenberg, 2012), Nosotros, los abajo firmantes (Galaxia Gutenberg, 2014), por el que obtuvo el Premio Internacional de Ensayo Caballero Bonald, Transici¨®n. Historia de una pol¨ªtica espa?ola, 1937-2017 (Galaxia Gutenberg, 2017), Premio Francisco Umbral al libro del a?o en 2017 y Premio del Gremio de Libreros de Madrid al mejor libro de ensayo en 2018, son algunos de sus trabajos sobre historia pol¨ªtica, social e intelectual de la Espa?a del siglo XX que yo tuve el privilegio de poder editar.

Cuando no ten¨ªamos un proyecto a corto plazo en el que trabajar juntos, nos lo invent¨¢bamos. Muestra de ello es Demasiados retrocesos. Espa?a 1898-2018 (Galaxia Gutenberg, 2019), su ¨²ltimo libro, para el que le ped¨ª que recopilara y actualizara una serie de escritos sobre los ¨²ltimos cien a?os de historia espa?ola hasta la profunda crisis de Estado en la que a¨²n estamos inmersos. All¨ª no solo est¨¢ el historiador, sino tambi¨¦n el gran analista pol¨ªtico que era. Santos y yo compartimos muchas comidas y tertulias con Javier Pradera, y la muerte de Javier, a quien tanto a?oramos, nos uni¨® todav¨ªa m¨¢s. Ya no pod¨ªamos llamar a Pradera para preguntarle qu¨¦ pensaba sobre lo que fuera que estuviera ocurriendo, pero al menos yo ten¨ªa a Santos.

En las ¨²ltimas semanas, en una de las visitas que les hicimos los amigos a ¨¦l y a Carmen, esa gran mujer a la que todos adoramos, y hablamos del proc¨¦s, Santos me dijo que quer¨ªa volver a trabajar y escribir sobre Catalu?a, no solo para su peri¨®dico, EL PA?S, sino para un libro, ¡°porque algo tendremos que hacer, que si no nos vamos a aburrir mucho¡±. El martes de la semana pasada estuve toda la tarde queriendo hablar con ¨¦l sobre lo que ocurr¨ªa en Catalu?a, pero ya no pudo ser. Santos estaba rodeado de amigos que le quer¨ªamos y le admir¨¢bamos, y muchos nos sentiremos hu¨¦rfanos sin ¨¦l. Yo desde luego me siento as¨ª.