Al abrigo de la escritura

Las pel¨ªculas que est¨¢n bien escritas despuntan en apenas unas frases, sobre todo si se trata de una narraci¨®n en off en primera persona. Luego pueden estar filmadas con gusto (o no), con coherencia entre fondo y forma, incluso con estilo, ir acompa?adas de elementos formales, de m¨²sica, de fotograf¨ªa, que encajen con el relato, gozar del tono adecuado. ¡°Hab¨ªa ido a Par¨ªs a que mi agente me convenciese de escribir el guion de una pel¨ªcula mala que ten¨ªa la sensaci¨®n de haber visto ya mil veces. Me apresur¨¦ en agradecerle su inter¨¦s por mi persona, olvidando recordarle que se fuese a la mierda¡­¡±. Buenos principios tiene un buen comienzo. Se nota que hay detr¨¢s un escritor. Tambi¨¦n delante, en la pantalla, como protagonista. En realidad, ambos son el mismo: el personaje como trasunto del creador. Se habla de lo que se sabe, y este sabe: es John Fante (1909-1983), escritor de Mi perro Est¨²pido, el relato en el que se basa Buenos principios; tambi¨¦n guionista de pel¨ªculas, labor de la que siempre reneg¨®. Pero a un buen novelista siempre se le nota; en apenas unas frases.

Fante, que escribi¨® para Orson Welles (It¡¯s All True), William Wellman (My Man And I), Richard Quine (Llenos de vida, basada en su novela) y Edward Dmytrick (La gata negra), imprime a su relato un tono de derrota, de cansancio vital, de hast¨ªo consigo mismo y con los que le rodean: su mujer y sus cuatro hijos. Yvan Attal, director y actor franc¨¦s, lo filma y lo interpreta encajando piezas: direcci¨®n art¨ªstica, vestuario y fotograf¨ªa de tonos ocres para una vida apagada, que un d¨ªa reluci¨® con una primera novela de ¨¦xito, y que 25 a?os despu¨¦s ya solo se alimenta de fracasos. Deprimido, pero de pie, el protagonista se sostiene con su propia tristeza, regode¨¢ndose en ella. C¨ªnico, brillante, cruel, inseguro, roto, arrogante, mediocre. Attal suele bordar esos papeles.

C¨¢lida pese a su contenido dram¨¢tico, de sorna inteligente, de comicidad triste, Buenos principios tiene un tono de coherencia absoluta con lo que est¨¢ relatando: la ca¨ªda en desgracia y el levantamiento de un hombre; tambi¨¦n el de una familia que hace tiempo que andaba destruida y desnutrida. Una obra que transpira una rara melancol¨ªa, que sabe enervar y tranquilizar en sus dosis adecuadas. Y que cuando opta por la serenidad, lo hace con la apasionante pachorra del animal coprotagonista, ese perro llamado Est¨²pido (Idiota en la traducci¨®n espa?ola de la editorial Anagrama). Entroncando as¨ª con otra hermosa obra, esta de los a?os setenta, protagonizada por un hombre en crisis y un animal de nombre insultante, esta vez gato: la formidable Harry y Tonto, de Paul Mazursky.

Hay un halo de profunda tristeza en el trabajo de Attal y su guionista, Dean Craig, pero la pel¨ªcula acaba teniendo tambi¨¦n unos matices que abrigan, en los que tiene mucho que ver el trabajo con la banda sonora, donde domina una preciosa versi¨®n a piano de Paranoid Android, de Radiohead. A eso se le llama tener ideas: conjugar la extra?a aflicci¨®n que destila el OK Computer de Radiohead con la historia de redenci¨®n de un escritor fracasado junto a un perro idiota. ¡°Para escribir hay que amar y para amar hay que entender¡±. Fante sab¨ªa escribir, y Attal lo ha comprendido a la perfecci¨®n.