Glen Hansard: el irland¨¦s errante

Hace tiempo que Glen Hansard (Dubl¨ªn, 49 a?os) se cans¨® de ser un personaje. Concretamente, ese m¨²sico trovador que tocaba canciones de folk sensible y que interpretaba en la aplaudida pel¨ªcula Once, por la que gan¨® un Oscar a la mejor canci¨®n original en 2007. ¡°Aquella pel¨ªcula me ayud¨® mucho y me sirvi¨® para tener mucha visibilidad, pero nunca quise quedarme siendo ese tipo toda mi vida¡±, confiesa al otro lado del tel¨¦fono. ¡°No es que reniegue de ello, pero evolucionar siempre ha sido importante para m¨ª¡±.

Evolucionar es la palabra que m¨¢s repite este cantante y compositor que este s¨¢bado actuar¨¢ dentro del festival BIME de Bilbao. Lo har¨¢ con nuevo disco bajo el brazo, This Wild Willing, una obra que responde, precisamente, a su deseo por zafarse de las etiquetas y las ideas preconcebidas. ¡°Una aventura¡±, asegura cuando habla de un ¨¢lbum que rompe con su imagen de cantautor ¨ªntimo, el mismo de la pel¨ªcula que le catapult¨® hacia el ¨¦xito, pero tambi¨¦n el mismo que hay detr¨¢s de tres discos tan notables y bien construidos como Rhythm and Repose (2012), Didn't He Ramble (2015) y Between Two Shores (2018). ¡°Este trabajo naci¨® despu¨¦s de que pasase una temporada de vacaciones en Francia, donde me empap¨¦ de muchas m¨¢s ideas de las que imagin¨¦¡±, cuenta.

En This Wild Willing, a diferencia de sus anteriores obras, conviven instrumentos tradicionales irlandeses con otros orientales, todos combinados con t¨ªmidas capas electr¨®nicas e incluso distorsiones de voz, con la ayuda de sus compatriotas Dunk Murphy y Deasy. Tambi¨¦n con la de los Khoshravesh Brothers, de los que el m¨²sico habla maravillas. ¡°Les conoc¨ª una tarde en Par¨ªs, despu¨¦s de asistir a una sala de un amigo que program¨® un d¨ªa especial de cultura persa. Nos ca¨ªmos bien y terminaron tocando una de mis canciones con su instrumentaci¨®n iran¨ª. Me llevaron a otro terreno nuevo. Apreci¨¦ que hab¨ªa motivos para explorar ese terreno con las nuevas ideas que ten¨ªa para salir de mi antiguo molde¡±.

Hansard charla c¨¢lidamente desde su casa de Dubl¨ªn. Se muestra amable y responde largo y tendido para contar su afici¨®n por la m¨²sica francesa, por nombres como Serge Gaingsbourg o Jacques Brel. Son algunos de los faros que ha tenido presente en este disco, pero tambi¨¦n, afirma, ¡°desde mucho antes¡±. Escuch¨¢ndole, se aprecia a un tipo que tiene las ideas claras con cada paso que da. A los 13 a?os dej¨® el colegio para dedicarse enteramente a su pasi¨®n: la m¨²sica. Pronto, empez¨® a buscarse la vida por bares y calles de Dubl¨ªn con el fin de vivir de su habilidad con la guitarra y, siendo un veintea?ero, form¨® The Frames, una banda de rock con arraigo celta con la que ya sabore¨® las mieles del reconocimiento y que cita ¡°como ejemplo¡± de su versatilidad fuera del papel de cantautor melanc¨®lico.

Como miembro de The Frames, particip¨® en 1991 en la pel¨ªcula The Commitments, que se convirti¨® en un ¨¦xito de cine musical. Algo que tambi¨¦n le pasar¨ªa varios a?os despu¨¦s a Once, donde comparti¨® protagonismo con Mark¨¦ta Irglov¨¢, una multinstrumentista checa que conoci¨® grabando el primer disco de la banda. Despu¨¦s de recibir el Oscar por Falling Slowly, ambos se colocaron en el mapa mundial como el d¨²o The Swell Season, pero fue Hansard al que la fama le llev¨® a situarse en un nivel muy distinto tras casi dos d¨¦cadas de carrera. ¡°Gracias a ser una celebridad, pude empezar mi carrera en solitario y grab¨¦ los discos que quise, pero tambi¨¦n me fui vaciando¡±, confiesa mientras duda unos cuantos segundos para responder si lleg¨® a sufrir de estr¨¦s. ¡°No exactamente. M¨¢s bien llegu¨¦ a perder la conexi¨®n conmigo¡±.

Cuenta que algunos de los mejores consejos sobre ¡°el precio de la fama¡± se los dio Bruce Springsteen, al que conoci¨® en un concierto en Dubl¨ªn. ¡°Es un tipo muy generoso. Una de las personas m¨¢s incre¨ªbles que me he encontrado en la vida. Cenamos juntos en su hotel tras la actuaci¨®n y me explic¨® cosas de su propia vida para que comprendiese lo dif¨ªcil que es gestionar todo desde lo alto¡±. Amigo personal de Damien Rice, otro irland¨¦s de talento sobresaliente, Hansard no es la ¨²nica estrella cl¨¢sica que ha conocido de cerca. El pasado junio se le pudo ver como telonero de Eddie Vedder, con quien ha colaborado. Y ha compartido camerino con Elvis Costello y Van Morrison. ¡°Van no es muy hablador. Lo contrario de Springsteen¡±, dice con una ligera risa. ¡°Fue ¨¦l quien me present¨® a Bob Dylan. Fue como un sue?o conocerle, pero tambi¨¦n es como Van Morrison: herm¨¦tico. No forman parte de este negocio de extrovertidos. Pero no me import¨®. Me siento muy afortunado de haber estado cerca de maestros como ellos¡±.

?Queda algo de aquel Glen Hansard de joven pateando calles, el mismo m¨²sico que todos conocieron de alguna manera en la pel¨ªcula Once? ¡°Claro. Ahora tengo el mismo sentimiento que ten¨ªa entonces. Es un sentimiento muy fuerte por mi amor a la m¨²sica. Amo la m¨²sica, aunque no es lo ¨²nico que abarca mi vida. Me siento muy orgulloso de controlar ahora m¨¢s que antes mi carrera. Y conecto ahora m¨¢s que antes con esa sensaci¨®n que ten¨ªa al principio de caminar por las calles con mi guitarra y pensar que esto era una gran aventura¡±.