Santos Juli¨¢ recibe el Francisco Umbral por su ¡®Transici¨®n¡¯

Autoridades de distintos partidos pol¨ªticos han recibido al historiador Santos Juli¨¢, para entregarle el Premio Francisco Umbral por su libro Transici¨®n, publicado el a?o pasado. A ellos, a los pol¨ªticos, apel¨® directamente el galardonado cuando se refiri¨® a la necesidad de mantener en pie y en buena forma, ¡°la comunidad pol¨ªtica heredada de la transici¨®n¡±. ¡°Ese legado¡±, a?adi¨®, ¡°podr¨ªa tener elementos finiquitados, obsoletos, pero tiene ese n¨²cleo al que no se debe renunciar. La mejor herencia de la transici¨®n ha sido poner fin a los intentos de quebrar esa comunidad pol¨ªtica. Porque si eso ocurre volveremos a la guerra civil¡±, advirti¨®.

En coloquio posterior celebrado en la Casa de Correos de la Puerta del Sol de Madrid, el autor de este libro de 600 p¨¢ginas, se ha referido a la dif¨ªcil situaci¨®n por la que atraviesa Espa?a en estos d¨ªas debido a las tensiones territoriales y ha citado dos momentos que ya anticipaban este clima. ¡°La primera recusaci¨®n al sistema se dio en la llamada Declaraci¨®n de Barcelona en 1998 donde se dijo que lo instaurado por la Constituci¨®n conduc¨ªa a un Estado plurinacional. Pero es que en el proceso constituyente no se hablaba de naciones. A partir de 2011 y hasta 2013 se produce, a mi juicio, la segunda recusaci¨®n al que algunos han dado en llamar r¨¦gimen del 78. As¨ª se le denomin¨® y se equipar¨® la transici¨®n con el bipartidismo, la corrupci¨®n, como si fuera un pecado original¡±.

En el auditorio lo escuchaba la presidenta del Congreso, Ana Pastor, quien le ha entregado el premio; el presidente en funciones de la Comunidad de Madrid, ?ngel Garrido; el Defensor del Pueblo, Francisco Fern¨¢ndez Marug¨¢n, y el l¨ªder del PSOE en la Comunidad madrile?a, ?ngel Gabilondo, entre otros. La viuda de Francisco Umbral y presidenta de la fundaci¨®n hom¨®nima, Mar¨ªa Espa?a, dedic¨® unas palabras de admiraci¨®n al premiado. Minutos despu¨¦s tres hombres debatieron con Santos Juli¨¢: los periodistas Juan Cruz (EL PA?S), Antonio Lucas (El Mundo) y Fern¨¢ndez Lafuente (ABC). Ellos le preguntaron sobre las transacciones de la transici¨®n, que el autor del libro menciona a menudo. ¡°La gran transacci¨®n fue que el Gobierno de Su¨¢rez aceptara el discurso de una transici¨®n y abrir un proceso constituyente, en 1976, mientras que la oposici¨®n no rebati¨® la legitimidad del Gobierno que iniciaba ese proceso ni de la monarqu¨ªa ya establecida. Para m¨ª no son la confluencia de dos debilidades, como se ha dicho en alguna ocasi¨®n, sino el encuentro de dos fortalezas¡±, dijo.

El historiador gusta de hablar de la herencia que supuso la II Rep¨²blica Espa?ola para ese periodo de la Transici¨®n porque ya entonces, en 1937, en plena guerra civil, se intentaron transiciones para acabar con la guerra y despu¨¦s para terminar con la dictadura. Pero los debatientes volv¨ªan a la situaci¨®n actual una y otra vez, sobre todo a los conflictos entre comunidades. ¡°La estructura territorial que se deriva del 78¡±, respondi¨® el historiador, ¡°ya parte de los supuestos de la Rep¨²blica. Tanto el clima del 78 como el de la Rep¨²blica ya reconoc¨ªan que la solidaridad entre las partes del Estado estaba garantizada. Somos aut¨®nomos porque somos solidarios¡±. Esa era la consigna aceptada por todos, seg¨²n el historiador. ¡°La autonom¨ªa era la expresi¨®n de la solidaridad entre los pueblos de Espa?a¡±, a?adi¨®.

Para Santos Juli¨¢ lo necesario ahora es un organismo que garantice esa solidaridad y se refiri¨® a una reforma de la Constituci¨®n que afecte al Senado, la C¨¢mara que puede cumplir ese fin, seg¨²n dijo. Opina que la Constituci¨®n del 78 no est¨¢ obsoleta. ¡°S¨®lo se ha cumplido, y una vez cumplido este t¨ªtulo VIII clama ya por una reforma¡±. S¨ª se dan las condiciones pol¨ªticas, advirti¨®. Pero inmediatamente a?adi¨®: ¡°Quiz¨¢ el solo hecho de abordar esa reforma constitucional propicie las condiciones pol¨ªticas para ello¡±.