¡®Ilustres ignorantes¡¯ llega a los 300 programas de humor sin control
La gran 'rara avis' de la televisi¨®n espa?ola ha mantenido la esencia nihilista a lo largo de 13 a?os
Un d¨ªa a Javier Coronas se le ocurri¨® preguntarle a Javier Cansado si donar¨ªa su cuerpo a la ciencia. ¡°No entero, f¨ªjate. No donar¨ªa ni el p¨¢ncreas ni el h¨ªgado. No estoy satisfecho ni de mi h¨ªgado ni de mi p¨¢ncreas. Del resto, ol¨¦¡±, le contest¨® Cansado, muy orgulloso, sobre todo, de sus rodillas. En esa l¨ªnea de cuestiones ¨ªntimas, en otra ocasi¨®n el conductor de Ilustres ignorantes quiso saber cu¨¢ndo le sacaban de sus casillas sus hijos. Y Cansado le respondi¨® que cuando sacan m¨¢s de un siete en los ex¨¢menes. ¡°Vuestro padre no sac¨® m¨¢s de siete jam¨¢s y vosotros no pod¨¦is sacar m¨¢s de un siete porque yo soy el que est¨¢ pagando esto¡±, dice que les dijo. Tambi¨¦n termin¨® por desvelar, en uno de esos interrogatorios voraces, que en la cama no es imaginativo porque tiene mucho sue?o.
Y as¨ª desde el 1 de noviembre de 2008. Coronas se siente orgulloso hoy de celebrar 13 temporadas sin pensar en una nueva estructura para el programa desde que empezaron, entonces en Canal +. Hoy celebran su resistencia al desaliento en Movistar +. ¡°Eso se agradece mucho, porque es una manera de no tener que pensar nada nuevo cada a?o. Pero la clave del programa es no tener guion. No tener que memorizar es muy agradecido y me permite hacer menos esfuerzo. S¨®lo improvisamos. Si eres c¨®mico tienes una base con la que jugar¡±, cuenta Coronas.
Todo est¨¢ abierto, todo puede ocurrir en esa media hora de programa especializado en el absurdo de barra de bar. ¡°La esencia es la charla de bar que montamos, improvisada, y el m¨¦rito de los invitados, a los que no les da tiempo a pasarlo mal¡±, dice Coronas. Junto a ¨¦l, Pep¨ªn Tre, al que llama ¡°el cuarto Beatle¡±. Tre es puro humor fuera de control, un ser que camina sin rumbo guardando las apariencias. Cuando Coronas le pregunt¨® por el Universo, ¨¦ste le respondi¨® que ¡°es enorme¡±. Y adelant¨® una dimensi¨®n aproximada: ¡°Se calcula que es varias veces La Manga del Mar Menor. Hay que saber de lo que estamos hablando¡±. Otro d¨ªa, mientras hablaba de algo completamente distinto, apunt¨® que tenemos intestino delgado ¡°para llegar a Puertollano¡±. El esp¨ªritu de Tre da el tono en la sombra al tr¨ªo Coronas, Cansado y Colubi.
Es el programa m¨¢s veterano de la plataforma ¡°y con una legi¨®n de fieles¡± dicen fuentes de la cadena, que no suele precisar datos de audiencia. ¡°Hemos aguantado tanto tiempo juntos porque no tenemos que ensayar. Los ensayos es lo que merma las relaciones entre la gente. Lo s¨¦ por experiencia. El roce laboral es m¨ªnimo y el personal es muy grande. Adem¨¢s, el ensayo es el asesino silencioso de la espontaneidad¡±, sostiene Colubi. A partir de un tema general los tres c¨®micos y los invitados navegan con el ¨²nico destino de la sorpresa. A lo que salga. ¡°Nos lo pasamos muy bien sentados a la mesa. ¡°Ilustres ignorantes ha normalizado un tipo de humor que puede ir de lo elevado a lo chabacano entre cinco personas con ganas de re¨ªrse de todo¡±, a?ade Pepe, especialista en abordar temas serios desde presupuestos delirantes.
El peligro de preguntar a Colubi es que siempre tiene una respuesta para todo y normalmente es incorrecta. Coronas se interes¨® por lo que le gustar¨ªa descubrir a Colubi y ¨¦l, claro, contest¨®: ¡°Lo obvio ser¨ªa decir una vacuna contra el c¨¢ncer, pero es que el c¨¢ncer se llev¨® a mi suegra. Yo estoy muy agradecido al c¨¢ncer¡±. Colubi es un asiduo a recordar masturbaciones en directo y reconoci¨® que ha llegado a hacerlo pensando en ¨¦l, ¡°pero con avaricia¡±. A saber: ¡°Pensando en un tr¨ªo con dos yoes¡±. No cabe duda de que Colubi deforma la realidad perturbada hasta encontrarle un punto de vista desde el que re¨ªrnos de ella.
?Alg¨²n l¨ªmite? ¡°Claro. Los humoristas tambi¨¦n estamos sujetos a la cr¨ªtica, pero cuando el humor es bueno, es incontestable. De todas maneras, tampoco me parece muy normal que el humor tenga que explicarse continuamente¡±, dice Colubi. Al humorista le llama la atenci¨®n que si bien el humor es absolutamente vital en la vida, parece que se le piden explicaciones continuamente. ¡°Pero al drama no se le exige nada. Puede ponerse todo lo cursi y repelente que quiera y nada¡±, cuenta. Pero vamos, que no se considera un c¨®mico Campofr¨ªo. Entre sus comentarios que m¨¢s han escocido figura este momento: ¡°El baile lo invent¨® Stephen Hawking. No os riais que casi le cuesta la vida, mirad c¨®mo qued¨®¡±.
Ese nihilismo espont¨¢neo y a pecho descubierto ha marcado mucho el aluvi¨®n humor¨ªstico que ocupa las parrillas de las televisiones como las de las radios. Ninguno de ellos camina sin guion, pero la esencia desinhibida ha calado en productos actuales, como Nadie sabe nada, de Andreu Buenafuente y Berto Romero, La vida moderna (Broncano, Ignatius Farray y Quequ¨¦) o La resistencia de David Broncano y Ricardo Castella. Tambi¨¦n parece haber cuajado el modelo de hombre humorista. ¡°El humor ha sido tradicionalmente un gueto masculino, pero estamos progresando adecuadamente, cediendo cada vez m¨¢s espacio. Aunque sigue siendo minoritario, me encanta el humor incorrecto hecho por mujeres¡±, contesta Colubi, que cita a Pilar de Francisco, Susi Caramelo y Ana Morgade.
?Para cu¨¢ndo una mujer entre los tres Ilustres ignorantes? ¡°Es que incluir una mujer ser¨ªa otra cosa, porque cuatro ya no funcionar¨ªa. Tendr¨ªamos que salir uno de nosotros¡±, explica Colubi.
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