El mundo y su movimiento perpetuo
Olga Tokarczuk, premio Nobel de Literatura 2018, completa una meditaci¨®n enciclop¨¦dica en 116 escalas sobre el viaje y el cambio en tiempos de odio al n¨®mada
"Descubr¨ª que, pese a todos los peligros, ser¨ªa m¨¢s noble el cambio que la quietud, que lo est¨¢tico estaba condenado a desmoronarse, degenerar y acabar reducido a la nada; lo m¨®vil, por el contrario, durar¨ªa incluso toda la eternidad¡±. Estas palabras de Los errantes, en las que una voz rememora al inicio el descubrimiento de su naturaleza n¨®mada en la estancada Polonia sovi¨¦tica de sus padres, coinciden, en esta novedad editorial en Espa?a, con el trig¨¦simo aniversario de la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn, el festejado pre¨¢mbulo hist¨®rico despu¨¦s del cual la generaci¨®n de la premio Nobel 2018 Olga Tokarczuk (Sulech¨®w, 1962) pudo solicitar su primer pasaporte para explorar lo que hab¨ªa al otro lado.
Publicado originalmente en 2007 ¡ªantes, pues, de la crisis financiera, las de refugiados en Europa o la alarma del calentamiento global¡ª, Los errantes es una deslumbrante meditaci¨®n enciclop¨¦dica sobre el viaje y la experiencia contempor¨¢nea del espacio y del tiempo, la memoria, la identidad y, ante todo, esa fr¨¢gil obra de arte que es el cuerpo humano, pues ¡°lo une todo con todo: relatos y protagonistas, dioses y animales, el orden de las plantas y la armon¨ªa de los minerales¡±. Y es la puerta de entrada id¨®nea al estilo minucioso y a la inteligencia art¨ªstica de la flamante premio Nobel, que a¨²na la curiosidad de Benjamin, la imaginaci¨®n de Borges, la honda mirada de Szymborska y la libertad creativa de Gombrowicz.
Los errantes, que gan¨® el Booker Internacional 2018, es un viaje transfronterizo y temporal de 116 escalas o episodios de longitud variable que abarca desde peque?as ocurrencias y microensayos sobre los aeropuertos o el fen¨®meno del turismo hasta extensos relatos de entidad propia, protagonizados por anatomistas flamencos del siglo XVII, la hermana de Chopin o un catedr¨¢tico jubilado de crucero por el Egeo, entre los que despunta ¡®Zona de Dios¡¯, conmovedora historia sobre los amores pasados de una bi¨®loga especializada en combatir especies invasoras. Todo ello conforma una novela-constelaci¨®n cuya energ¨ªa gravitatoria, que la liga, es el trastorno teratol¨®gico de la narradora, bautizado como s¨ªndrome de desintoxicaci¨®n perseverante, es decir, la atracci¨®n por lo defectuoso, lo imperfecto, los callejones sin salida.
En suma, todo lo que se aparta de la norma. As¨ª, Los errantes se revela como un gabinete de curiosidades en cuanto a estructura fragmentaria y desaf¨ªo a lo que damos por sentado, pero tambi¨¦n lo es literalmente, pues la autora nos lleva de visita por museos de ciencia y antiguas colecciones en las que se conservan reliquias o partes del cuerpo para su estudio o por puro deleite, como la que el zar Pedro I compr¨® a Frederik Ruysch. As¨ª pues, hay una insistencia en dirigir la mirada, como hace el anatomista, a los fragmentos ¡ªla v¨ªscera, el tejido, el conducto¡ª para descifrar el sentido ¨²ltimo de la vida y la relaci¨®n m¨¢s o menos secreta entre las partes.
La ciencia aqu¨ª no es un tema secundario. Tokarczuk enriquece sorprendentes puntos de vista, im¨¢genes y met¨¢foras con el lenguaje de la biolog¨ªa, la f¨ªsica o la astronom¨ªa, construyendo as¨ª un texto rotundamente humanista. Sirva de ejemplo la apote¨®sica imagen en el cap¨ªtulo ¡®Kair¨®s¡¯ de una muerte por hemorragia cerebral, descrita como un ¡°oc¨¦ano rojo alimentado por r¨ªos sangu¨ªneos¡± que poco a poco cubre los recuerdos, el lugar de la infancia, la casa familiar, las huellas del paso por el mundo hasta el fundido en negro.
Tambi¨¦n, como iniciara con Casa diurna, casa nocturna (1998), o en su obra m¨¢s ambiciosa hasta la fecha, Los libros de Jacob (2014), ambas igualmente frescos multidimensionales, Tokarczuk bucea sin complejos en la historia para subvertir relatos y mitolog¨ªas nacionales y recuperar lo que, activa o pasivamente, se ha decidido olvidar o reescribir, adem¨¢s de inyectarle voces femeninas para llenar su tradicional ausencia.
Consigue, por ejemplo, que las preocupaciones de los taxidermistas nos interroguen sobre nuestra actual relaci¨®n con la muerte y el deseo de alargar la juventud; que la historia de Angelo Soliman, esclavo nigeriano tra¨ªdo a Europa en el siglo XVIII, que lleg¨® a ser tutor de pr¨ªncipes, pero a su muerte fue disecado y expuesto como curiosidad, sea un espejo de la tendencia, en un mundo globalizado, a se?alar todav¨ªa al extranjero como alguien que no es de los nuestros; o que la creencia de los bieguni ¡ªantigua secta eslava que da nombre al libro en polaco¡ª de que el movimiento sacraliza el cuerpo y el peregrinaje perpetuo ahuyenta el demonio se actualice en el relato hom¨®nimo de la mano de una joven madre, originaria de una ciudad siberiana surgida del Gulag, Vorkut¨¢, que soporta duras cargas familiares: despu¨¦s de una breve iluminaci¨®n, ?nnushka se convierte en una errante del metro de Mosc¨², circunstancia que la permite desconectar de su vida y observar por unos d¨ªas el flujo humano, atrapado en las condiciones impuestas por el sistema, que circula por el subsuelo. Para ella, moverse implica dejar de ser mera consumidora y s¨²bdita: ¡°Por eso, tiranos de cualquier cala?a llevan en su sangre el odio a los n¨®madas, por eso persiguen a gitanos y jud¨ªos, por eso obligan a toda persona libre a asentarse (¡). Lo que persiguen es construir un orden inamovible, convertir el paso del tiempo en mera apariencia¡±, sentencia una compa?era de vagabundeo.
Polonia ha asistido a lo largo de su historia, como muy pocas naciones en Europa, al cambio de sus fronteras y configuraci¨®n cultural. Hoy lidera un populismo cerrado que se nutre de un pasado de sesgo nacionalista. El movimiento del que Tokarczuk nos habla es aquel que libera la mente cautiva (en expresi¨®n de Czes?aw Mi?osz), el m¨¢s noble fin al que aspira la literatura. Porque, como nos recuerda la autora, ¡°los b¨¢rbaros no viajan, simplemente van directos a su objetivo o hacen incursiones de conquista¡±.
Los errantes. Olga Tokarczuk. Traducci¨®n de Agata Orzeszek. Anagrama, 2019. 400 p¨¢ginas. 20,90 euros.
Cos. Olga Tokarczuk. Traducci¨®n al catal¨¢n de Xavier Farr¨¦. Rata Books, 2019. 384 p¨¢ginas. 20,90 euros.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.