El camino de Pok¨¦mon hacia el mundo abierto
La saga de videojuegos de Game Freak ha experimentado cambios constantemente desde sus inicios en 1996. Ahora, en plena madurez, se presenta el ?rea Silvestre
Pok¨¦mon es la marca m¨¢s exitosa de la historia del entretenimiento. El ¨¦xito es un arma de doble filo, un dato intimidante que puede impedir o propiciar ciertos movimientos empresariales; no siempre acertados.
All¨¢ por 1982, cuando Satoshi Tajiri y Ken Sugimori ten¨ªan claro que aquel fanzine que grapaban ellos mismos y que repart¨ªan en su barrio natal, Machida, en Tokio, deb¨ªa extrapolarse de alguna manera al videojuego, es cuando Game Freak dej¨® de ser un proyecto editorial para convertirse en un potencial universo donde el ¨²nico lenguaje posible era la conexi¨®n, el intercambio y la colecci¨®n de criaturas. Pocket Monsters, una serie que va m¨¢s all¨¢ del videojuego, afronta ahora su octava generaci¨®n con Pok¨¦mon Espada y Escudo, dos nuevas ediciones donde, por primera vez, se aborda un entorno en mundo abierto.
Despacio, pero sin pausa: la particular senda de Pok¨¦mon
Tenemos que remontarnos a la ¨¦poca de Game Boy, aquella consola port¨¢til de Nintendo en plena recta final de su vida ¨²til, cuando a alguien se le ocurri¨® dar luz verde al proyecto de un par de j¨®venes programadores entusiastas, con una idea s¨®lida, ambiciosa; quiz¨¢ demasiado para las capacidades t¨¦cnicas y de memoria de aquel sistema cuya creaci¨®n encabez¨® Gunpei Yokoi. Pero esa CPU de apenas 8 bit sirvi¨® para dar cabida a un universo con un centenar y medio de criaturas capaces de evolucionar, de luchar, de crear un v¨ªnculo con un entrenador dispuesto a ser el campe¨®n de la regi¨®n de Kanto. Fue posible crear ese JRPG tan particular, tan suyo, tan imperfecto como ¨²nico, que su ¨¦xito fuera de las fronteras del archipi¨¦lago nip¨®n se tradujo en unas ediciones (Rojo y Azul; Verde solo en Jap¨®n) cuyo ¨¦xito no conoce precedentes: m¨¢s de 31 millones de unidades vendidas en todo el mundo.
Algo pasaba en ese universo, en esa regi¨®n limitada, cerrada, encorsetada a unos par¨¢metros, pero tambi¨¦n libre. Viva. La regi¨®n de Kanto asent¨® unos c¨¢nones y una nueva forma de entender la aventura del rol japon¨¦s al presentar un peque?o pa¨ªs con pueblos, ciudades, cuevas y Gimnasios Pok¨¦mon, el leitmotiv de la aventura, que supo correctamente diferenciar lo mundano de lo principal; una barrera entre aquellos que viv¨ªan en ese peque?o pero amplio entorno de los que aspiraban a ser campeones de Kanto y derrotar al llamado Alto Mando.
El dise?o de las ediciones Pok¨¦mon Rojo y Azul sacrific¨® el potencial t¨¦cnico para hacer posible dicho mapa, con sus decenas de localizaciones y, como dec¨ªamos, centenar y medio de animales con su estructura y origen etimol¨®gico, los Pok¨¦mon. Todo comienza en tu cuarto, en tu casa, con tu madre, el d¨ªa que vas a emprender tu viaje. He ah¨ª el primer matiz del trasfondo simb¨®lico de Pok¨¦mon, del mensaje que se ha venido repitiendo una y otra vez, sin excepci¨®n, en estos cerca de veinticuatro a?os de historia de la serie: el viaje.
Pok¨¦mon no ser¨ªa lo que es sin la sensaci¨®n de verte inmerso en una aventura. No hacen falta di¨¢logos ni un argumento complejo, trabajado y con un potente componente narrativo, para contarte una historia: Pok¨¦mon te entrega un cuaderno en blanco con diferentes piezas que t¨², como jugador, te encargas de situar all¨¢ donde consideres oportuno partiendo de tres elementos clave: planta, fuego o agua. Eliges un elemento, el tipo elemental de tu acompa?ante inicial. Ah¨ª comienza un viaje donde esa criatura y t¨², inexperto, para nada avezado en tropezar una y otra vez, vais conociendo juntos Ciudad Plateada, Carm¨ªn, Fucsia, Celeste, Azafr¨¢n. Nombres que forman parte de la memoria de aquellos que, por caprichos inevitables del paso del tiempo, son ya mayores de edad.
Pero la edad no ha sido ¨®bice para que Pok¨¦mon mantenga ciertos elementos en su ADN, y ese conservadurismo es criticado por muchos y defendido como inalterable por otros. La industria del videojuego s¨ª ha cambiado, ha evolucionado, y Game Freak no ha tenido m¨¢s remedio a tener que adaptarse a esos cambios. Uno de ellos fue con Pok¨¦mon X e Y, las primeras entregas en tres dimensiones all¨¢ por 2013 en Nintendo 3DS. Todo cambi¨® en lo est¨¦tico, pero no en lo mec¨¢nico, con un mundo igualmente explorable, limitado, cerrado, pero profundo. Kanto, Johto, Hoenn, Sinnoh, Teselia, Kalos y Alola han sido los nombres de las regiones que, una detr¨¢s de otra, han encadenado esa forma de ser donde millones de personas depositaron por alg¨²n motivo su confianza.
Los tiempos, de nuevo, no perdonaron y la industria aprovech¨® las capacidades del hardware para dise?ar lo que ahora conocemos como mundos abiertos. Pok¨¦mon, que vio esto de reojo, fue una IP reacia a aplicar esos cambios en la ¨¦poca de la malograda consola Wii U, que durante su lustro de vigencia comercial (de 2012 a 2017) no cont¨® con ninguna entrega de Pok¨¦mon en forma de RPG. S¨ª lo ha sido Nintendo Switch ¡ªotro ¨¦xito que apunta a r¨¦cords en esta industria¡ª; primero con Pok¨¦mon Let¡¯s Go en 2018, una adaptaci¨®n de las ediciones de Pok¨¦mon Amarillo de Game Boy en 1998; ahora con Pok¨¦mon Espada y Escudo tambi¨¦n la plataforma h¨ªbrida de la firma de Kioto.
Qu¨¦ supone el mundo abierto en Pok¨¦mon
Lo que cambia, no obstante, es que estas nuevas ediciones ambientadas en Galar abrazan con determinaci¨®n el concepto de mundo abierto, aunque con cierta timidez. Esta regi¨®n, basada en el Reino Unido, mantiene la estructura cl¨¢sica notablemente lineal donde pueblos y ciudades se ven conectados a trav¨¦s de rutas, cuevas y mares. Esta vez hay un elemento m¨¢s en la ecuaci¨®n, el llamado ?rea Silvestre, que no deja de ser una peque?a gran regi¨®n incluida en pleno coraz¨®n de Galar, donde el jugador puede controlar al personaje en un entorno libre, con movimiento de la c¨¢mara en trescientos sesenta grados, clima din¨¢mico y donde esos cambios meteorol¨®gicos impactan directamente en la jugabilidad.
Desde la primera hora de aventura, cuando elegimos a nuestro compa?ero de viaje, el entrenador o entrenadora puede entrar en este entorno salvaje. Es una sensaci¨®n ¨²nica, en el sentido estricto de la palabra, porque nunca se hab¨ªa planteado algo as¨ª en Pok¨¦mon. Por mucho que lo hayamos vivido una y mil veces en otras franquicias del sector del ocio electr¨®nico, que sea ahora cuando Game Freak ha materializado esta posibilidad hace que el silencio hable por s¨ª solo: porque ellos mismos son conocedores de la importancia de ese momento.
Es entonces cuando mueves el stick izquierdo de tu Nintendo Switch y pones pie en ese c¨¦sped verde del ?rea Silvestre. Unos acordes de piano comienzan a resonar a tu alrededor mientras el viento impacta sobre tu figura. A lo lejos, muy a lo lejos, se ve una ciudad fortificada donde se encuentra uno de tus objetivos inmediatos como aspirante a campe¨®n de la regi¨®n de Galar; pero, antes de eso, tienes la oportunidad de explorar, de toparte con criaturas infinitamente m¨¢s poderosas que t¨² y tu peque?o acompa?ante, que apenas sabe qu¨¦ es eso de combatir. Pero el ?rea Silvestre no entiende de misericordia, es salvaje, es peligrosa, pero tambi¨¦n desafiante. En la hierba alta se encuentran los equivalentes de p¨¢jaros, ardillas, peces, abejas, un ecosistema natural y cambiante donde hay vida aunque t¨² no est¨¦s; una fauna real.
El t¨ªtulo se ha dise?ado con la idea de que sucedan cambios de clima en todo momento, por eso el ?rea Silvestre no est¨¢ dividido en rutas, sino que es una ¨²nica subregi¨®n sin pantallas de carga. S¨ª hay diferentes sectores, separados por barreras invisibles que se avisan con un peque?o cartel en pantalla: sur, norte, suroeste, valle¡ Estos avisos no son un elemento balad¨ª, sino que sirven para apercibir de que los Pok¨¦mon con los que te encontrar¨¢n son diferentes aqu¨ª y all¨ª; puede que sean m¨¢s poderosos, m¨¢s d¨¦biles¡ La nieve cuenta con sus propias caracter¨ªsticas, como tambi¨¦n lo tiene el desierto, con arena que impacta directamente en la visibilidad del entorno.
Gracias al dispositivo RotomDex, un avanzado gadget tecnol¨®gico, podemos usar una bicicleta con la capacidad de caminar sobre la superficie del agua, lo que antes solo era posible con los Pok¨¦mon acu¨¢ticos. En el agua nos esperan otros peligros, otros seres, igualmente conocidos o desconocidos, puesto que el ?rea Silvestre cuenta tambi¨¦n con especies aut¨®ctonas de Galar; incluso algunas variantes regionales de otras ya existentes anta?o¡ pero con caracter¨ªsticas fisiol¨®gicas adaptadas al ecosistema de este pa¨ªs.
Primer paso al lugar so?ado: con los pies en la tierra
El ?rea Silvestre no es el mundo abierto so?ado por cualquier fan de Pok¨¦mon, sin embargo. Su dise?o es quiz¨¢ algo parco en complejidad, no explota las capacidades t¨¦cnicas de la consola y cuenta con errores gr¨¢ficos algo molestos, como si fuese un juego de a?os atr¨¢s, en las rocas o los ¨¢rboles. No es as¨ª en la hierba o el agua, aspectos sintom¨¢ticos de que quiz¨¢ hac¨ªa falta algo m¨¢s de tiempo de desarrollo antes de haberse puesto a la venta en todo el mundo. Pero la industria del videojuego cuenta con estas particularidades, motivadas por decisiones empresariales que obedecen a las exigencias del calendario. Ser¨ªa equ¨ªvoco especular en demas¨ªa sobre los porqu¨¦s de estos problemas, que no son p¨²blicos, pero s¨ª palpables.
Lo positivo es que esos problemas gr¨¢ficos no impiden que se haya trazado el camino que seguir¨¢ la saga a partir de ahora, sin lugar a duda. El ?rea Silvestre es un movimiento valiente y arriesgado, para muchos necesario. Un primer paso de lo que ser¨¢ Pok¨¦mon en el futuro, porque Espada y Escudo inician una nueva generaci¨®n y, por tanto, no buscan culminar sino plantear un nuevo empezar.
Dada la relevancia de t¨ªtulos como Super Mario Odyssey y The Legend of Zelda: Breath of the Wild en sus respectivas series, ambas entregas lanzadas en 2017, los entusiastas de Pok¨¦mon pudieron llegar a imaginar leg¨ªtimamente que Pok¨¦mon iba a hacer algo parecido; pero no ha sido hasta ese punto. El salto que ha experimentado esta saga de videojuegos es intermedio, pero con la sensaci¨®n de que el vaso no ha quedado medio vac¨ªo sino en proceso de ser colmado, porque la experiencia de juego ¡ªque es lo principal en esa forma de expresi¨®n cultural¡ª es lo que se transmite al jugador cuando tiene el mando entre manos.
Las sensaciones que transmite el ?rea Silvestre de Pok¨¦mon Espada y Escudo son, ante todo, de libertad, de naturaleza, de romper la barrera sobria tan hier¨¢tica que caracterizaba a las anteriores entregas por las caracter¨ªsticas innatas de las consolas donde vieron la luz.
Nintendo Switch se presenta como un sistema mucho m¨¢s capaz y h¨¢bil para afrontar el futuro con las aspiraciones necesarias para culminar el mensaje. Por el momento, ese mensaje y esa forma de interpretar el mundo abierto dejan un gran sabor de boca a la vez que dejan la miel en los labios, ese choque de sensaciones donde lo notable deja con ganas de lo excelente. El fan de Pok¨¦mon siempre quiere m¨¢s. Mientras tanto, es el momento de saborear lo recibido, un resultado m¨¢s que satisfactorio que pone de manifiesto que este 15 de noviembre es una fecha para celebrar en el universo Pok¨¦mon: comienza una nueva etapa y la estamos tocando con los dedos.?
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