Sesi¨®n continua de jazz en femenino

Se presentaban anoche, dentro de la programaci¨®n del Festival Internacional de Jazz de Madrid, dos arriesgadas y personales propuestas creadas por mujeres de generaciones y estilos lejanos pero de hondo calado art¨ªstico. Y la sesi¨®n continua permiti¨® comprobar que la creciente presencia femenina en el g¨¦nero en los ¨²ltimos a?os obedece a algo m¨¢s que a una mera cuesti¨®n de cuotas.

La estadounidense Myra Melford (EEUU, 1957) es una de las referencias ineludibles en el piano jazz¨ªstico de nuestros d¨ªas. Compositora adem¨¢s de int¨¦rprete, se presentaba en CentroCentro a piano solo. Centr¨® su concierto en el repertorio (composiciones propias) de su disco Life Carries Me This Way (Firehouse 12, 2013). Empez¨® mel¨®dica, con aire folcl¨®rico y repitiendo frases, lenta, meditativa. Sigui¨® con gui?os a Monk, r¨ªtmica y exquisita con la mano izquierda, libre e improvisadora por multitud de estilos con la mano derecha. Homenaje¨® a Andrew Hill en Images of time, original y austera, sigui¨® hacia el mundo del cine con melod¨ªas que recordaban a Sakamoto en su profunda sencillez, transit¨® por ritmos cubanos, tuvo gui?os a la m¨²sica contempor¨¢nea, al ragtime, a las melod¨ªas pop y por supuesto a la libre improvisaci¨®n m¨¢s cruda (Cecil Taylor fue un referente claro durante todo el show), percutiendo magistralmente con brazo y pu?o el teclado del que obtuvo, incluso en estos momentos extremos, una bella musicalidad. R¨ªtmicamente soberbia, estil¨ªsticamente aguda e inabarcable, sobria y entregada en la interpretaci¨®n, Melford firm¨® un concierto sencillamente impecable.

Y en el auditorio del Centro Cultural Conde Duque se presentaba Nubya Garcia, una de las sensaciones del jazz ingl¨¦s contempor¨¢neo. No llega a la treintena, es parte activa del colectivo We out here junto a Shabaka Hutchings o Gilles Peterson y es tambi¨¦n miembro de la banda de jazz urbano N¨¦rija, frimada por el sello Domino y formada pr¨¢cticamente en su totalidad por mujeres. Entradas agotadas, p¨²blico m¨¢s joven que en otros encuentros jazz¨ªsticos, la expectaci¨®n era importante para recibir a Garcia en su primer concierto madrile?o, y no defraud¨®. Desde el principio quedaron claros sus motivos: el post bop de los a?os 60 es el punto de partida para un di¨¢logo en¨¦rgico con las m¨²sicas urbanas (el reggae y el hip hop como puntas de lanza en el show que nos ocupa). Desde una concepci¨®n colectiva de la banda de jazz (contrabajo, teclados y bater¨ªa; nos informan desde su agencia espa?ola que prefieren no revelar los nombres de los m¨²sicos) el cuarteto se acerc¨® con la misma soltura al dub, al jazz c¨®smico de Sun Ra, al jazz espiritual del cuarteto cl¨¢sico de John Coltrane o al jazz latino. Pocos solos y muy originales, largas composiciones propias, sonido crudo y groove, mucho groove, completaron un concierto que cumpli¨® con creces las expectativas de un entregado (y con raz¨®n) p¨²blico.

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