Venezuela

El pasado viernes 8 de noviembre, este diario publicaba un art¨ªculo de Martin Scorsese titulado?Por qu¨¦ las pel¨ªculas de Marvel no son cine, en el que se?alaba que ¡°ahora hay dos campos: el entretenimiento audiovisual para todo el mundo, y el cine. De vez en cuando se solapan, pero cada vez menos. Y temo que el poder econ¨®mico de uno se utilice para marginar e incluso menospreciar la existencia del otro¡±. Trasladado a la televisi¨®n, la a?oranza por el cine que am¨® es un reducto cada vez m¨¢s minoritario. Dicho de otra manera: en la televisi¨®n el entretenimiento audiovisual es de obligado cumplimiento.

Y eso es exactamente lo que persigue Amazon Prime V¨ªdeo con la segunda entrega de Jack Ryan, una de sus series m¨¢s costosas y, probablemente, de mayor ¨¦xito. Hablamos de una serie con un h¨¦roe capaz de resolver los mayores problemas de la pol¨ªtica internacional o acabar con los m¨¢s peligrosos terroristas. Y, si para Scorsese, lo grave de las pel¨ªculas de superh¨¦roes es que han eliminado el riesgo creativo, los art¨ªfices de Jack Ryan, tanto en cine como en televisi¨®n, apuestan sobre seguro: el autor de las novelas en las que se basan, Tom Clancy, ha vendido m¨¢s de cien millones de ejemplares de sus libros, de los que una veintena est¨¢n protagonizadas por el analista de la CIA.

En la segunda temporada, Ryan y su jefe James Greer, conseguir¨¢n derrocar al nuevo villano mundial: el presidente de Venezuela, un d¨¦spota corrupto. Naturalmente, el entretenimiento est¨¢ asegurado con una primac¨ªa de la acci¨®n y una producci¨®n con unos medios inimaginables. Es el poder econ¨®mico, muy similar, por cierto, al que le ha permitido a Scorsese rodar El irland¨¦s, como ¨¦l mismo reconoc¨ªa en el art¨ªculo citado.